martes, 24 de julio de 2012

De Ramón quiere ver ante el juez al 'cerebro' de los "nuevos productos financieros" de la CAM

MURCIA.- La acusación popular representada por el abogado murciano Diego de Ramón en el caso de las cuotas participativas y partipaciones preferentes ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, que tome declaración al especialista en ciencias económicas y sociología, el alicantino Carlos Rosser, por haber asesorado a los empleados de la CAM a la hora de vender nuevos productos financieros mediante persuasión y manipulación.

En un escrito, el abogado de la plataforma de afectados de la caja, Diego de Ramón, ha asegurado que Rosser, autor del libro "Cómo vender a clientes resistentes", asesoró a la CAM en la venta de productos de inversión en Bolsa, cuotas participativas, preferentes y demás productos de inversión.
Mediante técnicas como la "intrusión en la mente del cliente, la persuasión subliminal, el traslado del lenguaje hipnótico a la venta comercial, la apelación al inconsciente o la manipulación de la mente ajena", la CAM trató de vender en el mercado minorista productos de inversión complejos, según ha apuntado en su escrito.
En consecuencia, la caja murciano-alicantina acudió al mercado minoritario utilizando métodos propios de "selección de personas con poca capacidad de entendimiento y conocimiento para poder tomar libremente" una decisión sobre sus ahorros.
El resultado de estas operaciones, que el abogado califica de "imprudencia financiera", es la ruina de numerosos clientes, fundamentalmente personas mayores, extranjeros y jóvenes "sin ningún tipo de instrucción", ha insistido.
Por otro lado, el abogado también ha pedido a la Comunidad Valenciana y a Murcia si han subvencionado con ayudas públicas los cursos de formación de los empleados de la CAM sobre la emisión de cuotas participativas, preferentes y deuda subordinada.
Sobre el papel del ex director general Roberto López Abad en la caja, intervenida por el Banco de España en julio de 2011, De Ramón ha indicado que tras la ruptura del SIP -la alianza con la que la entidad se iba a unir con Cajastur y otras dos cajas-, el exdirectivo siguió beneficiándose de sus condiciones retributivas y del acceso a su prejubilación, de 5,6 millones de euros.
Asimismo, ha denunciado las operaciones con sociedades domiciliadas en paraísos fiscales así como los créditos sin garantías otorgados al proyecto inmobiliario Polaris World, al constructor Enrique Ortiz, implicado por los casos Brugal y Gurtel, a Terra Mítica y a la mejicana Crédito Inmobiliario.

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