miércoles, 2 de mayo de 2012

Ya se habla de una eventual fusión de Mare Nostrum con Liberbank y Manuel Menéndez de presidente

LA CORUÑA.- Banco Mare Nostrum (BMN), grupo afincado en la costa mediterránea y  liderado por Caja Murcia, ha buscado en las últimas fechas un acercamiento a Liberbank para estudiar una posible fusión, según el rotativo gallego 'La Opinión'. 

Los contactos se producen después de que el Ministerio de Economía instara a ambas corporaciones financieras y a otras dos de tamaño mediano (Unicaja e Ibercaja) a abordar integraciones entre sí. Una posible unión de Liberbank y BMN daría lugar al séptimo grupo del país por volumen de activos, según cálculos de la prensa coruñesa.

El cántabro Enrique Ambrosio, vicepresidente de Liberbank, reveló este fin de semana que el banco que comparten Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura está "estudiando" una posible fusión, "aunque no hay una decisión tomada" al respecto todavía. 

La caja murciana y Cajastur ya mantuvieron conversaciones en 2010 para formar un gran grupo junto a otras entidades, pero aquel proyecto no prosperó por diferencias y ambiciones personales de poder entre Carlos Egea, presidente de Caja Murcia, y el actual presidente de Liberbank, Manuel Menéndez; el mismo que abandonó un proceso avanzado de fusión con Caja Mediterráneo al llegar a conocer a tiempo su verdadero y alarmante estado de cuentas.

Según fuentes del Banco de España, el presidente de la eventual entidad resultante sería ahora Manuel Menéndez, de 53 años, catedrático de Administración de Empresas y Contabilidad de la Universidad de Oviedo desde los 37 años. Además, es autor de varios libros de economía. 

Menéndez accedió a la presidencia de Cajastur con tan sólo 35 años y a la de HC Energía (antes Hidrocantábrico) con 41, lo que le convirtió en el presidente más joven del sector energético español.  También preside Naturgas, la filial gasista de HC Energía, y es consejero en varias sociedades, según 'Abc'.

Hay mucha prisa en fusionar

Los cuatro grupos de cajas de tamaño medio que quedan tras la primera oleada de fusiones en el sector -BMN, Liberbank, Ibercaja-Caja3 y Unicaja-Caja España- se han resignado a acometer una segunda operación antes de fin de mes por las fuertes presiones de Economía en este sentido. Varios esperaban cumplir los deseos del Ejecutivo con la compra del Banco de Valencia, pero "no hay tiempo, tenemos que hacer algo antes de que se resuelva la subasta", admiten en uno de ellos, según 'El Confidencial'.

Pero ni siquiera hay tiempo para eso. "Tenemos que movernos antes de que se resuelva la subasta, y si la gana alguno, el Banco de Valencia se integrará en la nueva entidad fusionada", explican en otro de los grupos implicados.

Pero ninguna fusión es nada fácil, por dos motivos principalmente. El primero son los personalismos, es decir, la negativa de todos los presidentes a perder poder en una fusión, que se ha convertido en el principal obstáculo para la oleada de integraciones que pretendía provocar el plan de De Guindos.

Incluso Menéndez, presidente de la más pequeña de las cuatro (Liberbank, con 53.000 millones en activos), se niega a protagonizar un movimiento en el que no esté él a la cabeza. De hecho, ésa es la causa por la que ha sido incapaz de culminar ninguna de las múltiples conversaciones que ha mantenido en el último año. Medel tampoco mantiene un buen entendimiento con Egea, ya que sus estilos de gestión son radicalmente distintos.

El segundo obstáculo son los problemas internos que sufre cada una. BMN -formada por las cajas de Murcia, Granada, Penedès y Sa Nostra- es la que tiene más avanzada su integración (al 80%), pero todavía tiene que reducir enormemente sus costes: recientemente ha anunciado un nuevo ERE que afecta al 21% de su plantilla.
Las otras tres han recorrido mucho menos camino, pues ni siquiera Liberbank (formada al mismo tiempo que BMN, aunque después sufrió la traumática expulsión de la CAM) tiene unificados los servicios centrales de Cajastur, Cantabria y Extremadura. Aunque tiene buenas cifras de solvencia, sus provisiones del ladrillo se encuentran entre las más bajas del sector. Para acceder al régimen especial de fusiones, se ha embarcado en la compra de la red en España de la portuguesa Caixa Geral, operación que espera acogerse a la excepción de un incremento inferior al 20% de su activo -sólo le aporta 8.200 millones-.

En todo caso, ninguna de las cuatro está por la labor de unirse al gigante formado por Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas más pequeñas. "Antes que irnos con Bankia preferimos fusionarnos las cuatro juntas, nadie quiere saber nada de Rato", señala una de las fuentes consultadas. 

Entonces, ¿qué va a pasar? "Al final, alguien cederá y aceptará fusionarse con otra sin mandar, y las otras dos no tendrán más remedio que unirse entre sí", concluye otra de las fuentes. "Es inevitable, Economía está presionando muchísimo y alguien acabará dando su brazo a torcer", añade.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si Menéndez es Catedrático de Contabilidad ya podemos dar por abortada la fusión, al margen de personalísimos.

Lo que verá en la contabilidad creativa de Cajamurcia es de Cátedra Penal más que de otra asignatura.