MADRID.- Liberbank, Caja3 y BMN, los grupos de cajas que (nacionalizadas al
margen) peor parados han salido en la auditoría elaborada por Oliver
Wyman tendrán que recurrir, con toda probabilidad, a la entrada de
fondos públicos para recapitalizarse.
BMN (Banco Mare Nostrum) defiende un plan para seguir en solitario para
cubrir unas necesidades de 2.208 millones, que contempla desde la venta
de participadas y una eventual ampliación de capital hasta la inyección
de ayudas públicas en forma de bonos convertibles contingentes.
Mientras Ibercaja, que solo necesita 226 millones de capital adicional
seguirá su camino en solitario, la ruptura de la fusión ha obligado a su
socio de alianza, Liberbank, a buscar contra reloj un plan de salvación
alternativo. Según la entidad liderada por Cajasur, su proyecto
«viable en solitario», plantea conseguir los 1.198 millones «mejorando
en eficiencia, y capturando ingresos y mediante desinversiones o venta
de participadas», afirman fuentes del banco. «Aseguran que van a
lograrlo sin acudir a ayudas públicas y, de hacerlo, estarían muy
limitadas en su cantidad y en el tiempo», explicó la dirección del banco
a los trabajadores, según fuentes sindicales.
Caja3, la tercera pata de la malograda fusión entre Iberbank e Ibercaja,
aún no tira la toalla. El grupo integrado por Caja Badajoz, Caja
Círculo de Burgos y Caja Inmaculada de Zaragoza, que ha presentado 779
millones de déficit, aseguró que todavía mantiene conversaciones
para fusionarse con Ibercaja, «cuyo resultado final se conocerá de forma
inminente».
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