domingo, 29 de abril de 2012

El Grupo 'Fuertes' es dueño de media Murcia, según 'El Confidencial'


MADRID.- Si hay una gran empresa industrial española ligada al sector inmobiliario, esa es ElPozo Alimentación, estandarte del Grupo Fuertes. Si hay una gran corporación de ese tipo unida al ladrillo que ha sabido capear sin problemas aparentes el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, es también el Grupo Fuertes, nombrado con el apellido de la familia fundadora y cuya sede central está en Alhama de Murcia. Y eso a pesar de que sus inversiones en este sector están en terrenos actualmente tan resbaladizos como un aeropuerto en construcción, autopistas, decenas de millones de metros cuadrados de suelo, medios de comunicación… o un equipo puntero de fútbol sala.

A la sede central acuden diligentemente los 3.500 empleados de la empresa cárnica líder en España, que elabora sus productos en un complejo industrial que es el de mayor número de trabajadores bajo una sola marca comercial en Europa. El resto hasta los 5.500 que emplea el Grupo Fuertes se distribuye en diversas localizaciones, especialmente en la Región de Murcia, en las que se dedica a un abanico de negocios que incluyen, desde este mismo viernes, el de investigación biotecnológica ganadera gracias a los cuatro millones de euros que el grupo ha invertido en la canadiense Prevtec Microbio.

Oficialmente, el holding facturó en 2011 un total de 1.106 millones de euros, un 15% más que el año anterior. En la actualidad, Grupo Fuertes gestiona más de 20 compañías y posee una plantilla de más de 5.500 personas, distribuidas fundamentalemte en empresas agroalimentarias: Agrifusa (agricultura), Cefusa (ganadería), ElPozo Alimentación (cárnicos), Procavi (carne de pavo), Sediasa (fraccionamiento y preparación alimentaria), Fripozo (ultracongelados), Aquadeus (agua mineral natural), Bodegas Luzón (vinos) o Palancares Alimentación (quesos y lácteos).

Pero los tres hermanos Fuertes (Tomás, José y Juana) llevan muchos años, casi cuarenta, invirtiendo en el inmobiliario, principalmente en solares, gran parte de los beneficios del grupo que crearon sobre la base de dos carnicerías de Alhama heredadazas de su padre. Esa es la boca de ElPozo por la que han entrado muchos de sus excedentes monetarios.

Aunque también los beneficios de ElPozo han sido suficientes para que el capital de Fuertes entre con un 7% en Aeromur, dueña del nuevo aeropuerto de Murcia en el que Sacyr-Vallehermoso es mayoritaria; o haya elevado recientemente hasta casi un 6% su participación en esa constructora levantada por el también murciano Luis del Rivero; o esté en el capital de la televisión autonómica murciana, 7RM; o en Autopistas del Sureste o en Terra Mítica. “Tiene un sentido regionalista de sus inversiones”, dice una fuente conocedora del grupo, explicando la localización de la gran mayoría de ellas en el sureste español, a www.elconfidencial.com

Polémicas inversiones en suelo

Pero lo inmobiliario ha sido el destino tradicional del 'sobrante' del holding. Hace más de diez años que las inversiones en suelo (en solares, precisan algunas fuesntes) de Fuertes fueron motivo de polémica. Se discutía en el año 2000 la adaptación del Plan General de Murcia a la Ley del Suelo de 1998 según la cual todo era protegido o urbanizable, grosso modo. El PSOE clamó que esa adecuación en la capital murciana solo beneficiaba a Profusa (Promotores Fuertes Sociedad Anónima), que tenía entonces unos diez millones de metros cuadrados de suelo solo en el extenso municipio capitalino murciano.

Los defensores de Tomás Fuertes y su holding replicaron y replican que ese “beneficio” era inevitable puesto que la empresa charcutera llevaba desde los años setenta invirtiendo gran parte de sus beneficios en comprar solares en toda la geografía murciana y más allá, en Alicante y Albacete, principalmente. Los diez millones que en el año 2000 se calculaba que tenía Profusa en Murcia pueden ser ahora al menos el doble, es decir, 20, en toda la Región. A los que hay que sumar varios millones más en las vecinas Alicante y Albacete.

Su mentalidad compradora era y es clara. Compra lo que en la huerta murciana llaman “sogas de ahorcado”, terrenos a bajo precio, pensando en que es una inversión segura a largo plazo, aseguran fuentes del sector. Y, sin embargo, a pesar del nombre integrado en el acrónimo de la empresa (“Promociones”), construye muy poco en relación a la gran cantidad de suelo en sus manos.

No parece preocupar ni afectar a Profusa la actual crisis del inmobiliario. Juega a largo plazo, sobre valores que considera seguros, los solares, opinan otras fuentes conocedoras del sector. Y planifica con antelación suficiente, coinciden unas y otras fuentes. En las últimas semanas ha habido movimientos de Profusa en búsqueda de gestores para los suelos que posee en el municipio de Alicante, en la zona de San Juan, donde la revisión del plan general está paralizada judicialmente por el escándalo del supuesto trato de favor al empresario Enrique Ortiz.

Y eso a pesar de que la oficina central de Profusa, en la Gran Vía de Murcia, registra un nivel de actividad cercano al cero en los últimos meses debido a la crisis inmobiliaria, con el despido de la práctica totalidad de su equipo técnico (arquitectos y aparejadores) y el cese con cajas destempladas hace apenas dos meses del abogado sobre el que pivotaba la vertiente inmobiliaria del holding desde hace años, según fuentes solventes.

El intento de reactivación del suelo de Fuertes en Alicante se corresponde con un cierto despertar inmobiliario que se intuye, más que se constata, en la provincia sureña valenciana, aseguran fuentes locales, que se refleja en la venta durante el año pasado de más de 4.000 viviendas a extranjeros, frente a las poco más de 1.000 en la costa murciana. Si Fuertes se mueve allí, en Alicante, es que algo pasa, creen quienes confían en el buen olfato empresarial de los alhameños y toman como referencia su conservadurismo inversor que les ahorra disgustos.

Por eso llama la atención que se haya quedado fuera del proyecto de crear el parque temático de Paramount Pictures precisamente en su propio pueblo, Alhama de Murcia, alentado y publicitado por el Gobierno regional. ¿Ha salido escaldado de sus apuestas inversoras “político-afectivas” en Terra Mítica, en el nuevo aeropuerto de Murcia o, incluso, en Sacyr-Vallehermoso?

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