miércoles, 1 de junio de 2011

Nuevas hemorragias internas hacen empeorar el estado de Ortega Cano

SEVILLA.- El estado del torero cartagenero José Ortega Cano ha sufrido un empeoramiento en las últimas horas. Las décimas de fiebre que tenía se han disparado y fuentes familiares señalan que ha habido algunos signos de nuevas hemorragias internas, por lo que el equipo médico que le atiende le ha sometido a diversas pruebas para detectar la causa de la fiebre. El torero ha sido transfundido nuevamente y la situación sigue siendo crítica.

Ortega Cano proseguía "en su estado sedoanalgesiado y conectado a ventilación mecánica", mientras que "su situación hemodinámica sigue siendo estable dentro de la gravedad". "Todo sigue igual. No avanza para adelante, pero tampoco hay retroceso. La situación es estacionaria", recalcó un familiar. "Y estamos a la expectativa. Todavía en la lucha, con la esperanza de que todo se va a superar", ha precisado este familiar del torero.

Ortega Cano fue intervenido el domingo durante seis horas y media por un equipo de cirujanos generales, cardiovasculares y traumatólogos que lograron resolver un punto sangrante del colon y fijar la fractura múltiple de fémur que presentaba el paciente. 

La Guardia Civil no pudo realizar la prueba de alcoholemia a Ortega Cano en el lugar del accidente debido al estado en el que se encontraba el diestro, pero esa prueba realizada ya en el hospital cuando estuvo estabilizado, tuvo resultado negativo.

El coche propiedad del torero José Ortega Cano, Mercedes R320, circulaba de forma temeraria por el casco urbano de la localidad de Burguillos una hora antes del brutal accidente.
El servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió en torno a las 22.30 horas una llamada de una persona identificada como vecino de Burguillos que alertaba acerca de un vehículo que circulaba a gran velocidad por las calles del pueblo.
El denunciante proporcionó la matrícula (1478FZG) y las características del coche, que coinciden con el que manejaba Ortega Cano cuando, literalmente, se empotró contra el Seat Altea, de Carlos Parra una hora después, a las 23.30 horas, en el kilómetro 28 de la A-8002.
El 112 dio aviso de esta llamada tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil de Tráfico, pero la denuncia sólo cobró importancia realmente cuando se produjo el siniestro y se comprobó que la matrícula en ambos casos era la misma.
El primer atestado realizado por la Guardia Civil apunta a que el matador de toros circulaba a una velocidad inadecuada, según las primeras indagaciones tras el accidente.

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