sábado, 14 de mayo de 2011

Lorca afronta el riesgo objetivo de ruina ante el temor a un nuevo terremoto


LORCA.- La ciudad de Lorca afronta el primer fin de semana tras los dos devastadores terremotos sufridos, alejada de su habitual actividad comercial y turística, y sumida en un silencio casi fúnebre, que acompaña las tareas de apuntalamiento, fijación, desescombro, limpieza y recuperación de los servicios públicos. Las calles están literalmente tomadas por los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local y Bomberos, y bajo su control real.

El 90% de sus residentes ha abandonado la ciudad hacia los campos o la costa por miedo a fuertes réplicas o nuevos terremotos. Las calles reflejan la desolación de lo vivivo y la ruina objetiva de muchos negocios se atisba en el horizonte después de semejante golpe mortal a su vida cotidiana en lo más algido de una severa crisis económica. Mucha gente anda ya desesperada ante el panorama que se le presenta a partir del lunes porque la mayoría no cree en las pomposas promesas de los políticos ante su acreditada falsedad habitual en campaña electoral.

Algunas zonas, como el barrio de Las Viñas, el más afectado del municipio, presenta un aspecto algo menos catastrófico gracias al trabajo de operarios municipales, soldados y bomberos, que no ha cesado en toda la noche. Otros, como el de San Cristóbal, sólo está un poco menos afectado. El centro de la ciudad aparece menos castigado pero lo de las iglesias podría parecer hasta una maldición contra la acendrada religiosidad popular de los lorquinos. El resto de monumentos requerirá también de fuertes inversiones para ser restaurados.

Los vecinos de la zona oeste - la más castigada por los dos seismos - comentan que la mayoría de comercios sufren graves desperfectos en su interior, por lo que dudan puedan abrir en los próximos días. Desde luego, el 'Mercadona' lindante con el edificio que colapsó, no volverá a abrir sus puertas, al menos en esa ubicación ante su eventual demolición.

En boca de la gente anda el nombre de un conocido y privilegiado promotor inmobiliario como responsable del fiasco de varios edificios de reciente construcción, cuya falta de calidad han puesto al descubierto los dos seismos y la clasificación de los especialistas de la Unidad Militar de Emergencias pese al intento desesperado de emboscar su presunto fraude.

El aspecto vital de las calles es semejante al de días anteriores, miércoles, jueves y viernes: gente de mediana edad, normalmente varones, con maletas y bolsas de ropa preparando su salida de la ciudad, propietarios reunidos en la calle lamentando el destrozo de sus viviendas, unidades motorizadas del Ejército de un sitio a otro, unidades móviles de las diversas cadenas de televisión  y vecinos que duermen en sus coches, si no están muy dañados por lo que se les vino encima desde azoteas y cornisas, mientras observan con tristeza e incomprensión el violento giro que han sufrido sus vidas.

El nuevo terremoto registrado a últimas horas de anoche, de 2,4 grados en la escala de Richter, apenas fue percibido por la población, pero hubo muchos que lo notaron y decidieron abandonar de nuevo su vivienda y pasar la noche fuera de sus domicilios o alejarse, definitivamente, de un casco urbano abandonado excepto por inmigrantes deambulando con lo puesto por plazas y jardines.

Esta mañana han habido nuevas réplicas, lo que aleja a los lorquinos de querer volver pronto a sus casas, la mayoría dañadas por dentro debido a las dos ondas expansivas contrarias de sendos terremotos. Si lo que se ve desde la calles es más que deprimente, los técnicos hablan y no paran de lo que han podido observar en el interior de la mayoría de las viviendas, con tabiques muy dañados o venidos abajo y fugas de agua.

En una de sus calles, la del Infante Juan Manuel, hoy se desplomó por completo un edificio de tres plantas dañando considerablemente la estructura de las viviendas anexas y muchísimo sus pilares.

Según datos oficiales, un total de 1.057 edificios, de los 1.717 afectados por el movimiento telúrico, no pueden aún ser habitados con normalidad. Hasta la Casa-Cuartel de la Guardia Civil ha tenido que ser desalojada ante los graves desperfectos en las viviendas de las familias de la tropa y mandos.

Seis de cada diez edificaciones de Lorca han sido declaradas como habitables y el 40% restante -unas 1.600- no son aptas para ser ocupadas, al menos por el momento, según las conclusiones de la inspección técnica, que ya ha concluido su labor.

Un 28% de las construcciones -unas 1.150- han sido marcadas con color amarillo, lo que significa que sus habitantes pueden entrar sólo unos minutos a recoger algunas de sus pertenencias, y el 12% restante -cerca de 500- tiene código rojo y prohibido el acceso por daños estructurales.

Estos son los datos que proporciona el Centro de Coordinación de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades, dirigido por la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio de Murcia y el Ayuntamiento lorquino después de revisar 4.100 edificios afectados por los dos terremotos del miércoles pasado.

Y la mayoría de escolares y alumnos de la ESO no podrán volver a sus clases hasta después del verano dado lo dañado de la gran mayoría de las instalaciones educativas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En la ruina ta estaban. Incluso en la moral.