martes, 15 de mayo de 2012

Liberbank, BMN, Ibercaja y Unicaja entrarán en pérdidas por el decreto del Gobierno

SANTANDER.- La entrada en vigor del Real Decreto Ley 18/12, de 11 de mayo, sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero ya está teniendo consecuencias entre los grupos financieros de tamaño mediano como Liberbank. Según fuentes consultadas, el banco de Caja Cantabria, Banco Mare Nostrum, Unicaja-Banco Ceiss e Ibercaja-Caja 3 entrarán en pérdidas este año por el elevado volumen de provisiones que les exige la nueva reforma, que se suman a las previstas por el aprobado en febrero pasado por el Gobierno, revela hoy 'El Diario Montañés'.

De acuerdo con ambos decretos, los cuatro grupos financieros -a los que el Gobierno ha instado a entablar conversaciones para una hipotética fusión- deberán provisionar este mismo año 4.400 millones de euros, una cifra muy similar a la que el Gobierno le exige al BBVA, el segundo grupo bancario del país. Las provisiones llegarán a 5.021 millones si se suman los 621 ya computados por Unicaja-Banco Ceiss durante el primer trimestre del año.
Liberbank deberá hacer frente a provisiones por importe de 961 millones de euros y Unicaja-Banco Ceiss (antiguas Caja España y Caja Duero) a un total de 958 millones. BMN tendrá que provisionar a 1.319 millones e Ibercaja 1.164. El Gobierno exige que los bancos hagan frente a esos saneamientos este año, salvo que se fusionen, para lo que tendrán dos ejercicios.
De confirmarse esas cifras,el banco que comparten Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria tendría hasta el 31 de diciembre para disponer de un dinero que tiene que salir de los resultados del grupo (opción insuficiente, porque el beneficio anual no pasó de 308 millones en 2011 y presumiblemente será inferior este año) y, en su defecto, de los recursos propios de la entidad. Como al mismo tiempo la banca está obligada a mantener un nivel mínimo de capitalización (8% o 10%, según tengan o no participación privada), las entidades que sufran quebranto deberán buscar capital fresco en el mercado (mediante la venta de activos con plusvalías o la captación de accionistas). Si no lo encuentran, se verán obligadas a los préstamos públicos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a devolver con un interés del 10% anual.
Las exigencias del Gobierno han provocado un elemento de reflexión de cara a las fusiones todavía por fraguar, opinan fuentes del sector, que creen que se puede llegar a replantear el escenario conocido hasta ahora. Y están detrás de la suspensión por parte del Ministerio de Economía de un encuentro previsto para ayer por la tarde entre los presidentes de los cuatro grupos y responsables del Ministerio de Economía. Liberbank, BMN, Unicaja e Ibercaja, en efecto, tendrán que volver a elaborar sus planes de negocio y estimaciones para el ejercicio de acuerdo con el impacto en sus cuentas de los dos decretos de reforma. Y la fecha para presentar este nuevo plan ante el Banco de España es el próximo 11 de junio.
La fusión de estas cuatro entidades daría lugar al quinto grupo financiero del país con 270.000 millones de euros en activos y conformaría un banco sistémico como el Santander, BBVA, Bankia y Sabadell. Sería, por su tamaño, un grupo clave y esencial para el funcionamiento del sistema financiero y la economía española.
La fusión, sin embargo, no es bien vista en ámbitos financieros ni políticos ya que podría acarrear problemas adicionales. Unicaja tiene pendiente la absorción de las cajas catellano-leonesas e Ibercaja también se está fusionando con Caja 3. El gran tamaño de la nueva entidad supondría no tanto mayor capacidad de resistencia como unas exigencias más elevadas de solvencia en el entorno internacional. Fuentes del sector llegan a equiparar un proceso de este tipo al que generó en su día la recién nacionalizada BFA-Bankia, resultante de la fusión de siete entidades de ahorro de condiciones dispares.

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