miércoles, 6 de junio de 2012

Los contratistas de obra pública denuncian nuevos impagos de administraciones públicas a partir de enero de 2012

MURCIA.- La Cámara de Contratistas de Obras Públicas de la Región de Murcia ha detectado que "algunas" administraciones públicas no están pagando las certificaciones de obra corrientes emitidas desde el 1 de enero de 2012, y sospecha que las empresas proveedoras no van a ver satisfecha la deuda "en mucho tiempo", puesto que no confía en el desarrollo de un nuevo plan de pagos.

   Se trata de un hecho de "gravedad extrema" que los contratistas exigen corregir a las administraciones públicas, según ha demandado el presidente de la Cámara, Luis Ramón Fernández, quien ha comparecido en rueda de prensa junto al vicepresidente de la Junta Directiva, Enrique Fernández-Delgado, y el secretario de la entidad, José María Riquelme.
   A pesar de que el Gobierno central está ejecutando los planes de pagos puestos en marcha y cumpliendo los plazos, los contratistas creen que no va a haber más planes de este tipo, por lo que reivindican a partir de ahora "el pago puntual y estable" de todas las certificaciones de obra, algo que "ya se ha incumplido en los primeros cinco meses del año", según Fernández.
   En cualquier caso, ha remarcado que, si las administraciones públicas incumplen el pago en 2012, las empresas "son libres" de tomar medidas y de "asumir los riesgos que crean convenientes", ya que estos impagos son "un hecho gravísimo" que aboca los negocios "al cierre y al despido de trabajadores".
   "No invito a nadie a acudir a la Justicia, cada empresa es libre", ha puntualizado Fernández, quien ha recordado que "también ha habido empresas que se han adherido al plan de pagos y otras que han optado por la vía judicial". No obstante, ha añadido que, con la ley en la mano, las empresas pueden apelar "a la ley de contratos, que exige el pago en 30 días, o de morosidad, que amplía el plazo a 45 días".
   Fernández no ha querido especificar el montante que alcanzan estos impagos ni ha señalado las administraciones que han incumplido la ley en estos primeros meses de 2012, algo que a su juicio "corresponde a las empresas destapar", aunque se ha remitido a "las administraciones que incumplieron en 2011", entre las que ha citado tanto a comunidades autónomas como a ayuntamientos.
   No obstante, ha destacado que el Plan de pago a proveedores se ha comenzado a ejecutar la semana pasada, algo que ha considerado de "vital importancia", pero ha reiterado su denuncia sobre la imposición que supone "la renuncia a los intereses de demora", que podrían ascender a unos 300 millones de euros para los proveedores de la Comunidad Autónoma.
   Esta cifra resulta de retraer el ocho por ciento que supone el interés a los 2.700 millones de euros de deuda que tenía contraída la Comunidad Autónoma y multiplicarlo por los dos años de atraso que arrastraban los proveedores por término medio en el cobro de sus facturas.
   Por otra parte, Fernández ha lamentado que, últimamente, se están produciendo "suspensiones de varias licitaciones de obra pública, tanto de la Comunidad Autónoma como de los ayuntamientos" que alcanzan un importe de unos 50 millones de euros, y ha citado como ejemplo, "sin ir más lejos", las obras de las costeras de la ciudad de Murcia.
   Ha estimado que sólo la paralización de las costeras, que ya habían sido licitadas, van a suponer una pérdida de dos millones de euros para las 298 empresas que se habían presentado al concurso, por el coste de los avales técnicos y de los proyectos, entre otras cosas, mientras que el Ayuntamiento habrá gastado un millón de euros.
   En esta misma tesitura se encuentran, según Fernández, el auditorio de Cehegín que supone un coste de 12 millones de euros, así como diversas obras en Torre Pacheco y en Lorca que ya estaban licitadas y se han paralizado.
   A pesar de la disminución de la inversión por parte de las administraciones públicas y la supresión de determinados proyectos, la Cámara de Contratistas de Obras Públicas de la Región de Murcia aumentó sus asociados en 2011 con diez nuevas empresas adheridas, algo que Fernández ha considerado "hasta raro".
   De hecho, del total de 85 asociados a la Cámara, Fernández ha explicado que puede haber 20 ó 30 en situación de concurso de acreedores por la situación económica, lo que "no quiere decir que tengan comprometida su viabilidad".
   Como consecuencia de la situación de crisis económica, la Cámara de Contratistas ha detectado un mayor número de empresas ajenas al sector de las obras públicas y no especializadas que acceden a las licitaciones de las administraciones.
   Ha remarcado que hace dos años hubo una reforma legal en materia de contratación pública por la cual, todas las obras cuyo importe no supere los 300.000 euros, no requieren la clasificación administrativa para poder licitar.
   Este hecho puede dar lugar, por ejemplo, a que empresas no especializadas puedan concursar en proyectos de rehabilitación del patrimonio histórico artístico algo que, según denuncia públicamente, está sucediendo en Lorca, donde la "ausencia de exigencia" está haciendo que cualquier compañía "pueda optar a intervenciones muy especializadas".
   A la vista de esta coyuntura y en base a sus previsiones, Fernández no ve "signos de recuperación de aquí a final de año", y pone en duda que la recuperación llegue en 2013, tal y como "afirma todo el mundo". 
"Sería deseable, pero tengo dudas razonables", ha zanjado.
   Para lograr la recuperación, el presidente de los contratistas ha insistido en pedir a las administraciones públicas "que ejecuten sus partidas de inversión" y que no suspendan proyectos, al tiempo que ha demandado a las entidades financieras "que aceleren las posibilidades de conceder créditos y sean más flexibles".
   Por lo que respecta a los indicadores más reseñables en el ámbito de la obra pública, la Región de Murcia, tras dos años liderando los descensos absolutos y porcentuales de licitación, queda en 2011 en un término medio en cuanto a reducción de inversiones, si bien sigue presentando unas cifras "tremendamente desalentadoras".
   En concreto, la Comunidad Autónoma registró un 45,8 por ciento menos de inversión que en 2010, con el consiguiente efecto de arrastre sobre la industria auxiliar y de materias primas y materiales del sector.
   La inversión total ascendió a 250,10 millones de euros, cuya menor cuantía "hace que este subsector prolongue una situación muy delicada, con grave riesgo de destrucción del tejido regional de pymes que se dedican a la obra pública, y que se acentuará por la falta de inversiones de las administraciones en los próximos cinco años".
   El descenso en la inversión no se reparte por igual entre el conjunto de las administraciones, pues mientras los ayuntamientos lo lideran con un 81,9 por ciento menos (44,08 millones de euros), la Comunidad Autónoma arroja un porcentaje de descenso del 51,5 por ciento (59,40 millones de euros), y el Gobierno central lo disminuye un 52,7 por ciento, con una cifra licitada de 146,63 millones.

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