MURCIA.- La Hermandad Obrera de Acción Católica
(HOAC) de la Diócesis de Cartagena-Murcia ha decidido respaldar la huelga
general del próximo 14 de noviembre, convocada en el marco de la Jornada
Europea de Acción y Solidaridad, e invita a los cristianos de la Región
a que se sumen a esta movilización "ante el ataque a los derechos
sociales y a la protección de las personas y familias trabajadoras con
el argumento de priorizar el pago de la deuda".
Este ha sido uno de los acuerdos adoptados en la asamblea
diocesana que este movimiento apostólico ha celebrado el sábado 3 de
noviembre en el Convento Franciscano de Santa Catalina del Monte, en
Murcia, según han informado fuentes de la citada hermandad en un
comunicado.
Una asamblea en la que se ha compartido la realidad de los
militantes de la HOAC, "en la que comprobamos el aumento vertiginoso de
las tasas de pobreza y de exclusión social, mientras que las políticas
que se adoptan en Europa, en España y en la Región han declarado como
prioridad la salvación del sistema financiero y de los bancos, en lugar
de rescatar a las personas", han indicado.
En su opinión, "no podemos permanecer ajenos a la situación que
sufren las familias afectadas por desahucios, o las que no pueden pagar
los libros de texto; las que no llegan ni a mitad de mes, que ven cómo
sus miembros están en el paro o con empleos precarios, que sufren los
recortes en sanidad, en transporte público, en la dependencia y en los
recursos de las políticas sociales, como la Renta Básica, en un contexto
donde los inmigrantes, los jóvenes, las mujeres o los parados de larga
duración se llevan la peor parte".
Asimismo, critican que la deuda pública se está convirtiendo "en
un mecanismo de trasvase de riqueza de pobres a ricos. Las consecuencias
de estas decisiones afectan al conjunto de la sociedad pero, de manera
más dura, a los sectores más débiles y empobrecidos del mundo del
trabajo". Una consecuencias que, según explican, "llevan al empobrecimiento generalizado, a la pérdida de cohesión social y de horizonte vital".
Y es que, este movimiento apostólico de la Acción Católica
considera que "es necesaria una regulación del mercado, que tendrían que
llevarlo a cabo los gobiernos, pero en la situación actual, nuestros
gobiernos son súbditos de la situación financiera y la única salida que
nos están ofreciendo son políticas de recortes".
"La política que se está desarrollando ha olvidado el sentido de
la justicia y un trabajo en defensa de la fraternidad y el bien común.
Por eso, la primera vía para intentar revertir esta situación de
conflicto es el diálogo", subrayan.
Cuando éste no es posible, la Iglesia reconoce la legitimidad del
recurso a "la huelga no violenta, cuando se presenta como el instrumento
necesario, en vistas a unas mejoras proporcionadas y teniendo en cuenta
el bien común" (Catecismo de la Iglesia Católica, CIC, 517).
Por esta razón, entienden que esta convocatoria de huelga general
europea y las movilizaciones convocadas están justificadas. "Las
políticas al servicio de las personas y de sus necesidades básicas
deberían ser prioridad por encima de los intereses de los mercados, y
mientras esto no sea así, entendemos la legitimidad de estas
convocatorias en defensa de los derechos de las personas y familias
trabajadoras", añaden.
A su vez reivindican, en el marco de esta convocatoria de huelga, el papel de la política y, en especial, de los sindicatos, "que son la principal defensa organizada de los trabajadores".
"Les pedimos a los políticos, sindicatos, empresarios, entidades
financieras y a los distintos expertos, que actúen con responsabilidad
ante la gravedad de la situación actual, que puede empeorarse en el caso
de que olviden el principio básico de Humanidad, en el que las
necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre los deseos de
los ricos", concluyen.
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