lunes, 11 de abril de 2011

Caja Cantabria, Cajastur y Caja Extremadura presentan su fusión al Banco de España

MADRID.- Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura presentaron este lunes al Banco de España la reedición de su integración a tres bandas, tras  rechazar en el proyecto a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) la semana pasada, informaron fuentes financieras.

   Los órganos de gobierno de las tres entidades se reunieron el viernes para aprobar, previsiblemente, un nuevo proyecto de Sistema Institucional de Protección (SIP) para cumplir con las nuevas exigencias de capitalización establecidas por el Gobierno y por las que vela el instituto emisor español.
   Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura no pedirán recursos públicos al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cumplir con los requisitos de solvencia establecidos por el Decreto de Reforzamiento del Sistema Financiero.
   La nueva integración contará con un volumen de activos de 56.000 millones de euros, de los que Cajastur aportará las dos terceras partes (38.000 millones), Caja Cantabria aportará 11.000 millones (19%), y Caja Extremadura, 9.000 millones (16%).
   Por su parte, la CAM también debe presentar su proyecto al Banco de España y detallar la solicitud de fondos públicos por importe de 2.800 millones, tal y como anunció tras el naufragio de Banco Base, al tiempo que busca un socio estable para el futuro.
   Por el momento, la CAM ha adquirido a sus ex socios la totalidad del capital social de Banco Base, de modo que se ha quedado con la ficha bancaria, lo que facilita la entrada de fondos públicos para reforzar su solvencia en caso de que se quede en solitario.
   A instancias del Banco de España, la CAM busca un comprador para evitar su nacionalización total y ha contactado con Santander, BBVA, Popular, La Caixa y Sabadell, así como con otras entidades de menor tamaño, mientras que el regulador tantea por su cuenta el interés del sector.
   Los potenciales compradores de la CAM estudian los números de la entidad murciano-alicantina, pero prefieren esperar a que el FROB refuerce la caja antes de invertir, o un plan que garantice cobertura ante eventuales pérdidas, entre el que podría figurar un Esquema de Protección de Activos (EPA).
   Por su parte, el Banco de España quiere reducir al máximo el uso de recursos públicos para mejorar la situación de la caja, y sólo contempla la intervención como último recurso.
Las asambleas de estas tres cajas rechazaron el miércoles de la semana pasada integrarse con la CAM para dar fruto a Banco Base debido a los problemas de solvencia de la entidad murciano-alicantina, que horas antes había dado su visto bueno a la fusión a cuatro.
   Las cajas asturiana, cántabra y extremeña decidieron abortar la creación del tercer mayor grupo de cajas porque no estaban dispuestas a emprender un proyecto abocado a la nacionalización desde su nacimiento por culpa de la morosidad y exposición al ladrillo de la CAM, que habían disparado la solicitud de recursos públicos.
   Banco Base había solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 2.784 millones de euros para cumplir con las nuevas exigencias de capital, lo que suponía casi duplicar las necesidades de 1.447 millones de euros identificadas por el Banco de España.
   Esta solicitud de fondos elevaba el recurso global al dinero público de Banco Base hasta 4.231 millones de euros, cifra que convertiría al Estado en el mayor y principal accionista de dicho Sistema Institucional de Protección (SIP).

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