miércoles, 12 de octubre de 2011

El «maquillaje» de las cuentas permitió cobrar un plus a la dirección de la CAM

ALICANTE.- La última vez que Caja Mediterráneo tuvo beneficios según los resultados declarados por la caja fue en marzo: 39,8 millones de euros. Tres meses después, una vez intervenida por el Banco de España, la caja alicantina —convertida ya en Banco CAM— arrojó unas pérdidas superiores a los 1.100 millones de euros.

Los administradores designados por el Banco de España consideran que el desfase entre una cifra y otra apunta a que la última directora general de la entidad, María Dolores Amorós, pudo alterar las cuentas declaradas en marzo para ocultar la dramática situación de la entidad. Una maniobra que no solo «suavizó» el balance de CAM, sino que, según la política de retribuciones de la caja alicantina, habría permitido a sus directivos embolsarse un plus por objetivos, según 'Abc'.
Según confirmaron fuentes de la comisión de retribuciones, los directivos de la caja percibían «una retribución fija, y otra variable en función de objetivos». O lo que es lo mismo, la declaración de beneficios en marzo permitió a los altos ejecutivos de la entidad embolsarse una cantidad adicional a su sueldo fijo que no habrían percibido en caso de haber aflorado las pérdidas que atribuyen a Banco CAM los administradores del FROB.
La comisión de retribuciones es, según consta en el informe de gobierno corporativo, el órgano encargado de «conocer e informar al consejo de administración sobre el sistema general de incentivos anuales o retribución variable de aplicación al personal» de la caja. Según las fuentes consultadas, la retribución variable es habitual en los contratos de la caja, y no se aplica solo a los altos directivos, sino también al resto de personal.
En el caso de María Dolores Amorós —que llegó al cargo en noviembre de 2010 en sustitución de Roberto López Abad—, la pensión que pactó con el ex presidente de la entidad Modesto Crespo (de 370.000 euros anuales) para «blindar» su contrato en caso de despido se calculó en base a la retribución fija y variable del último año, por lo que los incentivos cobrados por cumplir los objetivos del primer trimestre del año también fueron tenidos en cuenta.
El Banco de España, precisamente, decidió el despido disciplinario de Amorós —sin indemnización— por pactar dicha pensión, además de las sospechas sobre una posible falsedad en las cuentas. Según el acuerdo del consejo de administración (que desconocía el pacto entre Amorós y Crespo), las pensiones debían calcularse según los ingresos de los tres últimos años —destaca también el aumento de sueldo de 300.000 euros como directora adjunta a los casi 600.000 como directora general desde noviembre de 2010—, y solo con la retribución fija.
Las condiciones del despido de Amorós han sido objeto de la apertura de diligencias de investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción. La investigación se refiere únicamente a la ex directora general de la entidad —despedida en septiembre tras ser suspendida de empleo a principios de agosto—, mientras que las presuntas irregularidades detectadas por los administradores son investigadas por el Banco de España.
Desde la dirección de CAM, no obstante, negaron de nuevo que se hubieran falseado las cuentas. Las mismas fuentes consultadas por 'Abc' defendieron que la empresa que auditó el balance del segundo trimestre, cuando afloraron 1.136 millones en pérdidas, «es la misma» que certificó los beneficios de 39,8 millones en marzo. 
Así, atribuyeron el desfase a la modificación de criterios por parte del Banco de España. Una tesis que ya había defendido el pasado sábado el presidente de la comisión de control de la caja, Juan Ramón Avilés Olmos. «Si aplicaran a cualquier otro banco los mismos criterios que a CAM, también estaría en quiebra».

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