martes, 27 de noviembre de 2012

A Cámara le sirve de poco su oneroso aparato de propaganda / Apunte de Argárico

Siempre he pensado que Valcárcel se lo tenía mejor montado que Cámara en cuanto a aparato de propaganda. Bien es cierto que el presidente autonómico tenía más recursos y una estructura administrativa más compleja que el alcalde de Murcia. Pero, al final, la eficacia es la que cuenta y nuestro triste profesor de Historia del Arte, sin plaza aún en el sistema educativo público, superó con mucho en imagen al profesor titular universitario de Química, al que seguramente su dedicación a la política le ha impedido llegar a ser catedrático además. Ambos aspiran a jubilarse como rectores de la UCAM al no conocer bien a Mendoza y su lema 'A rey muerto, rey puesto' encima del frío que siempre se siente fuera del poder.

Si bien es cierto que la Región de Murcia tiene escasa proyección pública en los medios de comunicación nacionales -la que tiene en las gacetas locales la debe en gran parte a que la comunidad autónoma es una anunciante neta y determinante para su muy mermada cuenta de explotación-, no es así en el caso de su presidente. 

Agencias de prensa, televisiones y diarios han contado con su presencia diferenciada en los últimos quince años con cierta profusión. Valcárcel es, con mucho, el murciano más conocido hoy por el gran público español. Aunque esta relevancia también tiene su contrapeso negativo en caso de escándalo si esa misma notoriedad se invierte a sentido negativo o si el protagonista demuestra a la primera, y cada vez revalida, su irrelevancia moral y/o intelectual; algo ya percibido por los periodistas que informan del CdR desde Bruselas.

Con el mismo tiempo en el cargo, el momento de mayor gloría mediática de Cámara está siendo ahora por la noticia de su imputación judicial ante una presunta conducta delictiva en el 'caso Umbra'. Pienso que, pese a su actitud prudente y calculada, el alcalde de Murcia da buena imagen en corto aunque en público deje mucho que desear ante cualquier escenificación y en relación a sus potencialidades personales y políticas. Lo que parece que le falla, pues, es su aparato mediático o que no cree mucho en una proyección pública dirigida por teóricos expertos que, por otra parte, le cuestan un riñón a la hacienda local.

En tiempos de austeridad se entiende poco, en ambos casos, la ausencia de recortes o su sustitución por cambios estéticos, puramente aparentes, para que todo siga casi igual. En el caso de la Comunidad Autónoma, por razones de presupuesto aunque sin merma de eficacia, si consta algún ahorro de gastos en propaganda aunque sigan, y de que manera, las subvenciones, más o menos, encubiertas a una concreta prensa de papel y escogidas emisoras de radio privadas y agencias de noticias, que actúan a modo de caja resonante de todo lo que evacuan los gabinetes de prensa de Presidencia y las distintas consejerías del gobierno autónomo. Hasta en 'La 7 Región de Murcia' se ha pasado la guadaña de los recortes para dejarla en su mínima expresión como elemental sistema de loas al poder.

Donde no se ve tijera alguna es en el Ayuntamiento de Murcia. Un Cámara muy debilitado ya por el cerco de la Justicia, el desgaste de tres lustros de polémico gobierno mayoritario y una tesorería incierta, más allá del día a día, y que le impide ahora seguir subvencionando medios locales, le han hecho pensar, tal vez aconsejado desde fuera del periodismo, que es ahora cuando debe mantener intacto su aparato de propaganda para intentar contrarrestar el inevitable proceso mediático paralelo al judicial. Y la previsible ofensiva de los medios, ahora sin su 'cariño', y que sí gozan, por el contrario, del apoyo económico de Valcárcel, en tan difíciles circunstancias presupuestarias, a cambio de protección mediática segura en caso de emergencia.

La verdad es que clama un poco al cielo, según rigurosas revelaciones recientes de un atrevido digital murciano integrado por ex miembros de la redacción del extinto 'Diario 16 de Murcia', hoy en el más completo paro, el gasto municipal en ese oneroso aparato de propaganda que, en tantos años, no ha resultado rentable, ni para el alcalde Cámara ni para el municipio de Murcia o para su Ayuntamiento. 

Porque estamos hablando, sólo en sueldos, de más de medio millón de euros al año sacado del bolsillo de todos los murcianos. Y eso no ha cambiado ni va a cambiar en el muy difícil año presupuestario 2013 por necesidades ineludibles del ya más que cuestionado alcalde de Murcia por un supuesto perjuicio a las arcas municipales de cientos de millones de euros en la interpretación de cómo se debía aplicar la normativa urbanística, vigente entónces, en la recalificación de los terrenos de 'Nueva Condomina'.

Cuando tantos periodistas de buena calidad malviven ahora en la Región de Murcia transitando sin horizonte por el desempleo, algunos con un currículo de escalofrío y postgrados en universidades de prestigio que los hacen superespecialistas, casi una docena no especialmente destacados por su categoría profesional demostrada en los medios se embolsan como mínimo una media de diez millones al año de las antiguas pesetas, muy por encima de los sueldos al uso entre nosotros aquí, en una profesión muy lacerada ahora por la crisis económica y de la prensa de papel por la irrupción de Internet amén de un descenso del nivel cultural de la población por mor de la Logse.

 Si las revelaciones de www.elpajarito.es se ajustan a la realidad, media docena de periodistas al servicio del imputado Miguel Ángel Cámara se embolsan al año 350.360 euros sin contar los 84.090 a sumar, que cobra un tal Eduardo Martínez Oliva como jefe de gabinete de la alcaldía de Murcia y nada ajeno al aparato municipal de propaganda del alcalde. 

Lo más curioso es que un auto denominado especialista en cofradías de Semana Santa e impuesto desde la UCAM por Mendoza, un tal Antonio Ángel Botías, se lleva limpios 65.567 euros como personal eventual pese al pomposo título de director de proyectos y programas.

Ya en una esfera más profesional de cierto reconocimiento, Ana de la Cierva, ex redactora de 'Diario 16 de Murcia' cobra 67.553 euros anuales como directora de Comunicación del Ayuntamiento, mientras Paloma Manzano, ex jefa de prensa del PP de la Región de Murcia, cobra 65.567 ahora como jefa de relaciones con los medios.

Completan este elenco de privilegiados salarialmente unas tales Maria Trinidad Abellán, Ana García Salvago y María Soler, completamente desconocidas en el periodismo murciano, y que por un extraño motivo que no alcanzo a ver, se llevan cada una 50.557 euros al año en su calidad de apoyo a todos los anteriores.

Creo que el abogado Diego de Ramón está a punto de solicitar por registro una auditoría externa para dar mayor transparencia a esta situación y conocer, de paso, el destino concreto de los 42 millones de euros prestados recientemente por el ICO al Ayuntamiento de Murcia. Y lo hace porque ese dinero iba destinado a pagar facturas pendientes a proveedores cuando lo cierto es que no ha cobrado ninguno de ellos en todo lo que llevamos de año 2012 mientras sí se suben los impuestos municipales a todos los vecinos y se mantienen pagas extraordinarias a asesores de políticos.

Todavía hay concejales, como la de Hacienda precisamente, Isabel Martínez Conesa, que la austeridad la aplica a otros pero no a su entorno. Sus asesores fiscales cobran 60.000 euros al año y su secretaria 12.000 anuales más otros 300 al mes por ser la de ella, que maneja los dineros. Y firmando facturas de 1.500 euros, como la presentada por el Círculo de Economía (?), a modo de subvención.

Con todo lo anterior todavía vigente y el sospechoso silencio -¿cómplice?- de la Oposición socialista no hay objetivo de déficit que no termine saltando por los aires ni cantidad de dinero que pueda pagar lo que se debe y poner punto y seguido hacia una verdadera austeridad que revierta esta situación de cierto despilfarro pese a las reiteradas advertencias del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la dejadez más que evidente que ya se palpa en algunas pedanías en cosas fundamentales por ausencia de gestión.

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