viernes, 27 de abril de 2012

No está nada claro que Banco de Valencia caiga en manos de un pequeño como 'Mare Nostrum'

MADRID.- Banco Mare Nostrum (BMN) presentó este viernes una oferta vinculante para la compra del intervenido Banco de Valencia cuya subasta debería estar resuelta a mediados de junio, dijeron fuentes con acceso al cuaderno de venta.

"La entidad ha presentado esta tarde la oferta no vinculante en una operación que de culminar le debería permitir acercarse a una cifra de 100.000 millones de euros de activos bajo gestión que está considerada como una cifra psicológica que permite operar con mayor eficiencia en los mercados", dijo una fuente con conocimiento del proceso de venta.
En el mercado se baraja al Popular también como uno de los favoritos para adjudicarse Banco de Valencia si bien su director financiero no quiso pronunciarse este viernes durante la presentación de resultados sobre la entidad valenciana y únicamente reconoció que estudiaría el cuaderno de ventas de Catalunya Caixa.
"Sobre el primero (Banco de Valencia) estamos sujetos a mantener la confidencialidad con respecto al FROB (quien lo adjudica) y no lo podemos comentar, y sobre Catalunya Caixa hemos recibido literalmente ayer una invitación para mostrar nuestro interés y es verdad que lo vamos a estudiar", dijo el directivo de Popular en una conferencia con analistas.
En la actualidad, tanto la intervenida Banco de Valencia como la nacionalizada Catalunya Caixa se encuentran en proceso de subasta. El calendario para Banco de Valencia fija como tope este viernes, 27 de abril, para la presentación de ofertas no vinculantes y el 27 de mayo para las vinculantes antes de su adjudicación en junio.
Diversas fuentes han indicado recientemente que Banco de Valencia, con activos de unos 22.000 millones de euros, podría atraer el interés de entidades de tamaño mediano.
En la actualidad, el sector bancario español se encuentra en pleno proceso de reestructuración después de que el Gobierno aprobara en febrero una normativa que obliga a la banca a afrontar la depreciación de los activos inmobiliarios con unas nuevas exigencias por provisiones y capital por importe de unos 54.000 millones de euros.
El Ejecutivo aprobó esta legislación en un intento por recuperar la confianza de los inversores internacionales en el sector bancario español, cuyo principal talón de Aquiles es precisamente el negocio del ladrillo, donde tiene unos 184.000 millones de activos problemáticos.
Banco Mare Nostrum, con activos de unos 70.000 millones y presencia en el arco mediterráneo (Granada, Murcia, Cataluña y Baleares), ha sido la única entidad que ha expresado públicamente su interés por la entidad valenciana.
En el mercado se considera que Popular, con activos de unos 162.000 millones de euros, también redoblará sus esfuerzos por hacerse con el Banco de Valencia después de no haberse adjudicado la catalana Unnim en favor de BBVA.
"Popular está mirando esta entidad con gran interés y quiere estudiar el cuaderno de venta en profundidad", explicó el jueves una fuente con conocimiento de la operación.
En el mercado tampoco se descarta que Liberbank o Ibercaja puedan estar interesados en analizar las entrañas de BMN. Estas entidades tampoco quisieron pronunciarse.
Aunque en el mercado se considera que Santander o BBVA se concentrarán en otras entidades de mayor tamaño, como Catalunya Caixa o NovaCaixaGalicia Banco (NCGB) -ambas con activos algo superiores a los 70.000 millones euros-, no se descarta tampoco que al final puedan aparecer por sorpresa en el caso de Banco de Valencia.
Bajo el conocido como Esquema de Protección de Activos (EPA), que garantiza una cartera de activos inmobiliarios de unos 6.000 millones de euros, el Banco de España tiene previsto ofrecer al potencial comprador un plan por el que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que se nutre de las aportaciones privadas de los bancos, se haría cargo de pérdidas futuras por el deterioro de activos de Banco de Valencia durante los próximos 10 años.
El coste de la EPA lo asume en un primer momento el Banco de Valencia con las provisiones constituidas, que ascendían a finales de diciembre para sus activos inmobiliarios a unos 1.000 millones de euros.
Posteriormente, el 80 por ciento del quebranto lo asumiría el FGD y el restante 20 por ciento la entidad compradora.
La banca española está trabajando actualmente en varias vías para financiar el coste de las próximas subastas de cajas nacionalizadas, incluida la posibilidad de adelantar aportaciones al FGD, en un momento de crecientes dudas en el mercado por la debilidad de parte del sector financiero español.
Banco de Valencia fue intervenido en noviembre por el Banco de España a través del estatal Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que comprometió una aportación de capital de 1.000 millones de euros y una línea de crédito de 2.000 millones de euros.

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