lunes, 8 de octubre de 2012

Los regantes denunciaron hace cinco años daños en la rambla de Béjar por la extracción de grava

LORCA.- La rambla de Béjar es la frontera natural entre los municipios de Lorca y Puerto Lumbreras. Los regantes lumbrerenses estaban preocupados ya en 2007 por lo que consideraban una sobrexplotación del cauce para la extracción de áridos y grava, que posteriormente se utilizan en la construcción de obras en alguno de los dos términos municipales, según publicó en aquella fecha 'La Verdad'.

Esta práctica no es nueva e incluso la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), responsable del cauce público, autorizaba dicha extracción estableciendo unos límites. Según contaba el presidente de la Comunidad de Regantes de la zona lumbrerense, Fulgencio García Reverte, «esos límites se han pasado en las últimas semanas y las máquinas han sacado más grava de la permitida para un centro comercial que se construye en Lorca. La rambla ha quedado en un estado pésimo y se han cometido daños ambientales importantes».


Desde la Comunidad de Regantes se envió entónces un escrito a la Confederación Hidrográfica en el que se explicaba que «la rambla se está convirtiendo en un desierto al permitir la extracción de arenas y gravas, al no poder entrar las aguas de avenida por la red de boqueras de ambas márgenes. Desde el pago de la Noria hasta donde termina la rambla en su cono de deyección sobre Viznaga y el Guadalentín, la extracción ha sido tan intensa que ha rebajado entre 3 y 5 metros de altura la solera de la rambla. Algo, fácilmente observable desde la autovía».


Los riesgos

Advertían los regantes de que «en la próxima avenida se llevará la autovía al haber descarnado la empresa de áridos los pilares de dicha autovía, rompiendo incluso el muro y la solera de la vieja carretera». García mostraba también su preocupación por el llamado caño o balsa de Béjar. «Es una obra milenaria, de aprovechamiento de aguas subálveas mediante presa y galería con lumbreras. Esta obra se destruirá si rápidamente no se construyen muros transversales que impidan la erosión remontante por estos enormes hoyos y por haber rebajado la solera de la rambla».


Exigían que «se paralice esta extracción y que no se nos calle diciendo que se trata sólo de una labor de limpieza. Hay que construir muros transversales a la circulación de las aguas que eviten los fenómenos de erosión, así como que se hagan funcionales los sistemas de boqueras».


Desde la Confederación Hidrográfica del Segura se han puesto en contacto con los regantes, a los que han asegurado que técnicos del organismo visitarán la zona esta semana, recogía el periódico en aquella fecha del 29 de noviembre de 2007.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo esto demuestra que vivimos en un pais con alto nivel de impunidad