viernes, 30 de septiembre de 2011

Pemex y Sacyr deberán demostrar que no hacen "daño" para seguir en Repsol

MADRID.- La continuidad de Pemex y Sacyr en el consejo de administración de Repsol se producirá si los socios son capaces de demostrar a través de un informe independiente de una consultora de prestigio internacional que no hacen "daño" a la petrolera o que aportarán más beneficios que daños a la misma.

   Este informe de la consultora deberá venir acompañado de otro de la comisión de nombramientos y retribuciones, y lograr además el apoyo de la mayoría del accionariado de Repsol durante una votación de la junta de accionistas en la que no participen los afectados. Si la junta aprueba su presencia pero los informes la desaconsejan, el asunto acabará en los tribunales.
   Este es el nuevo mecanismo de Repsol para la "dispensa" a empresas competidoras que deseen estar en el consejo de administración, incluido en la reformulación del reglamento del órgano rector aprobada en la reunión de ayer. Hasta ahora, el abanico de posibilidades para lograr este beneplácito era más amplio y no exigía ni acuerdo de la junta ni un informe independiente.
   El cambio en el artículo 19 del reglamento afecta directamente a la petrolera mexicana Pemex, que prevé la toma de un 9,8% de Repsol, pero también puede dejar fuera del consejo a los tres representantes de Sacyr, ya que a su vez incluye una nueva definición de competidor en la que se alude no solo a las empresas del sector, sino también a las que estén concertadas" con ellas. La constructora ha sindicado su 20% con Pemex.
   Pemex y Sacyr no podrán presentar su actual presencia en el Repsol como un hecho consumado no sometido a revisión, al menos según el nuevo reglamento. "Si la situación de competencia indispensada apareciese con posterioridad al nombramiento de un consejero, el afectado deberá dimitir inmediatamente de su cargo", dice ahora el reglamento.
   Repsol, que excluye de la definición de competencia a empresas del sector con las que mantenga una alianza estratégica, blinda el nuevo cambio incorporando un punto en el que, de forma hasta ahora inusitada, exige el voto de tres cuartas partes del consejo de administración para cambiar la norma.
   En la actualidad, estas tres cuartas partes coinciden con el bloque conformado por el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, en torno a La Caixa y los independientes en contra del acuerdo de Pemex y Sacyr.
   La otra modificación reglamentaria afecta al artículo 22 y también requiere el apoyo de tres cuartas partes del consejo para su modificación. Afecta a las operaciones vinculadas y hace hincapié en la necesidad de controlar movimientos que afecten a activos estratégicos de la compañía o que impliquen "transferencia de tecnología relevante".
   Precisamente, esta transferencia tecnológica se había convertido en motivo de controversia con la publicación de un informe en el que Pemex justificaba su inversión en Repsol e identificaba este ámbito como uno de los más atractivos de la petrolera española.

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