jueves, 23 de junio de 2011

COAG vaticina una catástrofe inminente en el agro murciano

MURCIA.- La organización agroalimentaria COAG ha asegurado que millones de kilos de patatas serán destruidos en los próximos días y quizá, lamentablemente, le sigan algunas variedades de melón "tras la penosa gestión europea de la crisis alimentaria", según han informado fuentes de la cooperativa agraria en un comunicado de prensa. 

   Asimismo, ha asegurado que las grandes superficies terminan por hundir la agricultura regional ya que el "diferencial de precios entre lo que reciben los agricultores y lo que pagamos los consumidores es abusivo hasta la rapiña, sin que a nadie parezca preocuparle la situación".
   COAG ha dado las gracias a la "espléndida" gestión de la senadora de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storks en el inicio de la crisis alimentaria provocada por la bacteria E.coli; a la alerta sanitaria decretada por Alemania y otros países europeos y Rusia a las hortalizas españolas y a las frutas; a la desastrosa gestión de dicha crisis por parte de la Comisión Europea y sus efectos en las exportaciones y el posterior hundimiento del consumo y de los precios hortofrutícolas.
   Además, y continuando con la ironía, han agradecido a la buena voluntad mostrada hasta ahora por la gran distribución de alimentos, las grades superficies, se puede asegurar que "las producciones murcianas de hortalizas y fruta, no sólo estamos al borde del abismo, sino que algunos sectores como el de la patata ya están en el fondo del barranco, arruinados los agricultores que posiblemente tendrán que destruir más de 100 millones de kilogramos".
   Esto es así porque cuando se decretaron las alarmas sanitarias en Europa, la patata del Campo de Cartagena, la de más calidad del mercado ahora mismo, cayó de precio hasta los 0,15 euros el kilo debido a la ausencia de demanda, con lo que los almacenes se llenaron hasta los topes.
   Por su parte, la patata que quedaba por arrancar (unas 800 hectáreas) eran, casualmente, las de destino a la exportación a Europa y fundamentalmente a Alemania, mercado que todavía no se ha movido por lo que con toda seguridad un gran porcentaje de esas patatas aún por recoger serán destruidas labrando los agricultores los bancales.
   La patata que ahora mismo se compra es la que se va arrancando, pues los compradores la prefieren fresca y no con un mes de almacenamiento, y se está 'robando' la "increíble cantidad de 0,10 €/Kg, cuando la gran distribución, tan y como aparece en el cuadro con nombres y apellidos, la está vendiendo a una media de 0,83 euros el kilo, multiplicando el precio de origen por 8,3, un 830 por ciento de margen, como prueba inequívoca de su "sincero apoyo publicitario" a los productos murcianos".
   En el caso del melón, del que hay plantadas 14.000 hectáreas de las distintas variedades (la más importante la variedad piel de sapo, siguiéndoles el melón amarillo y otras). De ellas, "la variedad denominada Blanca -dedicada muy especialmente al mercado portugués-, que ocupa una superficie de 600 hectáreas, ni este miércoles ni este jueves no se esta cortando ya que no tiene precio ninguno, es decir, está a 0,00 €/Kg, si no contáramos el coste de recolección".
   Las dos variedades más importantes, piel de sapo y amarillo, están saliendo con mucha más dificultad que en pasadas campañas y  a precio inferior, ya que el consumo está muy flojo, por lo que la pregunta que se hacen los agricultores es "dónde van a vender los cientos de millones de kilos que se recogerán hasta el fin de campaña y, sobre todo, a qué precio".
   COAG Murcia ya avisó, con tiempo suficiente, que el principal efecto de la crisis alimentaria provocada al señalar a los pepinos españoles como causantes, en un primer momento, de las infecciones con la bacteria E.coli, iba a ser la caída de precios de todos los productos hortofrutícolas murcianos debido, en su inicio, a la bajada del consumo.
   Una vez que el consumo se está recuperando, lo que no se esperaba era "la especulación tan brutal desencadenada por las principales grandes superficies que mantienen sus elevados precios al consumidor aunque, en origen, el precio lo establecen a la baja, importándoles poco que con ello no se estimule el consumo y que los agricultores acumulen pérdidas que, en algunos casos, pueden ser irreparables, ya que, como se conoce y a pesar de la exigencia unánime del sector español, de la Comunidad Autónoma y del Gobierno de España, de que se reconocieran daños en todas frutas y hortalizas afectadas por la crisis".
   COAG ha recordado que la Comisión Europea sólo permite que cinco productos cuenten con posibilidad de ayudas por retirada (pimiento, calabacín, pepino, lechuga y tomate), quedando el resto a expensas del mercado. En el caso de la patata, al no existir una Organización Común de Mercado (OCM), ni siquiera se podría aprobar, aunque hubiese voluntad, la retirada financiada por Bruselas.
   De esta manera la organización, ha instado a las Administraciones a que, "lejos de tirarse los trastos a la cabeza unas a otras, colaboren en resolver estas situaciones que se producen en los mercados, adoptando aquellas medidas de modificación de normativas que hagan posible una mayor transparencia y un reparto más equitativo de beneficios en la cadena de formación de los precios alimentarios, al tiempo que anima a los consumidores a que exijan en sus centros de compra productos murcianos de calidad y a buen precio".

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