miércoles, 6 de junio de 2012

Egea necesita casarse con urgencia aunque sea 'de penalty'

MADRID.- BMN, una entidad de tamaño mediano surgida de la fusión de Caja Murcia, Sa Nostra, Caja Granada y Caixa Penedès, busca pareja para un nuevo matrimonio de conveniencia porque el tiempo apremia. Si no encuentra una solución de aquí al lunes 11 de junio, corre el peligro de que el Banco de España niegue su visto bueno al plan que le presente para limpiar su balance de activos tóxicos. Y sólo tiene hasta el 30 para cerrar una fusión. Sin novio, BMN podría verse abocada a recabar ayudas públicas, a juicio de 'El Economista'. 

El Gobierno ha dictado este año dos decretos de reforma financiera que imponen a las entidades la realización de provisiones. Con el último se ha incrementado notablemente el esfuerzo, lo cual fuerza a la fusión a las entidades de tamaño medio para evitar las pérdidas que podrían tener por el elevado nivel de provisiones exigido.
Además, por esta vía se consigue un año adicional para completar el proceso. Hasta hace unos meses, BMN había intentado hacer la travesía en solitario. Tras el último decreto de reforma -se aumentaron las exigencias- y después de haber perdido la oportunidad de fusionarse con Ibercaja -una de las cajas más saneadas que finalmente optó por Liberbank-, BMN busca pareja. 
Le interesaba el Banco de Valencia, pero la incógnita sobre cuándo se producirá la subasta de este último resta todas las posibilidades de unión. Ante esta situación, los responsables de la entidad han establecido contactos con Popular, La Caixa y Unicaja. El problema es que los tres están inmersos en procesos de absorción de otras entidades y no necesitan más alianzas. 
BMN no puede buscar cualquier pareja y crear un banco zombie, que oculte la situación real, y el Estado tendrá que poner dinero para evitarlo.

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