jueves, 26 de abril de 2012

Parece que a BMN le falta vigor para hacerse con el Banco de Valencia, ahora apetecido por el Popular

VALENCIA. El proceso de venta de la histórica entidad financiera valenciana, el Banco de Valencia, ha despertado también el interés de la banca mediana española y en especial ahora de Banco Popular. Según las fuentes financieras consultadas por ValenciaPlaza.com, la entidad que preside Ángel Ron jugará fuerte en una subasta en la que más que el interés por el negocio y la red lo que pesa es el salvoconducto que ofrece participar en una operación que lleva aparejada un potente esquema de protección de activos.

"Banco Popular se ha comido al Pastor a pulmón", explican desde el sector en referencia a la reciente abosorción del banco de origen gallego sin ningún tipo de apoyo, como sí han tenido Sabadell con CAM o BBVA con Unnim. "El esquema de protección de activos que se ofrece para quedarse con Banco de Valencia [que protege el 80% de las pérdidas generadas por los activos problemáticos con cargo al Fondo de Garantía de Depósitos] es una herramienta que puede resultar clave para que el Popular pueda afrontar las exigencias de capital de la reforma financiera al tiempo que ganaría un año para realizar toda la digestión", aseguran las mismas fuentes.  
La reforma financiera aprobada el pasado febrero por el Gobierno obliga a los bancos a provisionar su riesgo inmobiliario en 2012 con cargo a resultados. Un esfuerzo estresante para no pocas entidades que pueden aplazarlo a 2013 en caso de protagonizar una fusión en la que aumenten al menos un 20% su tamaño. Los 25.000 millones de activos de Banco de Valencia se convirtieron en un bocado apetecible para la banca mediana española. Aunque el temor a que el agujero en el balance de Banco de Valencia fuera inasumible frenó el interés durante unos meses (en los que prácticamente BMN, liderada por Cajamurcia fue el único candidato firme) en las últimas semanas y tras la valoración definitiva del FROB, el banco valenciano ha vuelto a llamar la atención del sector.
A este mayor interés del Popular se añade la poco velada intención del Gobierno de impulsar una fusión entre BMN, Liberbank (Cajastur), Ibercaja y Unicaja, al considerar que estas cuatro entidades en solitario no podrán superar los requisitos de capital, lo que puede dificultar la puja por una tercera entidad, en este caso Banco de Valencia, tanto por BMN como de Liberbank, que también quiere entrar en el proceso.
El Banco de Valencia encara una semana decisiva para su futuro con asuntos clave por decidir. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) recibirá mañana viernes las ofertas no vinculantes de los interesados en la subasta de la entidad. Sin embargo, antes de que estas pujas sean firmes, el banco deberá pasar por el examen de la junta de accionistas que se celebrará el lunes 14 de mayo.
En los últimos días se han producido algunos contactos entre los accionistas históricos del Banco de Valencia y sus gestores, un hecho que, hasta ahora, estaba pendiente y que se ha desbloqueado con la llegada del nuevo administrador del FROB, el 'cuarto hombre', que se ha instalado en la sede de la calle Pintor Sorolla precisamente con el objetivo de preparar una junta en la que se debe dar el visto bueno al plan de viabilidad.
José Antonio Iturriaga, que hasta hace unas semanas estaba destinado por el Banco de España en la CAM, ha iniciado contactos con accionistas de la entidad para preparar una junta que se pretende transcurra sin demasiados sobresaltos.
Para ello, Iturriaga deberá limar asperezas tanto con los socios históricos del banco, fundamentalmente los que ocupaban un puesto en el consejo, como con la mayor parte de la masa social. En ese punto, el papel que pueda jugar la asociación Pro Banco de Valencia puede ser deteminante, dado que con su actividad en los últimos meses ha concentrado un importante número de respaldos que, en todo caso, deben aún ratificarse.
Pro Banco de Valencia ha convocado para el próximo 8 de mayo una asamblea informativa en el Teatro Principal (justo frente a la sede del banco) en la que se tomará una posición ante la junta. La asociación de pequeños accionistas también ha abierto el plazo para recibir delegaciones de voto, que se pueden formalizar hasta el día 10 del mes que está a punto de empezar.
Pero el otro gran punto que está por desvelarse es la posición que adoptará el que aún es accionista de referencia: Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia). Aparentemente nada ha cambiado respecto al encontronazo entre los dos grandes socios del banco, Bancaja y Caja Madrid, a cuenta precisamente de la crisis y posterior intervención del banco valenciano.
La pieza que durante estos meses de tensión se ha considerado clave para desbloquear la crisis -y facilitar una salida lo menos traumática posible para el resto de socios de la histórica entidad financiera valenciana- sigue estando en la misma posición del engranaje. José Luis Olivas mantiene la presidencia de Bancaja y precisamente hoy jueves afronta un nuevo consejo de administración en el que, cuanto menos, la caja de ahorros debería marcar una posición que defender en el seno de BFA a la hora de fijar el voto en la junta del Banco de Valencia.

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