martes, 18 de octubre de 2011

Los interesados en CAM prefieren "hacer el favor" al nuevo Gobierno después del 20-N

MADRID.- José Luis Rodríguez Zapatero no podrá cumplir su sueño de cerrar la reestructuración del sistema financiero durante su Gobierno. Al menos, la resolución de la crisis de la CAM se quedará pendiente, según fuentes de toda solvencia, porque los bancos finalistas en la puja por la caja murciano-alicantina -que hoy comenzarán a hacer la due diligence- no quieren hacer este favor a un Gobierno del que no podrán cobrárselo. A eso se añade la recapitalización de la banca europea, que ahora es la prioridad del Banco de España, y la complejidad técnica de la revisión de las cuentas de la CAM, que será el argumento oficial para justificar el retraso.

Las condiciones de la subasta de la caja intervenida en julio establecen un plazo de cuatro semanas desde el inicio de la due diligence para presentar las ofertas vinculantes. Este proceso no ha comenzado aún para Santander, BBVA, Caixa y Sabadell -los miembros de la short list de cantidatos, como adelantó El Confidencial- y se espera que lo haga hoy o mañana. En todo caso, la fecha tope se alargará hasta el 14 de noviembre, el lunes de la semana electoral, y ya en esas fechas "no tiene sentido finalizar la puja hasta después de las elecciones y que sea el nuevo Gobierno el que dirija el proceso", según una de las fuentes consultadas, según 'El Confidencial'.
Este retraso obedece a varios factores. El primero es la enorme tranquilidad con que se lo tomó el Banco de España desde la intervención del 22 de julio hasta que empezó en serio su venta a mediados de septiembre (sin contar además que podía haberla intervenido mucho antes porque era perfectamente conocedor de su situación tras la ruptura de Banco Base). Después llegaron las dificultades para encontrar compradores y el temor a que la subasta quedara desierta, que obligó al supervisor a mejorar enormemente las condiciones para la puja.
Pero entonces llegaron las urgencias de los líderes europeos por la recapitalización del sector, que van a llevar a unos nuevos test de estrés cuyos detalles aún no están claro pero en todo caso serán mucho más duros que los de junio. Algo que ahora mismo tiene totalmente absorbido al Banco de España, según las fuentes. Y por si fuera poco, se cruzó por el camino la venta del Pastor, que finalmente se llevó el Popular, aparte, por supuesto, del escándalo de las indemnizaciones millonarias de los directivos que llevaron a la CAM a ser "lo peor de lo peor", según las palabras del gobernador Fernández Ordóñez.
Pero este retraso no es el único ni el principal problema en este proceso. Es cierto que la due diligence es un proceso muy complejo, algo que resulta sorprendente a primera vista, puesto que la CAM es la entidad más analizada de la Historia de la banca española: fue analizada por numerosas entidades en la subasta organizada por Nomura que finalmente quedó desierta, Ernst&Young la estudió para valorarla para la inyección de 2.800 millones del FROB (valoración que finalmente fue cero) y ahora volverá a ser examinada por los cuatro finalistas en el actual proceso de venta que dirige Merrill Lynch.
Ahora bien, las fuentes consultadas aseguran que "la situación de la CAM se mueve a diario y para peor", lo que requiere una nueva revisión con la información actualizada; casi todos los participantes en la puja actual ya miraron la caja en la subasta de Nomura.
Pero eso también podría soslayarse antes de las elecciones. El verdadero obstáculo es la reticencia de las entidades a adjudicársela antes de que haya un nuevo Gobierno. "Todos los finalistas entienden que comprar la CAM es un marrón que deben comerse para ayudar al Gobierno y al Banco de España a solucionar este problema sin llevar la entidad a la quiebra; de ahí que hayan pedido tantas prebendas para quedarse con ella", explica otra fuente conocedora del proceso. "Pero si ese favor se lo van a hacer a alguien que una semana después ya no va a estar ahí, no tiene ningún sentido", añade.
Por eso, "la adjudicación no se va a realizar hasta después de las elecciones, cuando ya haya un nuevo Ejecutivo al que puedan cobrarle el favor en el futuro", concluye.

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