lunes, 1 de agosto de 2011

Cartagena despide con una ovación y palmas al fallecido abogado Luis Ruipérez

CARTAGENA.- El ilustre abogado cartagenero Luis Ruipérez, fallecido ayer a los 61 años, ha sido despedido este domingo por decenas de amigos en la misa funeral que, en su memoria, tuvo lugar por la mañana a las 11:30 horas en la iglesia de la calle Sagasta. La alcaldesa Pilar Barreiro, varios ex alcaldes como José Antonio Alonso y Juan Martínez Simón, y las primeras autoridades de la Región, con Ramón Luis Valcárcel y Francisco Celdrán a la cabeza, acudieron al acto fúnebre.

Toda la abogacía cartagenera prácticamente se dio cita en el templo de los Padres Claretianos,  abarrotado hasta el punto que muchas personas tuvieron que seguir la misa funeral desde el exterior, en la calle, en una mañana de fuerte calor.
 
Y con abogados, magistrados jueces, varios de ellos desplazados desde Murcia y desde otros puntos de España, procuradores y demás funcionarlos de la Justicia y de los cuerpos policiales, los hombres del deporte con los que convivió en su etapa municipal, así como ediles cartageneros del pasado y el presente.

Estuvieron todos los alcaldes que Cartagena ha tenido en la democracia excepto el fallecido hace años Enrique Escudero, aunque sí estuvo su viuda, Dolores Vera, con quien también le unía una gran amistad.

Los familiares de Luis Ruipérez, su madre, impedida, en silla de ruedas; el hermano del finado, su esposa Ascensión Martín, e hijos recibieron infinidad de muestras de condolencia, en tanto que los aplausos dedicados al extinto hicieron acto de presencia tanto a la llegada del féretro al templo, con decenas de coronas de flores dedicadas, como a la salida del mismo tras la misa de corpore insepulto y al que le acompañó un silencio que impresionaba en la calle.

El cuerpo sin vida de este cartagenero ilustre descansa ya en el Cementerio de San Antonio Abad.

La semana negra de la CAM

ALICANTE.- Todo el mundo lo esperaba pero no por eso causó menos impacto. La nacionalización de Caja Mediterráneo, una entidad con 136 años de historia y la mayor empresa de la provincia, ha sido una de las noticias de mayor repercusión de los últimos tiempos en Alicante, sobre todo a medida que se divulgaba el mal estado de sus cuentas, la ruinosa situación de muchas de sus participaciones empresariales y los privilegios que disfrutaban algunos consejeros, como los créditos a bajo interés. A pesar de ello, la entidad ha logrado superar la prueba de fuego y no se han registrado retiradas masivas de depósitos, uno de los grandes temores de sus gestores.

Por el camino la CAM se ha dejado una parte considerable de su prestigio y, una semana después de la intervención, su futuro o el de la Obra Social siguen sin estar nada claros. Habrá que esperar hasta septiembre, cuando los nuevos administradores nombrados por el Banco de España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria –el ya famoso FROB– esperan tener lista la caja para su subasta.

Aunque la nacionalización se produjo formalmente el viernes 22 de junio, la sentencia de muerte de la entidad se dictó la semana anterior, cuando el FROB se negó a concederle parte de las ayudas que la CAM necesitaba para su recapitalización en forma de préstamos, y cuando se hicieron públicos los tests de estrés europeos. Los resultados fueron desastrosos. La caja no sólo era la peor parada de todo el sistema financiero español, sino que obtuvo la segunda peor calificación de todo el continente.

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, intentó frenar el golpe asegurando que, con las provisiones genéricas –el «colchón anticrisis» que el supervisor obliga a guardar a todas las entidades– ninguna caja ni banco necesitaba capital adicional. La realidad era otra y Fernández Ordóñez ya tenía muy claro lo que iba a suceder.

Aún así esperó a que Bankia y Banca Cívica salieran a Bolsa y a que el Eurogrupo alcanzara un acuerdo sobre el segundo rescate de Grecia. Además, las tensiones en el consejo de administración, donde la figura de su presidente, Modesto Crespo, era cada vez más cuestionada, le proporcionaron otro argumento más.

El jueves 21 lanzó un ultimátum a la caja: o se le presentaba un nuevo plan de recapitalización convincente o intervendría. La incapacidad del consejo de presentar una alternativa, tras cinco horas de reunión, provocó que el viernes exigiera su dimisión. Los consejeros acataron la decisión y solicitaron la inyección de 2.800 millones de euros del FROB. Es decir, la nacionalización de la caja.

La plantilla se enteró por la prensa
Sin embargo, nada trascendió y ese mismo día la inmensa mayoría de los trabajadores de la CAM se fueron a su casa sin saber que el lunes estarían trabajando para una entidad pública. La bomba estalló a las siete menos cuarto de la tarde, cuando el Banco de España hizo pública la noticia y dio comienzo la semana más negra de la historia de la caja alicantina.

El FROB tomó inmediatamente el control de la entidad, relevó al consejo de administración y, para asegurar la liquidez de la caja, le concedió una línea de crédito de 3.000 millones de euros. No hubo ese día –ni tampoco la ha habido hasta hoy– denuncia alguna contra los consejeros o el equipo directivo, pero el supervisor tampoco descartaba emprender acciones más adelante.

Al día siguiente, este diario ya se hacía eco de las jubilaciones millonarias de los altos directivos –el ex director general Roberto López percibió 3,8 millones–, la primera de muchas informaciones polémicas que irían apareciendo a lo largo de la semana.

Ese mismo sábado llegaban a Alicante los nuevos administradores de la CAM –José Antonio Iturriaga, Tomás González y Benicio Herranz–, que comunicaron a los consejeros su cese y tuvieron la primera reunión con la cúpula directiva, a la que decidieron mantener en sus puestos hasta la subasta de septiembre.

El domingo fue el día del análisis. El periódico desgranaba los pésimos resultados de los pruebas de solvencia, los más de 4.500 millones de pérdidas que podría sufrir la entidad por su excesiva exposición al ladrillo, y el temor del Banco de España a que el goteo de retiradas de depósitos que se estaba registrando desestabilizaran la entidad.

En el sector financiero ya tenían claro que la subasta de la CAM sería por el método de la puja inversa: se quedaría la caja quien menos dinero público pidiera para sanearla. BBVA y Santander volvían a sonar como los principales candidatos en el proceso, como ocurrió en abril, tras la ruptura con Cajastur, aunque entonces la negativa del Banco de España a conceder un Esquema de Protección de Activos impidió el acuerdo.

El sueldo de Crespo
También salieron a la luz las sustanciosas retribuciones que recibía el presidente de la entidad, Modesto Crespo, el primero en ocupar el cargo que no renunciaba a cobrar. Es más, como se supo días más tarde, parte de sus ingresos procedían de su supuesta asistencia a los consejos de administración de participadas que nunca se celebraban.

Mientras, los nuevos administradores de CAM se preparaban para la apertura al público de las oficinas. Lo hicieron suspendiendo de sus funciones, temporalmente, a todos los directores de oficina para evitar que se concedieran créditos o que salieran adelante otro tipo de operaciones no deseadas. El sindicato mayoritario de la entidad, el Sicam, por su parte, enseñaba los dientes y dejaba claro que no aceptarían nuevos recortes de personal.
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Y llegó el momento de la verdad. El lunes las sucursales abrieron sus puertas pero no hubo colas ni retiradas masivas de fondos. Al contrario, tras cuatro meses de especulaciones, después de la ruptura del SIP, para muchos clientes la nacionalización aportó tranquilidad.

Los administradores –dos de los cuales ya tenían experiencia en una operación similar, la intervención de Cajasur– aprovecharon el día para reunirse con los representantes de la plantilla. Les confirmaron que su objetivo era estabilizar la caja, sanearla y tenerla lista para su subasta a finales de septiembre. Para ello, anunciaron que una de sus primeras medidas sería la de revisar todos los créditos en tramitación y modificar los criterios de control del riesgo.

El martes siguieron las reuniones y se trasladó a todos los empleados con responsabilidad (desde los directores de oficina hasta la alta dirección) que debían suspender sus vacaciones.

El miércoles estalló uno de los mayores escándalos, cuando se publicó que muchos consejeros habían recibido créditos blandos –algunos de ellos al 0% de interés–, y provocó que el Banco de España se planteara revisar estos préstamos. Además, se conocía el ruinoso estado de su cartera de participadas, de las que un 60% acabó el año anterior con pérdidas. A ello había que añadir que el futuro de la Obra Social únicamente estaba garantizado hasta final de año.

Al día siguiente, el periódico se hacía eco de una nueva polémica: la caja prestó a la Generalitat 200 millones de euros sólo dos días antes de la nacionalización, a pesar de su delicada situación. Una actuación que se sumaba a una larga historia de injerencias políticas en el funcionamiento de la entidad.

Los empresarios, engañados
El viernes trascendió la sensación de engaño que los empresarios alicantinos sentían y que hicieron patente en el comité ejecutivo de la patronal Coepa, el día anterior. Habían estado dando la cara por la CAM, creyendo ciegamente en las informaciones que se les facilitaban desde la caja y ahora veían que la entidad no estaba tan sana como se les hizo creer. Mientras, se conocía que la cartera inmobiliaria de la caja se había devaluado en 522 millones el año anterior y también las nuevas medidas que adoptaron los administradores para evitar la fuga de depósitos y para controlar más la concesión de créditos.

Fue el punto final a una semana que pocos podrán olvidar en la CAM y que, sin embargo, sólo es el inicio de un proceso que puede acabar con la desaparición de la entidad, diluida en uno de los grandes bancos españoles tras la intervención. 

La semana que ha transcurrido no ha servido, sin embargo, para resolver algunas de las mayores incógnitas de la nacionalización de la CAM

­¿Qué porcentaje de la CAM se quedará el FROB?
Aunque los gestores nombrados por el FROB ya administran la entidad, lo cierto es que aún no se ha producido el desembolso de los 2.800 millones de capital que debe inyectar a la caja porque el fondo público aún no tiene una valoración definitiva de la misma. Por este motivo, aún se desconoce que porcentaje de las acciones de banco CAM quedarán en manos del Estado, y cuál será la participación de la caja, que ahora deberá transformarse en fundación.

¿Seguirá la CAM como entidad independiente en el mercado?

Dependerá del futuro comprador, que deberá decidir si integra las oficinas de la CAM en su propia red comercial, o decide mantenerla como una segunda marca. En el caso de que sea uno de los grandes bancos españoles el que se quede la entidad, las posibilidades de supervivencia de la marca son menores ya que históricamente han tendido a unificar todo su negocio bajo un mismo paraguas. Será diferente si la compra otra caja o si es un fondo de inversión el que decide adquirir la entidad alicantina.

¿Seguirá la Obra Social?
De momento las actividades benéfico-sociales de CAM tienen presupuesto asignado hasta final de año. Más allá de esa fecha no hay nada garantizado. En teoría, debe seguir ya que la futura fundación CAM tendrá un porcentaje del negocio y, por tanto, derecho a recibir dividendos. El problema vendrá si esa participación es muy pequeña (puede incluso no existir), o si el banco no logra generar los suficientes beneficios. En ese caso, dependerá de la voluntad del comprador.

¿Pagarán los anteriores responsables por su mala gestión?
A priori, el Banco de España no ha presentado ninguna denuncia ni ha iniciado expedientes sancionadores. Al contrario que en los casos de Cajasur y CCM, que fueron intervenidas, la CAM fue nacionalizada y, por tanto, puede no haber ningún tipo de consecuencias. Sin embargo, si durante el proceso de saneamiento se descubre que ha habido mala praxis sí se pondrían en marcha los castigos pertinentes.

La caída de la CAM

MADRID.- "¿A quién representas tú, si no controlas ni tu propio consejo?". Esta fue la respuesta que cosechó Modesto Crespo, expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) en su última y desesperada visita a la sede central del Banco de España en Madrid, cuatro días antes de que la máxima autoridad bancaria optara por intervenir la entidad a la vista de las dudas sobre su viabilidad económica en solitario.

Crespo, según fuentes oficiales, reprodujo esta contestación en el último consejo de la caja, celebrado en la mañana del viernes día 22 de julio, cuando el exmandatario, tras corroborar que el Banco de España no aceptaba ni un minuto más de prórroga para buscar el salvador socio privado, comunicó oficialmente al consejo su decisión de adelantar a las cero horas del día siguiente la entrada de la ayuda de 2.800 millones de euros del FROB en el accionariado del nuevo banco, que en la práctica suponía la pérdida de la autonomía de la caja a favor del Estado.
Ese consejo significó el último acto del drama que la caja alicantina comenzó a escenificar apenas un año y unos meses antes, cuando azuzada por el Banco de España, inició la carrera en pos de consolidar una fusión fría, en el argot bancario y técnicamente un SIP (sistema institucional de protección). Todo parecía encarrilado cuando la CAM se integró en el SIP del Banco Base, junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura. Pero el sueño apenas duró unos meses. En abril de este año, las asambleas de sus tres socios en la fusión fría expulsaron a la CAM del nuevo grupo bancario. En la forma, por diferencias del peso de la caja en el SIP; y en el fondo, por el lastre de la inversión del ladrillo en los balances de la entidad alicantina.
Entre abril y mediados de este mes de julio, Crespo prosiguió en su huida hacia adelante en busca de un socio privado. Todo antes que entregarse a los brazos del Banco de España. Pero los esfuerzos del empresario volvieron a resultar estériles.
Mientras, el reloj corría vertiginosamente en contra de los intereses de la CAM. Se avecina otra fecha marcada en rojo por la cúpula de la entidad. El viernes 15 de julio el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dio a conocer los resultados de las pruebas de solvencia a la banca realizados por la Unión Europea.
La dirección de la CAM se temía lo peor. Un grupo de consejeros solicitó una reunión oficiosa del consejo para seguir los resultados del examen en la planta noble de la sede principal de la CAM, en la céntrica avenida alicantina de Óscar Esplá. El gobernador del Banco de España confirmó los negativos presagios de los consejeros: la CAM obtenía un suspenso rotundo en la prueba, el peor resultado de las cinco entidades bancarias españolas que no superaron el examen.
Crespo encajó el golpe del suspenso con una nueva huida hacia adelante. Dejó plantados a los consejeros, que esperaban una respuesta de su presidente, y optó por trasladarse a Elche a una reunión con el patronato del Misteri d'Elx. Crespo, de profundas convicciones religiosas, ha compaginado la presidencia de esa entidad (símbolo de la cultura oral ilicitana) con sus responsabilidades en otras organizaciones, como la presidencia de la patronal alicantina, cargo que dejó para pilotar la CAM.
El grupo de consejeros críticos, comandados por el vicepresidente segundo, Nemesio Benito, y Martín Sevilla, exconsejero del PSOE del Gobierno valenciano y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante, no solo urgía una explicación a Crespo. Los críticos plantearon un escrito con dos reivindicaciones: elegir los miembros del Consejo de Administración del Banco CAM antes de la nacionalización, que llegaría en virtud de la ayuda de 2.800 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en forma de capital social; y volver a pedir al Banco de España que incluyera a la caja en el paquete de ayudas del FROB-1, extremo que evitaba la nacionalización.
Crespo acudió al Banco de España el lunes siguiente. Planteó la demanda del grupo de consejeros díscolos. Y como respuesta cosechó una clamorosa desautorización. El Banco de España no veía creíble ya a un presidente que había fracasado en el proceso de fusión fría y seriamente contestado por sus consejeros.
Ese lunes, la entidad celebró un consejo de administración. En el cónclave, Crespo contó con la alianza de otro sector del consejo y logró aplazar la elección de los consejeros del Banco CAM hasta el jueves siguiente. Oficialmente, la CAM informó de la reunión con una nota en la que se limitaba a reiterar que la caja no necesitaba de capital adicional tras el suspenso en el test.
El consejo del Banco CAM contaba ya con cinco componentes: Modesto Crespo; el exdirector general, Roberto López Abad; su sucesora en el puesto, María Dolores Amorós; y el secretario, José Forner; y el consejero y amigo del presidente, el también empresario de automoción Ginés Pérez. La ley autoriza a ampliarlo hasta 15 nuevos miembros.
Crespo cumplió su promesa y el jueves convocó el que iba a ser el penúltimo consejo de su mandato. Los críticos comenzaron el cónclave manteniéndose firmes en sus demandas. Crespo era consciente de su derrota si había votación (el sector rebelde contaba con 12 de los 20 consejeros). Entonces, pidió un tiempo muerto. Durante el receso el presidente comunicó a uno de los consejeros que esa misma tarde dimitía. El confidente frenó el amago de dimisión. "Si lo haces será el caos", le comentó.
A continuación, Crespo y la directora general se encerraron en otro despacho por espacio de una hora y media. "El presidente salió del despacho con el rostro desencajado", asevera un exconsejero. "Todos nos quedamos en silencio porque suponíamos que algo grave había ocurrido", añade. En efecto, durante el receso se personó en la sede social de la CAM el director del Banco de España en Alicante, Luis Expósito Pineda, con una carta en la mano. La misiva era contundente: daba un plazo de diez días a Crespo para reconducir la situación y buscar in extremis un socio privado o la caja era intervenida. Y llevaba una posdata: Crespo tenía que leerla íntegramente al consejo.
El presidente acató la orden, leyó la carta del emisario del Banco de España y levantó la sesión. Luego se envolvió en su silencio habitual. Los consejeros abandonaron la sede de la caja con la sensación de que el plazo de diez días iba a ser mucho más corto.
La noche de ese jueves Crespo tomó la decisión más dura de su carrera en la cúspide de la caja: acortar los plazos y entregar al día siguiente la entidad al Banco de España.
A primeras horas de la mañana del viernes, día 22, el Banco de España ya había pactado con Crespo la fecha tope de las cero horas del sábado para la nacionalización. El presidente convocó por la vía de urgencia un consejo para comunicar la noticia al resto de miembros de la cúpula directiva de la caja.
Al improvisado cónclave apenas acudió media docena de los 20 miembros del consejo de administración. El resto fue compareciendo a lo largo de la mañana. "Fue un consejo patético y ridículo", comenta un exconsejero con relación a este último cónclave de la caja.
Crespo, tras admitir ante el consejo que definitivamente arrojaba la toalla, hizo otros comentarios que dejó atónitos a sus compañeros. "Camps es un hombre honrado y siempre lo defenderé", espetó, señala un consejero, sin venir a cuento. O sí. Crespo llegó a presidencia de la CAM por deseo expresó del expresidente del Gobierno Valenciano, Francisco Camps, que dos días antes se vio obligado a dimitir por su imputación en el caso Gürtel.
Crespo concluyó su último consejo con críticas, algunas en tono despectivo, hacía los consejeros rebeldes, en especial sobre el vicepresidente segundo y Martín Sevilla, al que según los presentes se refirió con el apelativo de "El Sabio Catedrático".
A media tarde de esa jornada, la CAM emitía una nota oficial en la que el consejo de la CAM renunciaba a más de un siglo de autonomía propia. Muchos exconsejeros abandonaron la caja con la sensación de haber sido unos convidados de piedra en el devenir de la entidad. En realidad, el consejo de administración de la caja nunca tuvo un poder real en la estrategia de inversión. "Ese apartado estaba en manos del equipo directivo. Nosotros [los consejeros] éramos aves de paso, como nos llamaban algunos de empleados", comenta un exconsejero. "Aves de paso, la mayoría, y raras avis una minoría, la que no se implicaba en los viajes y prebendas con las que nos agasajaban", añade ese exconsejero. -

¿Personajes modélicos? / Franci Xavier Muñoz Sánchez

El lema de la última manifestación del 15-M, "No es la crisis, es el sistema", se aplica a la perfección en el caso de los consejeros de la recién intervenida Caja Mediterráneo, que obtuvieron pingües créditos preferenciales, a bajos tipos de interés, por debajo de mercado, que les sirvió, sobre todo, para invertir en negocios y propiedades. ¿Cómo habrán recibido esta noticia todos aquellos asalariados, autónomos y empresarios que, a lo largo de los últimos años, vieron denegadas sus peticiones de crédito en esta entidad?

Lo grave del asunto es que el encargado de controlar estas operaciones, también consejero, era uno de los más beneficiados por esta política de "toma asiento y abre tu caja". Los consejeros de la CAM son, lamentablemente, un ejemplo más de la corrupción del sistema económico, al que sin duda hay que someter a más y mejores controles. 

Aunque su caso pone de manifiesto, una vez más, esas enormes diferencias que separan a las clases populares y medias de las clases privilegiadas y que, como dice un amigo mío, se resumen en una certera frase: "No es solo lo que ganan, sino, sobre todo, lo que no gastan". Lo triste es que haya tanto ciudadano de a pie a quien este tipo de personajes y conductas les parezca modélico.

Dos arquitectos murcianos son premiados en un concurso internacional para la infraestructura hidráulica de Nueva York

MURCIA.- El equipo murciano compuesto por el estudio de arquitectura 'XPIRAL', liderado por el arquitecto Javier Peña Galiano, junto con el estudio de arquitectura 'magicarch', liderado por la arquitecta Maria José Marcos, ha sido seleccionado finalista entre mas de 400 proyectos de arquitectos de todo el mundo en el concurso neoyorquino ONE PRIZE. 

   Esta segunda edición del concurso de diseño y ciencia arquitectónica demandaba actuaciones sostenibles a escala urbanística en Nueva York, y el comité organizador del concurso planteaba ocupar la infraestructura hidráulica de la región estadounidense convirtiendo los ríos, canales y lagos en el sexto municipio, según informaron fuentes de ambos estudios en un comunicado de prensa.
   Los arquitectos de 'XPIRAL' y 'magicarch' realizaron una profunda y completa propuesta donde plantearon una red inteligente de nuevas conexiones acuáticas, que optimizan la movilidad entre los municipios territoriales de Nueva York y creando un centro de operaciones en la isla del Gobernador, junto a la isla donde se localiza la estatua de la Libertad.
   En el proyecto, los murcianos proponen como estrategia la aparición de una serie de prototipos tecnológicos que adquieren diferentes funciones dependiendo del contexto en el que se sitúan, por lo que en contraposición a la gran escala del 'skyline' que generan los rascacielos, plantean una actuación urbana a través de la actuación que denominan 'micro'.
   La principal intención del proyecto es resolver los diferentes problemas ecológicos que afectan a la infraestructura hidráulica de la región utilizando estos condicionantes como oportunidad y material de desarrollo. Los arquitectos aclaran que estos prototipos nunca llegan a ocupar ninguna "parcela" de agua específica, ya que están continuamente desplazándose por el agua, o están elevados sobre la superficie, de manera que se optimiza el espacio sin agotarlo en ningún momento.
   Algunas de las problemáticas que resuelven estos prototipos se basan en la limpieza de los lodos de los fondos marinos, la reforestación de la flora acuática con la consiguiente estrategia de recuperación de los fondos marinos, la redirección de los vientos como estrategia de control de humedad y climático, la mejora de la calidad ambiental o el aprovechamiento del soleamiento para la aparición de nuevas especies acuáticas.
   Así, los arquitectos murcianos añaden que "estos prototipos siempre funcionan simultáneamente como nuevos usos de movilidad y como espacio para las áreas de investigación tecnológica".
   El planeamiento aporta varios avances en la arquitectura, por un lado se convierte en nueva forma de entender el urbanismo activo que resuelve de forma estratégica los problemas de movilidad de las ciudades contemporáneas y por otro lado afronta las nuevas problemáticas ecológicas no como un inconveniente sino como una oportunidad que aporta calidad a los municipios estadounidenses.
   Entre el jurado se encontraba la directora de planeamiento urbanístico de Nueva York, Amanda Burden, el arquitecto de urbanismo de la región, Adrian Benepe, uno de los arquitectos de mayor prestigio internacional, Bjarke Ingles, director de BIG, y diferentes catedráticos de la Universidad de Columbia, Pensilvania y Massachusetts Institute of Technology (MIT).
   Estos expertos han valorado la propuesta como una de las mas completas, innovadores y pertinentes de las 400 presentadas, destacando que la flexibilidad y variabilidad de la intervención como uno de los parámetros mas relevantes dentro de los planeamientos contemporáneos  de ciudades.
   Javier Peña Galiano, quien nació en Murcia en 1966, es arquitecto por la ETSAM desde 1992 y, desde 2001 es profesor asociado de proyectos en la Escuela de Arquitectura de Alicante, mientras que en 1997 fundó XPIRAL Arquitectura. Como responsable de este equipo dirige el desarrollo de distintas propuestas que exploran alternativas, a problemas a disciplinares, apoyadas en las nuevas tecnologías y recursos multimedia, más allá de la arquitectura, el urbanismo y el diseño.
   En el criterio de la formación permanente realiza numerosos viajes por distintos países, y desarrolla una intensa actividad no solo arquitectónica sino también participando en diversas mesas redondas, conferencias y encuentros, como la Vlll Bienal de Arquitectura de Venecia, y en la reciente Exposición de Arquitectura Española -On Site- celebrada en el MOMA de Nueva York y prolongada en el Jardín Botánico de Madrid.
   Ha intervenido en distintas exposiciones y workshops internacionales como la V Bienal de Arquitectura y Diseño de Sao Paulo, 2003; Taller de Arquitectura Universidad de Alcalá, 2004; 7 Ideas of Beauty, Madrid 2005; Talento y Talante, Santander Julio 2005.
   Asimismo, ha sido galardonado con numerosos premios, entre los que destacan Premio Europan 6 de Arquitectura; Finalista FAD 2000; Finalista en los Premios SALONI; Segundo Premio ATEG 2006; Primer Premio en el Concurso de la Piscina Municipal de Mazarrón, Murcia 2006; Primer Premio Barrio de la Paz. Murcia 2006, siendo habitual en los Premios de Arquitectura y Urbanismo de la Región de Murcia, ciudad en la que reside y desde donde realiza la mayor parte de su actividad.
   Por su parte, Maria José Marcos, quien nació en Alicante en 1981, es arquitecta titulada por la Universidad de Alicante con Matrícula de Honor en su proyecto de Final Carrera, y actualmente reside y trabaja en Murcia.
   Desde el 2008 trabaja como docente en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alicante, siendo Profesora Colaboradora de Proyectos Arquitectónicos. Su estudio 'Magicarch' funciona como una plataforma de trabajo nómada y de agitación cultural y arquitectónica.
   En su práctica arquitectónica trabaja colaborativamente para diferentes estudios de arquitectura como José María Torres Nadal, BestBefore y más continuamente para el estudio XPIRAL de Javier Peña.
   Sus proyectos han formado parte de distintas exposiciones internacionales entre las que cabe destacar la VIII Biennale de Venezia de 2002 y en la III Bienal de Rotterdam en el 2006.
   Durante su carrera ha recibido distintos reconocimientos como la selección de su PFC en la III Bienal de Arquitectura Española, el primer premio en el IV Concurso SCHINDLER de arquitectura o el Premio de Educación de Jóvenes Emprendedores otorgado por la Comunidad Valenciana.
   En 2006 funda junto con Gonzalo Herrero Delicado 'DOT ... Agency for Architectural Affairs', una apuesta por la difusión y crítica de la arquitectura y la cultura contemporánea, con sede indefinida entre Murcia, Madrid y Alicante.
   En 2010 funda 'Oriente galería' de arquitectura junto con Juan Antonio Sánchez Morales y Gonzalo Herrero ofreciendo un espacio privado a la reflexión pública entorno a la arquitectura, convirtiéndose en la primera Galería de arquitectura en el ámbito nacional.