viernes, 21 de enero de 2011

Ayúdanos a prescribir la solución / Rosa Mª Artal *

Nosotros diagnosticamos el problema… ayúdanos a prescribir la solución. La ex candidata a la presidencia de EEUU por el partido republicano y líder del movimiento ultraconservador Tea Party que se aloja potente en su seno, Sara Palin, llamaba a sus seguidores a actuar. Señalando nombres con el punto de mira de un arma. El sábado la congresista demócrata Gabrielle Giffords, destacada en la lista negra de Palin, era tiroteada en el cerebro y, de paso, 18 personas más de las que 6 murieron.

En EEUU se preguntan si no ha ido demasiado lejos “el debate” político. Y en este momento histórico en el que vivimos en el que todo es opinable por encima de los hechos, unos creen –o sienten- que sí, y otros que no.

Uno de cada tres norteamericanos posee un arma y puede comprarla sin mayor dificultad. Cada año mueren en EEUU una media de 100.000 ciudadanos por heridas de bala. Pero los pobladores del país de las libertades poseen el derecho de decidir a quién disparan para evitarse daños propios o neuras propias. En este clima, una individua que pudo ser presidenta del aún país más poderoso de la tierra, señala dianas. 

Resulta que la congresista –que en este momento tiene un trozo de cráneo en el congelador a ver si reacciona y se lo pueden colocar de nuevo- luchaba con ahínco porque 50 millones de norteamericanos dispusieran de la libertad de no morirse o ver amputados sus miembros o conservar la vista o el oído, por no tener dinero para pagar un seguro médico, de esos que subvencionan a los políticos para que defiendan sus privilegios. Y también luchaba denodadamente contra la ley de inmigración de su Estado, Arizona, que tacha de delincuentes a quienes llegan de fuera y que incluso les culpabiliza por su aspecto físico.

Hace unos meses ya fue atacada la sede demócrata de Giffords y ella misma dijo que los señalamientos de Palin, podrían tener consecuencias. No, no tenía miedo, viviendo en un país que exporta “las libertades”.

Hoy, algunos, sólo se preguntan si “el debate” político no ha ido demasiado lejos. Los equilibrados, objetivos y prudentes del mundo occidental, dicen que la pobre ex gobernadora de Alaska tan solo señalaba objetivos ¡políticos!, políticos nada más, a abatir. 

Y el corresponsal de El País en Washington, Antonio Caño, directamente la exculpa. Más aún, recalca:
Es lógico, por tanto, que todos los paranoicos con armas simpaticen con los republicanos, como otros terroristas en otras partes se esconden tras un lenguaje presuntamente de izquierdas”. Precioso ¿eh?

La culpa la tiene la sociedad, se decanta la mayoría. Y algunos “se aburren” de ser señalados, porque al parecer permanecemos ciegos y sordos a ese clamor popular que se enseñorea de las calles pidiendo cordura y cambios.

Nosotros no tenemos Tea Party en España, aunque movimientos hay para crear algo similar. Tampoco Saras Palin, aunque mucho se aproximan quienes cuestionan la democracia cada vez que uno de sus presuntos chorizos es pillado con las manos en la masa. Pero nos sobran por doquier los comunicadores como Glenn Beck de la Fox, destacado ideólogo del Tea Party. Pueblan la TDT, con incendiarios mensajes de la mañana a la noche, a cambio de ansias de poder y dinero (siquiera sea en vales del Corte Inglés).

Un periodista norteamericano, del tipo de Iñaki Gabilondo del que ya nosotros carecemos en pantalla, acusa a quienes colaboran con el mantenimiento de este estado de cosas. Incluso Obama piensa ir a la Fox.

Hieren a una congresista valiente en el cerebro que es el órgano que permite ser persona, matan a 6 ciudadanos, entre ellos a una niña, y Obama pide… un minuto de silencio. ¡Venga ya! Gritan, gritan, manipulan, malmeten, y señalan objetivos en nuestra apestosa TDT que propiciaron los políticos y es libertad de expresión. Llegan las hordas franco-alemanas a las fronteras de la península ibérica a comérsenos vivos en nombre de más libertades, la de los mercados, y es que debe ser así. Y todo es opinable, y todo entretenimiento, y todo culpable inacción. 

A Obama le han quitado el Congreso y sus tímidas reformas, por no haber obrado con contundencia como prometió. Zapatero está en capilla por lo mismo. Bajar la cerviz y prestarla al estoque no es el camino en un mundo que ve crecer, impasible, cauto y “prudente”, a la ultraderecha impune.

(*) Periodista

1 comentario:

Carlos Matinez dijo...

¡Esta es la república que quieren algunos en este país!

Con la mancha de puyosca que votan como votan en este país y una Sara Botella..¡tos colocaos! ¿eh josemari?

Y pa hacer boca la liamos con Marruecos y después ya se verá.

Poffavó: ¡Que alguien le dé una colleja a lo que hay debajo del tupé del anasagasta a ver espabila!, el Maguila.

¡Por Dios, que angustia de país! país