lunes, 10 de octubre de 2011

La ambiciosa ‘señora de la CAM’ / Javier López

  • Distante, fría y calculadora. Así describen sus antiguos compañeros a María Dolores Amorós, ex directora de la Caja de Ahorros del Mediterráneo CAM, una entidad en la que ha trabajado casi la mitad de su vida, además de mantener cargos en el resto del holding de la caja de ahorros, en sectores como el de seguros o el inmobiliario.

    Sin haber cumplido los 20 años, Amorós ingresó en una pequeña oficina de la localidad de San Vicente del Raspeig, teniendo como máxima cualificación el título de Bachiller. Su vocación por las finanzas le vino de su padre.

    Pese a su inicial carencia de estudios superiores, su gran virtud ha sido siempre el dominio de los números.

    Su paso por la caja fue una carrera meteórica, que en tan sólo 10 años le permitió aterrizar en la sede central situada en el número 37 de la alicantina avenida de Óscar Esplà, gracias a la protección del anterior director de la CAM, el alcoyano Roberto López. 

    Esta amistad marcó un punto de inflexión en la imparable carrera profesional de Amorós. Durante estos años, fue ganando amigos y también enemigos. Estos últimos fueron quedando en el camino. Mientras, compaginó la banca con los estudios: se diplomó en Ciencias Empresariales por la Universidad de Alicante y también se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la UNED. Así, en 2001, Roberto López la nombró directora adjunta.

    Según han informado fuentes de la caja de ahorros intervenida por el Banco de España, “Amorós mantuvo en esos tiempos una relaciones excelente con los consejeros, aunque no con los directores generales”. Quizá una de las explicaciones de esas tensiones con el resto de la cúpula pudiera ser su rápido y para algunos increíble ascenso dentro de la entidad. Una secretaria de la sede central explicó a este periódico que “la señora no se relacionaba con sus subordinados”.

    Sin embargo, Amorós acabó su espléndida carrera tras salir en todas las portadas de los periódicos por su insaciable avaricia, maquillando los balances de la caja de ahorros y blindando su retiro con una pensión vitalicia de 370.000 euros en caso de despido. Además tuvo tiempo también de adjudicarle a su hermana Luisa Amorós un cargo en una dirección territorial.

    “Es increíble cómo una directora de una caja de ahorros que ha recibido miles de millones de todos los españoles para sanear la entidad decida lucrarse de ello”, se queja escandalizado un cliente de la CAM. La ejecutiva se excusó afirmando que su actuación fue “leal, recta, transparente y ajustada a derecho”. Su frialdad recordó mucho a la ex presidenta del Consell mallorquín Maria Antònia Munar. 

    La señora Amorós nació en “la millor terreta del món” como ensalzan los lugareños a esta provincia levantina. Actualmente reside junto a sus tres hijos y su marido, el arquitecto José Enrique García Sogorb, en una casa típica de la zona en San Vicente del Raspeig. “La vivienda es muy normalita, por eso nos ha sorprendido que aparezca en todos los periódicos por su ambición”, cuenta uno de sus vecinos. 

    El inmueble de la ex directora de la caja de ahorros se encuentra, eso sí, en pleno corazón de la zona comercial y a tan sólo 100 metros del ayuntamiento y de la sede de Hacienda de la Diputación alicantina. A la residencia familiar también se le suma un terreno rústico a las afueras del municipio. Poco más que eso. Se ve que Amorós no quiere llamar la atención.

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