Los facultativos y técnicos del Instituto de
Medicina Legal (IML) de Murcia han logrado obtener restos orgánicos de un
feto que falleció en 1982 en lo que ha sido la primera exhumación
realizada en la Región en el procedimiento de bebés robados.
La exhumación se ha practicado a las 11.00 horas, en el cementerio
de Fortuna, por orden de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma de
Murcia, en virtud de unas diligencias preliminares de investigación
penal.
Así, bajo la órdenes de la fiscal encargada del caso, han
participado facultativos y técnicos del IML de Murcia y miembros de la
Unidad Adscrita de Policía Judicial de la Guardia Civil, según han
informado fuentes del IML de Murcia.
Igualmente, han estado presentes los padres del feto fallecido, a
los que se les ha realizado una toma de muestras indubitadas de material
genético. La denuncia partió de la madre, que aseguró que en el
hospital le dijeron que uno de los gemelos que había dado a luz había
fallecido.
En la diligencia de exhumación se han obtenido restos orgánicos
que serán remitidos al servicio de Genética del Instituto Nacional de
Toxicología y Ciencias Forenses, Departamento de Madrid, para el estudio
antropológico y cotejo de los perfiles de ADN con las muestras tomadas a
los familiares.
El segundo caso de exhumación se realizará este jueves,
previsiblemente también a las 11.00 horas, en el cementerio de Santa
Emilia de Canteras de San Fernando (Cartagena). Se trata de un parto, en
septiembre de 1974, de una niña que al día siguiente "le fue entregada a
la madre la caja con los restos de ésta para que fuera enterrada".
En cada caso de los estudiados por el Instituto de Medicina Legal
se ha hecho "un informe de compatibilidad de los hechos con la denuncia y
de la viabilidad de realizar exhumaciones y con ese informe, quien toma
la decisión es la Fiscalía", siendo el IML el encargo de practicarla,
según explica a Europa Press el director del IML de Murcia, Rafael
Bañón.
De este modo, los técnicos forenses llevarán a cabo la recogida de
muestras que sean "adecuadas" para el estudio. Se ha estudiado,
previamente, que estos restos no estén en un osario, ya que de ser así
"no existiría posibilidad de ser identificados".
No obstante, apunta que "en algunos de los casos tenemos dudas con
respecto a la cadena de custodia, que habrá que valorarla a efectos de
que los resultados sean fiables para poder obtener unas conclusiones
adecuadas".
Una vez que se recojan las muestras del cadáver, también se hará
lo propio con las muestras indubitadas de los familiares relacionados
genéticamente, que en el caso que viva la madre pues sea ella;
dependiendo del árbol genealógico del que se disponga.
Al hilo, Bañón ha subrayado que "es posible que queden muy pocos
restos y que no se pueda obtener un resultado fiable". En caso de que el
resultado sea fiable, también lo será de forma científicamente
razonable"; de manera que "tendrá una probabilidad de error muy baja,
para lo que hace falta que tengamos muestras suficientes".
El hecho de que los médicos forenses puedan tener o no muestras
suficientes dependerá, ha indicado, "del grado de deterioro de los
restos, ya que si se han deteriorado mucho es posible que no tengamos
ADN suficiente". El ritmo de descomposición dependerá de factores de
temperatura, humedad y del tiempo, que en este caso "es muy largo".
Fue el pasado mes de febrero cuando la Asociación de Bebés Robados
en Murcia --nacida en septiembre de 2011-- hizo su presentación oficial
a través de la directora, Inés Madrigal, quien cifró en aquel entonces
en 40 los casos de familias afectadas que hay actualmente en la Región.
Madrigal, afincada en Murcia desde hace 18 años aunque nacida
presuntamente en Madrid, en la Clínica San Ramón, dirigida por el
conocido doctor Vela, es presumiblemente bebé robado, al ser regalada a
su madre por el mencionado doctor.
Durante la rueda de prensa, apuntó a las coincidencias que
empiezan a aparecer de médicos y hospitales en la Región de Murcia,
aunque ha declinado hacer públicas las identidades de los facultativos.
No obstante, no ha dudado en señalar a un conjunto de hospitales
murcianos y colegios de adopción "irregulares" de los que han ido
saliendo casos.
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