jueves, 26 de enero de 2012

Valcárcel acude mañana a La Moncloa a tratar de su eventual sucesión a corto plazo

MADRID.- El presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, mantendrá mañana viernes, tras la reunión del Consejo de Ministros, una reunión en La Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a petición propia y una vez resuelta su eventual sucesión en la persona de Juan Bernal, que podría convertirse así, a corto plazo, en presidente autonómico y consejero a un tiempo.

   El encuentro, que tendrá lugar a las 16.30 horas en el Palacio de La Moncloa, ha sido solicitado por el aún presidente Valcárcel "para tratar cuanto antes los asuntos prioritarios para la Región de Murcia en el arranque de la nueva legislatura", según han informado fuentes del Gobierno regional, omitiendo, en cambio, la verdadera causa de tal urgencia tras sus reiteradas ausencias de las convocatorias de Génova 13 desde las pasadas elecciones generales.

   De esta forma, Valcárcel será el primer presidente autonómico al que reciba el jefe del Ejecutivo desde que Mariano Rajoy llegó al Palacio de La Moncloa hace un mes, acuciado por la necesidad de dimitir y dejar cuanto antes el liderazgo de la Región y del PP murciano, una vez que el presidente del Gobierno no lo ha nombrado ministro de Agricultura o secretario de Estado de Agua, tal como él esperaba, pese a no hablar inglés, tras ciertas insinuaciones.

Empeora la solvencia

  La visita se va a producir pocas horas después de que la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings haya advertido de las dificultades a las que podrían enfrentarse las comunidades autónomas para obtener financiación para su deuda debido a la situación del sector bancario y a la incertidumbre en torno a su desempeño financiero.


   En un informe, la agencia destaca que el entorno operativo actual es probable que siga siendo complicado en 2012 a medida que los gobiernos de la eurozona implementen medidas de austeridad para recortar sus déficits y las perspectivas en torno al crecimiento económico sigan siendo débiles.

   "Una mayor incertidumbre en torno al comportamiento financiero y el desapalancamiento de los bancos podría hacer más difícil para algunos gobiernos territoriales, especialmente en España, obtener financiación para de su deuda nueva o existentes", señaló.

   En este sentido, añadió que estas tensiones financieras serán "más evidentes" en países que están experimentando una mayor incertidumbre en torno al éxito de las medidas de los gobiernos nacionales para reducir deuda, como Italia, Portugal o España.

   Fitch recuerda que un gran número de ratings de gobiernos territoriales tienen perspectiva 'negativa' o están en revisión para una posible rebaja después de los recortes de las calificaciones de Italia, Portugal o España en la segunda mitad de 2011. En algunos casos, incluyen además las perspectivas de un menor crecimiento económico, el deterioro de la generación de ingresos o los posibles recortes en la financiación de los gobiernos nacionales.

    Por otro lado, señala que la intensificación de la crisis de la eurozona en la segunda mitad de 2011 ha provocado un aumento general en el número de ratings con perspectiva 'negativa' asignados por la agencia, después de años de estabilidad en los ratings globales.

   "Los tentáculos de la crisis de la eurozona se han expandido a lo largo y a lo ancho, ahogando la solvencia de una gran número de sectores en todo el mundo", incide.

   En concreto, la proporción de ratings con perspectiva negativa aumentó globalmente hasta el 9,3% a finales del año 2011, por encima del mínimo del 6,8% registrado tras la quiebra de Lehman BrotHers. Sin embargo, este aumento sigue estando por debajo del 18,3% visto en el tercer trimestre de 2009.

   En concreto, la agencia destaca que el sector en el que más han aumentado las perspectivas 'negativas' es el de los bancos, donde pasaron del 8,5% de finales de la primera mitad del año hasta el 11,5%.

   En este contexto, Fitch subraya que el fin de la crisis de la eurozona, algo que no contempla en el corto plazo, se traduciría en una estabilización de las perspectivas 'negativas' más que en medidas positivas de rating, y apunta que incluso sus previsiones más conservadoras esperan nuevas rebajas en este escenario.

   La agencia mantiene desde el pasado mes de diciembre en vigilancia negativa las calificaciones de España, Italia, Chipre, Bélgica, Eslovenia e Irlanda y prevé tomar una decisión, que en la mayor parte de los casos será una rebaja, antes de finales de enero.

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