MURCIA.- El empresario presidente del Real Murcia,
Jesús Samper, aseguró en octubre de 2010, cuando declaró como imputado
en el caso 'Umbra', en el que se investiga una presunta trama de
corrupción urbanística en la zona Norte del municipio, que no tuvo
ningún trato de favor del Consistorio.
"No solo no tuve trato de favor, sino que todo el desarrollo lo
hicimos a nuestra costa y a nuestro coste", aseveró Samper ante el juez
que instruye el caso Umbra.
Contó que la tramitación del convenio se hizo con el secretario
del Ayuntamiento, José Luis Valenzuela, mientras que la participación
del alcalde, Miguel Ángel Cámara, en esto era "protocolaria, ya que yo
era vicepresidente y después presidente del Real Murcia".
De hecho, sostuvo ante el juez que la relación con el Ayuntamiento
y el alcalde Cámara "es público y notorio que pasa por unos picos hacia
arriba y hacia abajo y no es que sea una relación idílica, ya que hemos
tenido tres pleitos con el Ayuntamiento".
Preguntado en su declaración con quién trataron la primera vez
directamente cuando acuden al Ayuntamiento, Samper aseguró que fue con
el alcalde y el entonces secretario, José Luis Valenzuela.
Relató que trató con ellos el tema porque "no se trataba más que
de gestionar lo que establecía el plan, de acuerdo con una obra de
infraestructura que fuera necesaria".
Para ver los términos en que se podía hacer el convenio, según
expuso Samper, estuvieron fundamentalmente con el secretario del
Ayuntamiento, ya que "la tramitación en sí misma yo no la llevé, sino
que la llevaron los asesores de la propia ordenación y gestión de aquel
suelo".
La labor de Samper fue, según contó al juez, "adquirir una parte
del suelo mediante adjudicación de un concurso que hizo la cooperativa
La Ladera y otra parte del suelo la adquirimos directamente a un vecino
propietario".
"Con las dos, una masa de dos millones de metros
cuadrados, para poder hacer todo lo que en el desarrollo de las
conversaciones se nos estaba exigiendo como obra en infraestructura y a
partir de ahí empezamos a trabajar y ya empiezan a desarrollarse los
instrumentos, pero yo ahí no participo", señaló.
De hecho, recordó que el Plan de Ordenación Urbana "acababa de ser
aprobado y no se trataba de solicitar al Ayuntamiento de que se
recalificara nada, ya que el propio plan general establecía que ese
suelo estaba reservado para una dotación, siempre y cuando se hiciera
una gran infraestructura válida o de interés social".
Era hacer un estadio "de primera categoría", incidió Samper en
referencia a Nueva Condomina, ya que "era venir a cubrir parte
importante de las necesidades de carácter deportivo y que aficionados
demandaban, tasándose el convenio en 32 millones".
A preguntas de cuánto costó la construcción del estadio, Samper
sacó a colación el recurso contencioso que tiene con el Ayuntamiento
"por la diferencia de precio, porque costó más de 50 millones", es
decir, casi el doble de lo que se pensó.
Tras incidir nuevamente en que "nosotros pagamos todo", indicó que
"costeamos todo".
"Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de
Murcia da la razón a que toda la tramitación y proceso era perfectamente
legítimo y que lo que habíamos convenido era una donación de la
infraestructura a favor del Ayuntamiento sin coste alguno para el
Consistorio y nosotros soportamos todo el coste", dijo.
El objetivo principal era que el Real Murcia "pudiera tener
instalaciones adecuadas a los objetivos deportivos que tenía", por lo
que argumentó que el interés municipal "ha estado reservado y preservado
sobradamente".
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