jueves, 2 de agosto de 2012

La ministra de Fomento juega con las luces de Valcárcel y menosprecia la inteligencia murciana

MURCIA.- La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha asegurado este jueves en Blanca que "se está trabajando" para que el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia pueda estar operativo en otoño.

   Tras asistir a la puesta en servicio de dos tramos de la autovía A-33 entre Blanca-Abarán y Abarán-Jumilla, que han supuesto una inversión de 122,52 millones de euros, la ministra ha puntualizado que se está trabajando en la parte operativa, "muy importante", y aquella que tiene que ver con el personal del aeropuerto de San Javier.
   Por lo tanto, ha señalado, "estamos trabajando codo con codo para resolver todos los problemas pendientes y que pueda ser operativo" lo antes posible.
   Pastor ha achacado el retraso de la puesta en marcha del proyecto al Gobierno anterior, ya que, según ha señalado, pese a que se hubiese firmado un protocolo de actuación, "no había ningún encargo a Aena para que hiciera nada en el nuevo aeropuerto de Corvera" ni siquiera "un solo papel operativo".
   Así, ha asegurado que "no es tema menor que un aeropuerto se ponga en marcha" y que están haciendo todo el trabajo para que exista una inauguración en breve. 
De tal forma, Ana Pastor ha mostrado su deseo de que en su próxima visita a Murcia acompañe al presidente Valcárcel en la apertura del aeropuerto.
La ministra ha asistido este jueves a la puesta en servicio de dos tramos de la autovía A-33 entre Blanca-Abarán y Abarán-Jumilla, que han supuesto una inversión de 122,52 millones de euros.
   La seguridad vial y el respeto al medio ambiente han primado a la hora de desarrollar esta infraestructura, elemento clave de integración territorial entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, ha señalado la ministra, quien ha añadido que la intención del Gobierno de la Nación es concluir esta autovía en los tres tramos que quedan desde Jumilla a Yecla y Caudete y a Fuente la Higuera, según la disponibilidad presupuestaria que exista.
   "En este momento seguimos trabajando para el futuro de la Región de Murcia" por lo que "el resto de kilómetros que falta se irá haciendo a medida que las disponibilidades presupuestarias lo permitan, y a pesar de la crisis", ha enfatizado.
   De hecho, ha comentado que, pese a lo momentos de dificultad económica, la Región "ha sido una de las comunidades que más ha subido el presupuesto este año, hasta llegar a 280 millones de euros". Así, ha lamentado que "no sea suficiente", aunque ha recalcado que están haciendo un "esfuerzo muy importante", sobre todo con el proyecto del AVE, del que asegura que "va a buen ritmo". 
   En el mismo sentido, ha declarado que "es una 'fantasmada'" vaticinar una fecha de las inauguraciones de los tramos de autovía que están todavía en obras y de la llegada del tren de alta velocidad a la Región, ya que "los políticos no están para prometer y prometer, sino para hacer cosas".
   En concreto, la puesta en servicio de estos dos tramos de la autovía A-33 permitirá a los habitantes de Blanca, Abarán y Jumilla un ahorro en el tiempo de sus desplazamientos, además de poder hacerlo de forma mas segura. Se prevé que utilicen a diario esta infraestructura 8.000 vehículos que hasta ahora circulaban por la N-344, de los cuales 2.000 serán pesados.
   La A-33 es una autovía de trazado nuevo con dos calzadas, de dos carriles cada una, separadas por una mediana de diez metros. Los tramos que se ponen en servicio suman un total de 30 kilómetros y han supuesto una inversión de 122,52 millones de euros: Blanca-Abarán (58,53 millones de euros, 12,4 km) y Abarán-Jumilla (63,99 millones de euros, 18,32 km).
   A lo largo de este trazado se han ejecutado una serie de enlaces para mejorar la conectividad de toda la zona, con la autovía A-30, con la carretera nacional N-344 y con las vías autonómicas A-10 y A-20.
   Los tramos que ahora entran en servicio son una parte de todo lo que supondrá la autovía A-33 entre Blanca y Font de la Figuera, una infraestructura viaria de aproximadamente 90 kilómetros, dividida en cinco tramos: tres que discurren íntegramente en Murcia, el cuarto que lo hace a caballo con la Comunidad de Castilla-la Mancha y otro, en la Comunidad Valenciana.
   Se trata de una carretera de alta capacidad que servirá de nexo de unión entre tres corredores fundamentales: la autovía A-31 (Albacete-Murcia), la autovía A-30 (Albacete-Murcia-Cartagena) y la autovía A-35 (Almansa-Xativa).
   La seguridad vial ha estado presente en todas y cada una de las actuaciones del proyecto. Así, en estos tramos de la A-33 se ha seguido el modelo de carreteras clementes o 'forgiving roads', para evitar los posibles errores humanos y, en caso de accidente, minimizar los efectos y consecuencias de los mismos.
   Las actuaciones en materia de seguridad vial se han centrado en evitar los posibles siniestros por salidas de la vía, sustituyendo, en algunos tramos, la barrera metálica tipo 'bionda' por el movimiento de tierras necesario para establecer una inclinación suave del terreno; o cambiando los postes metálicos de la carcelería por postes tubulares homologados de PVC. También se han implantado en la mediana pantallas antideslumbrantes y se ha reforzado la señalización de los enlaces.
   En la ejecución de esta infraestructura viaria se han invertido 7,5 millones de euros en medidas para la salvaguarda de los espacios protegidos de la Sierra del Carche y la Sierra de la Pila; así como en la prospección inicial para la protección del patrimonio arqueológico y paleontológico. También se han instalado pantallas acústicas y se han adecuado pasos de fauna.

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