viernes, 13 de julio de 2012

Todas las luces rojas están encendidas para Murcia / Patricio Hernández *

El acuerdo de ayer del gobierno con las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de reducir el objetivo de déficit para 2013 al 0,7% (antes estaba fijado en el 1,1%) supondrá un recorte adicional en el presupuesto regional de Murcia de centenares de millones de euros en los dos próximos años. 

Murcia ha votado a favor en la mayor traición a los intereses de los murcianos, que ha hecho el demagogo y finalmente sumiso de Valcárcel desde que es presidente (sólo los más viejos se acuerdan ya de cuando entró al gobierno el emperador de los murcianos). Murcia ha renunciado así a alinearse con las comunidades (4) que se han opuesto -se han abstenido incluso algunas como Castilla León o Extremadura, gobernadas por el PP- para tratar que el Ejecutivo alivie su ajuste del déficit este ejercicio (tiene que reducirlo del 3,3% de 2011 al 1,5%) tras la relajación concedida por Bruselas para la meta de déficit total (del 5,3% previsto inicialmente al 6,3%).

Todo esto significa en el contexto actual que la sanidad, la educación y el resto de la política social que constituye el grueso del gasto regional (hasta el 80%) va a sufrir un grave recorte adicional que va a terminar de destrozar la universalidad y calidad de estos derechos sociales en la región. El déficit quiere decir que el dinero que se genera no alcanza para pagar todas las cuentas, y alguien queda siempre sin cobrar, ya sean empleados públicos, proveedores del Estado o servicios de cualquier tipo. Ahora, cuando ya llevamos tres años de recortes regionales severos, esta noticia supone que los murcianos se enfrentan a una situación inédita en la que el colapso amenaza gravemente a nuestras políticas sociales públicas, que serán insostenibles para el presupuesto regional del que dependen. 

Todo lo que hemos visto con la universidades públicas, los interinos, la dependencia, las subvenciones a organizaciones del Tercer Sector para atender a colectivos vulnerables, las transferencias a los municipios para atender programas básicos de servicios sociales, etc., van a sufrir una inimaginable nueva vuelta de tuerca. Sólo pensar en que se va a suprimir es un ejercicio de sadismo mental no apto para gentes sensibles.

La prensa regional de hoy, cuya actitud general de silencio cómplice es ya más que sonrojante, nada advierte sobre este evidente y gravísimo acuerdo para los murcianos. Por otra parte el Gobierno ha vuelto a amenazar ("advertir" en el lenguaje oficial) a las comunidades incumplidoras -entre las que está muy destacadamente Murcia, junto a otras siete (recordemos que Murcia tiene el mayor déficit, un 4,33 a finales de 2011, tras Castilla-la Mancha y Extremadura)- con la intervención, lo que agravaría mucho más la situación de la Región. 

Montoro ha dejado claro que nunca ha pretendido "mutualizar el riesgo de las comunidades autónomas",  y que el riesgo sigue correspondiendo a las regiones", con lo que desmiente otra vez a Bernal que daba por hecho los llamados "hispanobonos" a juzgar por sus reiteradas declaraciones en la Región.  A cambio se creará hay un "fondo"  para financiar los vencimientos de las comunidades autónomas, pero el ministro de Hacienda ha puntualizado que no será para todas las regiones, que se usará de manera "excepcional" y exigirá nuevas condiciones de saneamiento presupuestario, O sea, que Murcia lo tendrá muy difícil para acogerse a él. 

Lo dicho: todas la luces rojas están encendidas para Murcia, y aquí no parece haberse enterado nadie.

(*) Presidente del Foro Ciudadano de la Región de Murcia

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