MADRID.- La Región de Murcia disponía a mediados de
2010 de alrededor de 12 oficinas en el extranjero, la sexta mayor
cantidad por comunidades autónomas junto con Galicia, por detrás de
Cataluña, que era la comunidad que encabeza el 'ranking' con 48 de esas
unidades administrativas, seguida de la Generalitat valenciana con 23;
Andalucía con 22; País Vasco y Asturias, con 13 oficinas cada una. En la mayoría de los casos ha quedado más que demostrado que estas oficinas no sirven para nada y que no son rentables.
Las comunidades autónomas disponían a mediados de 2010 de
alrededor de 200 oficinas en el extranjero. Cataluña era la que más
delegaciones acumulaba, con 48 de esas 'embajadas', el doble que la
Comunidad Valenciana y Andalucía, y cuatro veces más que Madrid. El PP
calculó en aquel momento que estas 'embajadas' podían tener un coste de
al menos 150 millones de euros.
Así se recogía en la documentación que el Gobierno socialista
entregó al Partido Popular (PP), entonces en la oposición, el cual por
aquella época, cuando ya había surgido el debate de limitar el gasto de
las administraciones públicas, pidió incluir estas oficinas en el plan
de austeridad del Ejecutivo.
De acuerdo con aquellos datos, las comunidades autónomas disponían
de unas 200 oficinas repartidas por 37 países del extranjero y en su
mayoría se trataba de oficinas de promoción comercial o de turismo.
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel
García-Margallo, ha ofrecido ahora a las comunidades que, en lugar de
abrir su propia red de delegaciones "destacar funcionarios a las
embajadas, consulados u oficinas comerciales españolas que atiendan
específicamente sus intereses" con el objetivo de "evitar duplicidades" y
ahorrar costes.
A mediados de 2010, Cataluña era la comunidad que encabeza el
'ranking', ya que tenía 48 de esas unidades administrativas. Por detrás
se situaban la Generalitat valenciana, con 23, y Andalucía, con 22. A
más distancia estaban País Vasco y Asturias, con 13 oficinas cada una.
El siguiente escalón lo ocupaban Murcia y Galicia (ambas con 12);
la Comunidad de Madrid (11); Castilla y León, Aragón, Canarias y Navarra
(con 5 oficinas cada una); Extremadura (4); La Rioja, Baleares,
Castilla-La Mancha y Cantabria, que tenían dos cada una.
Todas las comunidades autónomas tenían abierta una oficina en
Bélgica, debido a que en Bruselas se concentran las instituciones de la
Unión Europea. Otro punto en común es que la mayoría tenía delegación en
China, México, Argentina, aunque la Generalitat de Cataluña ya ha
anunciado el próximo cierre de la delegación en el país sudamericano.
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