domingo, 21 de octubre de 2012

El número de usuarios de Cruz Roja Lorca crece un 40% en un año ante agudización crisis, terremotos e inundaciones

MURCIA.- El número de usuarios de Cruz Roja Lorca se ha incrementado un 40 por ciento de setiembre de 2011 al mismo mes del año actual, ante la agudización de la crisis económica, los terremotos del 11 de mayo de 2011 y las actuales inundaciones, "que está ocasionando que la ciudad no levante todavía cabeza" y "está poniendo en jaque a los lorquinos". 

   Así lo ha explicado el vicepresidente de la Asamblea local de Cruz Roja en Lorca, Paco Quiñonero, quien ha afirmado que han atendido a 2.000 personas en lo que va de año, lo que supone un aumento con respecto a los años sucesivos, "de casi un 50 por ciento en relación a 2007 y 2008".
   De hecho, ha explicado, "las familias que hay con extrema vulnerabilidad han crecido una barbaridad en los últimos doce-quince meses", tras los terremotos, situación que "vuelve a repetirse con las inundaciones pasadas"; personas, ha enfatizado, "que lo han perdido todo".
   Por escala de prioridades, ha apuntado Quiñonero, lo que más se solicita son ayudas a alimentación y vestuario, las ayudas técnicas a la ortopedia para mayores y libros de texto para los más pequeños, así como ayudas para el hogar (colchones y pequeños electrodomésticos como lavadoras).
   "Pero no una familia no puede vivir solo de arroz, cereales, aceite, leche, también necesitan verduras, carne y pescado", por ello "Cruz Roja da unos vales, que previamente ha creído conveniente una trabajadora social, con los que las familias acuden a los centros comerciales para que adquieran los productos que necesitan", ha indicado.
   De tal forma, ha afirmado el vicepresidente de la Asamblea local de Cruz Roja en Lorca, "se incentiva la economía y se ayuda a preservar la intimidad de las familias". Una iniciativa que desarrollan también en 40 comercios del municipio, adheridos a un programa de vestuario, donde las familias acuden con sus vales a retirar la ropa que necesitan.
   En cuanto al material escolar, libros de texto y electrodomésticos, un grupo de trabajadores sociales y voluntarios visitan los propios domicilios y se van informando de las necesidades y realizan diferentes informes para que éstas se cubran, ha puesto de manifiesto.
   Eso sí, ha resaltado, "tenemos localizadas a todas las personas y no hay nadie que vive en chabolas o bajo un puente", de hecho, ha puntualizado, Cruz Roja construyó 16 viviendas prefabricadas tras los terremotos para realojar a personas que estaban en esas condiciones.
   En cuanto a ayudas indirectas, Paco Quiñonero ha destacado el plan de empleo que Cruz Roja desarrolla, "para que por lo menos una de las personas del núcleo familiar pueda aportar dinero y hacerse cargo de las facturas básicas como luz y agua o los gastos de la hipoteca". Así como cursos, bolsas de trabajo, charlas orientativas, elaboración de curriculums, preparación incluso de ofertas de trabajo a nivel nacional o internacional.
   También  programas exclusivos para menores y mayores, "los más vulnerables", como es la asistencia para personas mayores, escuelas de verano para los niños, programas de apoyo escolar, con la que ayudan a mil niños, o la campaña de juguetes de Navidad. Además, Cruz Roja está trabajando con la Fundación Multiópticas para traer una campaña que hay a nivel nacional para poder ofertar gafas gratuitas.
   Cruz Roja Lorca ha tenido que dividir su trabajo en tres locales diferentes. Y es que en los últimos años ha crecido el número de personas en Lorca en riesgo de exclusión social o en riesgo de alta vulnerabilidad, pues "son muchas las familias que se encuentran en una situación límite a nivel económico", lo que, según Quiñonero, "hace que haya una contaminación".
   Y es que, ha remarcado, "no funciona la agricultura ni el comercio y hay un escaso movimiento económico en la ciudad", lo que hace "que haya un contagio al resto de familias que están en una posición límite".
   "Esto nos preocupa porque los recursos de instituciones públicas y privadas son escasas y el índice de ayudas necesita de una repercusión económica muy alta", ha declarado el vicepresidente de la Asamblea local de Cruz Roja en Lorca.
   Tras lo que ha asegurado que no pueden hacer frente a todos los casos que les llega, "por lo que intentamos desviar a otras administraciones o instituciones aquellos que no son extremamente urgentes".
   De hecho, ha puntualizado, "antes el porcentaje de familias inmigrantes era muy alto, pero ahora es gente de Lorca, de toda la vida, la que se encuentran en una situación crítica". En concreto, ha argumentado, el 60 por ciento de población que atendía Cruz Roja era inmigrante en 2007-2008 y el 40 restante, población nacional.
   Actualmente, el 75-80 por ciento de la población que asisten son españoles y el 20-25 por ciento, población inmigrante, "que ha descendido mucho en la ciudad". La repercusión de este cambio "es que ha descendido el trabajo en el campo y en la construcción," en definitiva, "hay menos trabajo y la población inmigrante, que tiene mucha más facilidad de movimiento, ha abandonado Lorca".
   A pesar de las circunstancias, ha asegurado, "la solidaridad de los pueblos se agudiza a nivel nacional en época de crisis". Por ejemplo, ha reconocido, Cruz Roja recaudó hace una semana en el Día de la Banderita 4.500 euros más en Lorca que el año pasado.
   En 2011, la institución recaudó menos de 8.000 euros frente a los 12.000 euros de 2012, indudablemente esto se debe "a que hay una concienciación social de que todos los estamos pasando muy mal, pero hay gente que está mucho peor, al límite".
  En las inundaciones del pasado 28 de septiembre, Cruz Roja Lorca rescató a seis personas en tejados y atendió a 16 personas que precisaron de traslado en ambulancia.
   Asimismo, montó un albergue en el Pabellón Deportivo de San Antonio, con capacidad para un centenar de personas, con ropa, medicación y comida para diez días, que no fue finalmente necesario, aunque permaneció montado todo el fin de semana ya que las familias fueron realojadas en casas de amigos o hoteles de la ciudad.
   Los psicólogos de la institución trabajaron durante ese domingo con los familiares de las víctimas mortales, aunque permanecieron alertados durante una semana, realizando un total de 45 intervenciones en diez días.

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