viernes, 8 de julio de 2011

Morales declara que Gil Eguino le quiso abrir cuentas en restaurantes

MURCIA.- El actual concejal del Ayuntamiento de Murcia, Melchor Morales, ha declarado esta mañana en la cuarta sesión del juicio oral por el caso Limusa, por la que se investiga una presunta trama de corrupción entorno a la empresa de limpieza municipal de Lorca con el mismo nombre, que Francisco Gil Eguino, el presunto cabecilla de la trama, le propuso nada más llegar a la Corporación municipal en el año 2007 abrirle cuentas en determinados restaurantes, "a lo que me negué".

   Aunque Morales, que fue consejero delegado de la empresa entre julio y noviembre de 2007, ha reconocido que "en alguna ocasión" ha asistido comidas de trabajo de Limusa en ese mismo año, pero que lo hizo, incidió, "únicamente por motivos de trabajo" y que solo asistía "cuando era estrictamente necesario".
   Así como que Gil Eguino le proponía "constantemente" realizar viajes y asistir a conferencias que él consideraba "innecesarios", solo, explicó, "se le autorizó un viaje a Pinto", además, apuntó, él solo acudió a un viaje a Madrid para recibir una bandera verde y que regresaron el mismo día.
   Morales ha manifestado, además, que en una ocasión se negó a firmar gratificaciones voluntarias porque entendía que no procedía "pues no estaba regulado por convenio".
   Sobre esas mejoras salariales, ha declarado, ante preguntas del fiscal del caso, Juan Pablo Lozano, que el acusado le explicaba que los trabajadores "se lo merecían".
   A su salida de los juzgados, el concejal ha asegurado estar "satisfecho", siempre, indicó, "he manifestado mi disposición a declarar". Preguntado por las comidas, ha señalado que no le parecía "coherente" que los ciudadanos de Lorca tuvieran que soportar sus gastos.
   La gestión de Limusa, subrayó, "cambió cuando llegué yo, y sobre todo el gerente Santos González" y es que, remarcó, "en Limusa hubo un antes y un después y fue con la llegada del PP al poder".
   Por su parte, el que fuera concejal en el Ayuntamiento de Lorca y consejero delegado de Limusa durante doce años y que cesó en la empresa municipal en el año 1999, Miguel Miras, ha manifestado que "nunca" observó "tirantez" entre Gil Eguino y Jacinto Parra, el trabajador que denunció la trama y acusó al director de la empresa de un delito de 'mobbing'. "La relación era inmejorable, de mutua confianza", aseguró.
   Además, ha subrayado que "jamás" ha visto y recibido sobres de 4.000 euros por personal de Limusa por las sociedades que compartía con Gil Eguino, sólo en una ocasión recibió 100 euros "que pusimos cada socio como aportación de pagar una plusvalía en el Ayuntamiento de Águilas".
   "En ocasiones me he encontrado en el buzón de mi casa sobres personales de Gil Eguino con información de alguna gestión que había hecho de la empresa", señaló y "la mayoría los he roto sin leerlos", así como que desconocía que todas esas sociedades privadas se gestionaban en Limusa.
   Dice que no coincidió con su época de concejal en el Ayuntamiento, "dejé transcurrir tres años por medio", declaró, tras lo que ha asegurado que "algún día alguien tendrá que responder de ese falso testimonio porque a mí me ha perjudicado mucho y nunca he usado mi cargo como concejal para adjudicarme, por ejemplo, las obras de la Plaza de abastos".
   "Jamás, mientras tuve cargo de responsabilidad orgánica en el PSOE o institucional en el Ayuntamiento formé parte de ninguna sociedad", pues, insistió, "no me he beneficiado de nada, incluso tengo hasta mi casa hipotecada".
   Asimismo, Miras ha aclarado que puso una querella criminal contra Jacinto Parra porque consideró que "no había derecho" a que vertiera  "mentiras" sobre su persona.
   Finalmente, ha declarado que la subida de salario de Jacinto Parra cuando asumió más responsabilidades fue sugerida por Gil Eguino, la cual autorizó, mientras que la de éste último la propuso él porque "asumía más competencias por la puesta en marcha de la planta de tratamiento de residuos sólidos".
   En la sesión matutina del juicio, el hermano de Gil Eguino, ha asegurado que cobraba unos incentivos de mejora de unos 1.700 euros, algo, que ha considerado como "normal".
   Por su parte, uno de los trabajadores, subordinado de Jacinto Parra, ha asegurado que Francisco Gil Eguino cambió a éste sus condiciones de trabajo y le apartó de su posición tras su regreso a la empresa municipal después de un accidente de tráfico que le mantuvo durante meses de baja laboral.
   Aunque aclaró que a todos los inspectores les cambiaron de ubicación, "no sólo a Parra", y que se lo comunicaron anteriormente por escrito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una forma de evaluar el grado de corrupción de un político: El aumento de masa y volumen corporal desde el día que jura el cargo.