MURCIA.- El catedrático de la Universidad de Columbia, en Nueva York, el murciano Gonzalo Sobejano, ha recibido hoy el título de Hijo Predilecto de
Murcia en el salón de plenos del Ayuntamiento, y ha recordado diversas estampas típicas
de la ciudad, así como la memoria de diversos poetas y murcianos
ilustres.
El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, ha hecho
entrega durante la ceremonia del título de Hijo
Adoptivo de la ciudad de Murcia al eminente profesor Gonzalo Sobejano
Esteve, quien ha recordado en su intervención la estrecha vinculación
que tiene con Murcia, su lugar de nacimiento en 1928.
Cámara ha destacado
que "celebramos con emoción que Murcia rinde un justo homenaje a uno
de sus hijos más queridos con la concesión del título
de Hijo Predilecto de la ciudad de Murcia".
Gonzalo Sobejano Esteve es una
de las personalidades más sobresalientes del hispanismo internacional, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Columbia, en Nueva York, estudioso de las letras hispanas y uno de los más respetados críticos de la novela contemporánea.
El
alcalde ha añadido que "sería casi interminable enumerar las
distinciones que don Gonzálo Sobejano atesora y que evidencian su
destacada contribución a las letras hispánicas": el Premio Nacional de
Literatura Emilia Pardo Bazán, la Cruz de Comendador de la Orden de Isabel la Católica
o la Medalla Nacional de Bellas Artes son algunas de ellas, a las que
se suman los nombramientos de miembro de la Real Academia Española o doctor "honoris causa" por la Universidad de Murcia.
1 comentario:
Este Sr. Parce reunir los méritos suficientes para que el Municipio tenga un detalle al reconocer su trayectoria o académica.
Lo que fue un despropósito fue otorgar la medalla de Oro de la Región a un presunto iluminado? como Andrés Hernández Ros y al último Alcalde franquista de la Ciudad de Murcia, Clemente García García, que entre otros logros dignos de mención que nos demuestran su condición moral para hacerse digno de tal distinción nos encontramos con su entusiasmo casi juvenil fruto de su pasado falangista para que el Consistorio de la Ciudad apoyase las últimas ejecuciones del Franquismo, en Septiembre de 1975, en contra de toda la comunidad internacional y las fuerzas democráticas del Estado que no sólo censuraban la pena de muerte, sino la ausencia de las garantías procesales mínimas.
Mientras estos dos oscuros personajes fueron homenajeados en los fastos del día de la Región, al fusilado que yace en el cementerio de Nuestro Padre Jesús Nazareno nadie lo recuerda.
Desconozco si Sobejano además de enseñar, escribe en sus ratos libres; pero con estos dos sujetos tiene materia para llevarse uno de los grades premios literarios serios.
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