MADRID.- Un 47% de las granjas de porcino españolas no
se han adaptado a la nueva normativa de bienestar animal que la
legislación europea ha establecido para mejorar la vida de los cerdos,
según las últimas estadísticas de la Comisión Europea a las que la
Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) ha tenido
acceso.
La entrada en vigor de la nueva normativa, el 1 de enero de 2013
implica un aumento de la superficie mínima de suelo libre para cada
animal, el alojamiento en grupo de las cerdas gestantes y un
revestimiento específico para el suelo de la explotación. Todas estas
medidas "resultan básicas para disminuir las condiciones de hacinamiento
y estrés que ahora sufren estos animales y que influye en la calidad y
textura de la carne".
En este sentido, el portavoz de ANDA, Alberto Díez, ha señalado
que "los ganaderos porcinos han tenido más de diez años para adaptarse a
la normativa y, como suele ser habitual, llegan a los últimos meses del
plazo sin los deberes hechos y lamentando posibles pérdidas
económicas". "Se ha vivido una situación muy similar en el sector de las
gallinas ponedoras, y a pesar de las primeras protestas del sector, se
ha visto como el precio de los huevos está bajando de nuevo y cómo
muchos granjeros han optado por una producción más ecológica y
respetuosa con las aves", ha subrayado.
España es el segundo productor de porcino de la UE y el cuarto a
nivel mundial. Por ello, ANDA señala que es "especialmente importante"
que los productores españoles se adapten lo antes posible a unos
requerimientos legales que pretenden conceder una vida más agradable a
los animales. El valor de la producción porcina en el año 2011 fue de
5.308 millones de euros, lo que representa el 12 por ciento de la
producción final agraria y el 34 por ciento de la producción final
ganadera, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y
Ganaderos (COAG).
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