martes, 10 de enero de 2012

Los olivos y las palmeras, esperanza de la agricultura palestina

GAZA.- La franja de Gaza superpoblada, aislada y empobrecida tiene escasos recursos. Los palestinos dependen en un 80% de la ayuda humanitaria de la ONU que les llega a través de Israel. La actividad agrícola, que tradicionalmente ha representado el medio de vida de la población, se ha hecho muy difícil, el agua escasea y los agricultores tienen un acceso problemático a sus tierras. Los olivos y las palmeras los han alimentado en los peores momentos y cuentan con ellos para sobrevivir. 
 
«En tiempos difíciles sobrevivimos gracias al aceite de oliva. Durante la última guerra, muchos que no podían dejar sus hogares tenían solo este producto y pan para mantenerse por largos periodos», dice Ahmed Sourani, del Comité Palestino de Alivio Agrícola. Incluso durante la primera Intifada (levantamiento palestino contra la ocupación israelí), los olivos y el aceite de oliva fueron vitales. «Permitieron sobrevivir a muchos miles de familias palestinas muy pobres. Cuando el ejército israelí nos impone toques de queda, es nuestra principal fuente de alimento. La mayoría de los estudiantes llevan como almuerzo a la escuela emparedados de za'atar (serpol, una variedad de tomillo) y de aceite de oliva», explicó Sourani.
Esta fuente de alimento fue el blanco de Israel durante años. En noviembre de 2008, Oxfam informó que, desde 2000, se habían destruido 112.000 olivos en la franja de Gaza. «Según las autoridades israelíes, la 'zona de exclusión' que prohíbe a los palestinos estar en su tierra, es a 300 metros de la frontera de la Línea Verde entre Gaza e Israel. Pero en realidad se extiende mucho más allá de 600 metros, abarcando el 30 por ciento de las tierras agrícolas de Gaza», señala Sourani.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) cita áreas de hasta dos kilómetros dentro de las fronteras de Gaza que han quedado inaccesibles debido a la política de disparos, bombardeos e intrusiones de Israel. Según el Comité Palestino de Alivio Agrícola, más del 42 por ciento de los 175 kilómetros cuadrados de tierra arable de la franja fue destruido durante las invasiones y operaciones israelíes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que solo la última guerra de Israel contra Gaza destruyó hasta el 60 por ciento de la industria agrícola.
Pese a la campaña sistemática de destrucción de olivos, Sourani informa de que «algunas áreas de Gaza todavía tienen árboles centenarios». Esto ocurre particularmente en los barrios de Zaytoun, Sheyjayee y Tuffah. De todos modos, estos ejemplares antiguos constituyen una cantidad ínfima, y el promedio de edad de los olivos es de unos cinco años.
En vista de que las tierras agrícolas de Gaza están cada vez más yermas, el Ministerio de Agricultura de la franja plantea una resistencia no violenta a la destrucción de este sector por parte de Israel. Ahmad Fatayar, de ese ministerio, señala que con el paso de los años, incluidos durante y después de la ocupación de la franja, se diseñaron políticas e incentivos económicos impulsados por el estado judío para obligar a los agricultores palestinos a dejar de cultivar árboles en sus tierras, para que trabajaran en invernaderos o como obreros en Israel.
Después de que las aplanadoras israelíes arrasaran sus tierras, a los palestinos les resultó difícil, si no imposible, cultivar sus olivos. «Hemos creado un programa para cultivar un millón de olivos en toda la franja de Gaza, particularmente en la zona de exclusión, que ha sido ampliamente destruida», dice Fatayar que enumera una gran variedad de beneficios y usos de los olivos. «Pueden cultivarse en calles, patios escolares y frente a las casas, y pueden soportar periodos muy secos y agua salada, pueden almacenarse durante largos periodos y se usan en varias industrias, como la de los alimentos, forraje, carbón, compost y medicinas», señala. Para una familia palestina media, de ocho miembros, «dos o tres olivos dan el aceite y las aceitunas necesarias para el consumo anual», añadió.
Según Sourani, aparte  de sus aspectos nutritivos y económicos prácticos, los olivos son importantes por muchos más motivos. «Los palestinos consideran que el olivo es un símbolo de la tierra, de la independencia, la paz y la dignidad», y añade «Usamos el aceite de oliva para todo, incluso para el cabello. Cuando estamos enfermos, nos frotamos el cuerpo con este producto. Incluso se usa como cosmético: lo empleamos para hacer 'kohl', para los ojos. Las hojas de los olivos son medicinales y pueden utilizarse en la industria farmacéutica, y como té para tratar la diabetes y el dolor de estómago», detalló.
Buena parte de la demanda de aceitunas y aceite de Gaza, en la que viven 1,6 millones de palestinos en 365 kilómetros cuadrados, la cubrían antes los agricultores de la ocupada Cisjordania. «Ahora solamente obtenemos una pequeña cantidad. El resto viene de Siria, Líbano, Egipto y España. Pero seguimos prefiriendo el aceite de oliva de Palestina: el Surri, que data de la era romana», dice Sourani.
El plan de autosuficiencia del Ministerio de Agricultura también incluye el cultivo de palmas datileras. Como los olivos, las palmas datileras son de especial importancia histórica, nutricional, económica y cultural para los palestinos. «Son una importante fuente de nutrición, son muy productivas y no cuesta mucho cultivarlas», señaló. Las palmas datileras pueden cultivarse en apenas uno o dos metros cuadrados. Una sola de esas palmeras puede producir hasta 200 kilos de dátiles. En unos siete años una plántula genera una palmera con frutos y otras 10 plántulas.
Según estimaciones del Ministerio, para 2020 habrá aproximadamente tres millones de plántulas, muchas de las cuales darán sus frutos.

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