miércoles, 23 de marzo de 2011

El "Carajillo Party" del sistema portuario / Cartas de los Lectores

Cuando parece que la comunidad portuaria busca puntos de entendimiento, se dota de normas de funcionamiento desde el consenso y analiza nuevos caminos para que el sistema portuario español sea competitivo, chirrían con más ahínco las voces y actos de personajes acostumbrados a dirigir su parcela de poder público como si fuera un cortijo. 
 
Adrián Ángel Viudes, presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Luis Lara Rubido, Director de la Autoridad Portuaria de Vigo, y Fernando Menéndez Rexach, presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, son esas voces que actúan como versión española del "Tea Party" norteamericano, el sector más ultra del Partido Republicano.


Si no que se lo pregunten a Luis Lara, uno de los más críticos con la nueva Ley de Puertos. Lara que participó en la jornada que bajo el título “El Nuevo Marco Portuario” tuvo lugar el pasado 26 de enero en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Valencia, se expresaba así sobre la nueva normativa, palabras que fueron recogidas por Diario del Puerto.

"Echo de menos en la nueva Ley una solución clara para las Autopistas del Mar, ya que si el coste más grande es el de la estiba, en esta Ley se ha perdido una oportunidad de dejarla exenta, parecía que iba a ser así en la tramitación del texto pero al final no fue posible".

Pero no quedó ahí la cosa, Lara continuó acumulando perlas en forma de opiniones. Así, parecía haber encontrado la "solución” para los estibadores: "Teníamos un problema con los controladores aéreos, difícil de resolver, por un exceso de coste o coste injustificado, parecido al de los controladores marítimos, los prácticos, y al de los controladores de la carga, los estibadores. Y ya saben ¿cómo se resolvió o está en vías de solución? Se hicieron públicos los sueldos, se descubrieron medias tremendas y puntas de 900.000 euros y se quedaron solos ante la opinión pública". 

(…) "Yo llevo 35 años trabajando con los estibadores, y cuando te encierras con ellos e intentas explicarles que usted no puede ganar ese sueldo con esa escasa cualificación, es imposible" 

(…) "Si alguien cree que con una negociación de este tipo va a llegar a algún sitio, está perdiendo el tiempo".
 
También, en un alarde de susceptibilidad, se mostro desconfiado: “En la Ley de Puertos se echan de menos controles para que esto no ocurra y que las rebajas de costes repercutan en los ciudadanos. Lo mismo ocurre con los conocimientos de embarque. ¿Alguien pesa lo que se declara? Si el barco viene de Alemania seguramente coincidirá con la realidad, pero si viene de algún puerto sudamericano, no. Y claro todos los cuadres y las auditorías se hacen sobre papeles que siempre cuadran". Una joya el señor Lara.

Y qué decir de Adrián Ángel Viudes, el más veterano del triunvirato, el que reparte a diestro y siniestro sin importarle las siglas, el orden en la cadena de mando, las instituciones o la normativa legal. En una entrevista concedida a Puertos y Navieras el pasado 27 de enero, es capaz de dejar como mentirosos a sus propios compañeros de viaje ideológico: “Si esta ley tiene vocación de permanencia, a mi el portavoz de infraestructuras del Partido Popular Andrés Ayala me ha dicho que en cuanto lleguen al gobierno la cambiarán".

Prosigue en la entrevista actuando como un comisario político contra el sindicalismo y consciente, eso sí, de la inquina que despierta: “Como sigamos siendo dominados por Coordinadora seguiremos sin ser puertos competitivos" .
 
(…) "Mientras no se le meta mano a la estiba seguiremos igual" .
 
(…) " Si ya sé que soy la bestia negra de la estiba y que si pudiesen me tendrían colgado".

Amigo de no hacer amigos y como si de un tertuliano de programa telebasura se tratase, lanza verdades a medias. “El presidente de la comisión de infraestructuras del Congreso de los Diputados, Sr. de la Encina, tiene un hijo estibador, con 6.000 ó 7.000 euros al mes, como no va a estar a favor de mantener el estatus de la estiba”.


Viudes también tiene su cuota de desdén para la patronal de la estiba: "Lo que pasa es que en esta actividad no hay patronal" afirma en referencia a ANESCO y su consenso con la estiba, "mientras el sobrecoste lo pague la carga, ellos no son empresarios si no meros comisionistas". 

También tiene “opinión” para la conversión en SAGEP de la Sociedades de Estiba, tal y como recoge la nueva Ley de Puertos: “Ahora esos empresarios de la estiba van a admitir pasar de un régimen sin ninguna responsabilidad dineraria, en las actuales APIES, a uno en que son sociedades anónimas y responderán con todos sus bienes y capital, al transformarse en SAGEP. No se han opuesto, no se entiende". 

Pero acaba sacando el dedo acusador a pasear: “Sabiendo lo que es ANESCO se entiende todo".


El último de la fila, pero que la está liando con su equivocada terquedad, es el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Fernando Menéndez Rexach. Este Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, al contrario que sus colegas de terna, había pasado más o menos desapercibido hasta que se encontró con dos regalos: la ampliación del puerto de El Musel y la autopista del mar con Nantes. 
 
En silencio, casi de puntillas, pues no es amigo de entrevistas ni declaraciones públicas, a no ser por imperativo del cargo que ocupa, se destapó con una interpretación subjetiva de la ley, para deshacerse de los estibadores (los auténticos profesionales de la carga y descarga) en el tráfico rodado de la nueva autopista marítima.

Obcecado en esa lectura que él hace de la ley y amparado por un sindicato de invención reciente y dos asociaciones empresariales del Puerto de Gijón, solo rompe su silencio para decir su frase estandarte: “No son necesarios estibadores portuarios para la carga y descarga de vehículos sin matricular.” Y se pasa por el arco todos los años de gestación de la nueva Ley de Puertos.

R.M.
(Cartagena)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Viudes

Si el gran Jorge Luis Borges
aún viviera, seguro que hubie-
se escrito un magnífico relato
(que el maestro diría que alguien le
había contado) sobre Adrián Viu-
des, el presidente del puerto de Car-
tagena, y lo hubiese incluido en su
inconmensurable ‘Historia univer-
sal de la infamia’. ¿Acaso el nombre
de Adrián Viudes no disfruta en su
pronunciación de una cadencia y
sonoridad similar a los Lazarus
Morell, Tom Castro, Monk East-
man, Bill Harrigan, Hákim de
Merv..., que Borges inventó o recu-
peró para la literatura? ¿Y el puerto
de Cartagena no empieza a parecer-
se a esos arrabales porteños de los
cuentos del argentino, donde el pro-
tagonista, a pesar de la degradación
y lo tenebroso de los tugurios de
cambalache y milongas que fre-
cuenta, se mueve con práctica sol-
tura, como quien se solaza en su
oasis particular, donde la verdadera
y única ley no es otra que la que
marca el facón bajo el chaleco? Por-
que en el puerto de Cartagena, a
excepción de los estibadores, que
juegan con mucha desventaja, nadie
le está plantando cara al presidente
Adrián Viudes. En los cuentos de
Borges, que fantaseaba mucho con
los duelos, se batían entre iguales
con la daga en la mano. Aquí, los
que pueden plantear un duelo pare-
jo a Viudes han desaparecido o
comparten mesa y mantel con el
protagonista de la historia. Al pre-
sidente de Puertos del Estado, Fer-
nando González Laxe, no le gusta
frecuentar arrabales, que para eso
tiene compadritos en su propia casa
que le hacen los mandados, aunque
le pueden meter en un lío. Es el pre-
cio que se puede pagar cuando uno
mira hacia otro lado. Borges, por
ejemplo, que era medio ciego, siem-
pre miraba al fondo de las cosas. Y
del presidente de la Región de Mur-
cia, Luis Valcárcel, nada se espera,
pues comparte con Adrián Viudes
el gusto por los sórdidos guitarreos
que resuenan en la dársena de Car-
tagena, y además profesa al amigo
una gratitud que viene de antiguo.
Veremos cómo termina el cuento.

i.carrera@grupoxxi.com