domingo, 4 de noviembre de 2012

La HOAC respalda la huelga general del 14-N e invita a los cristianos murcianos a que se sumen a esta movilización

MURCIA.- La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la Diócesis de Cartagena-Murcia ha decidido respaldar la huelga general del próximo 14 de noviembre, convocada en el marco de la Jornada Europea de Acción y Solidaridad, e invita a los cristianos de la Región a que se sumen a esta movilización "ante el ataque a los derechos sociales y a la protección de las personas y familias trabajadoras con el argumento de priorizar el pago de la deuda".

   Este ha sido uno de los acuerdos adoptados en la asamblea diocesana que este movimiento apostólico ha celebrado el sábado 3 de noviembre en el Convento Franciscano de Santa Catalina del Monte, en Murcia, según han informado fuentes de la citada hermandad en un comunicado.
   Una asamblea en la que se ha compartido la realidad de los militantes de la HOAC, "en la que comprobamos el aumento vertiginoso de las tasas de pobreza y de exclusión social, mientras que las políticas que se adoptan en Europa, en España y en la Región han declarado como prioridad la salvación del sistema financiero y de los bancos, en lugar de rescatar a las personas", han indicado.
   En su opinión, "no podemos permanecer ajenos a la situación que sufren las familias afectadas por desahucios, o las que no pueden pagar los libros de texto; las que no llegan ni a mitad de mes, que ven cómo sus miembros están en el paro o con empleos precarios, que sufren los recortes en sanidad, en transporte público, en la dependencia y en los recursos de las políticas sociales, como la Renta Básica, en un contexto donde los inmigrantes, los jóvenes, las mujeres o los parados de larga duración se llevan la peor parte".
   Asimismo, critican que la deuda pública se está convirtiendo "en un mecanismo de trasvase de riqueza de pobres a ricos. Las consecuencias de estas decisiones afectan al conjunto de la sociedad pero, de manera más dura, a los sectores más débiles y empobrecidos del mundo del trabajo". Una consecuencias que, según explican, "llevan al empobrecimiento generalizado, a la pérdida de cohesión social y de horizonte vital".
   Y es que, este movimiento apostólico de la Acción Católica considera que "es necesaria una regulación del mercado, que tendrían que llevarlo a cabo los gobiernos, pero en la situación actual, nuestros gobiernos son súbditos de la situación financiera y la única salida que nos están ofreciendo son políticas de recortes".
   "La política que se está desarrollando ha olvidado el sentido de la justicia y un trabajo en defensa de la fraternidad y el bien común. Por eso, la primera vía para intentar revertir esta situación de conflicto es el diálogo", subrayan.
   Cuando éste no es posible, la Iglesia reconoce la legitimidad del recurso a "la huelga no violenta, cuando se presenta como el instrumento necesario, en vistas a unas mejoras proporcionadas y teniendo en cuenta el bien común" (Catecismo de la Iglesia Católica, CIC, 517).
   Por esta razón, entienden que esta convocatoria de huelga general europea y las movilizaciones convocadas están justificadas. "Las políticas al servicio de las personas y de sus necesidades básicas deberían ser prioridad por encima de los intereses de los mercados, y mientras esto no sea así, entendemos la legitimidad de estas convocatorias en defensa de los derechos de las personas y familias trabajadoras", añaden.
   A su vez reivindican, en el marco de esta convocatoria de huelga, el papel de la política y, en especial, de los sindicatos, "que son la principal defensa organizada de los trabajadores".
 "Les pedimos a los políticos, sindicatos, empresarios, entidades financieras y a los distintos expertos, que actúen con responsabilidad ante la gravedad de la situación actual, que puede empeorarse en el caso de que olviden el principio básico de Humanidad, en el que las necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre los deseos de los ricos", concluyen.

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