jueves, 25 de noviembre de 2010

El Parlamento Europeo alerta contra las "injerencias políticas" en los medios de comunicación públicos

ESTRASBURGO.- El pleno del Parlamento europeo ha alertado de las "injerencias políticas" que existen sobre los servicios públicos de radio y televisión de los Estados miembros y han propuesto que se les dé un mayor apoyo financiero para proteger su independencia.

El informe, adoptado por 522 votos a favor, 22 en contra y 62 abstenciones, señala que en algunos países de la UE los medios públicos "se enfrentan a problemas importantes que ponen en peligro su independencia política, su viabilidad e incluso su fundamento financiero".
Por ello los eurodiputados reclaman a los gobiernos nacionales que "pongan fin a las injerencias políticas" en los contenidos de sus organismos de radiodifusión y subrayan que "el respeto de la libertad de expresión, el pluralismo en los medios y la independencia en la financiación" deben ser una prioridad.
En la misma línea, han llamado a la Comisión y a los Veintisiete a conceder más recursos al Observatorio Europeo del Sector Audiovisual para que pueda examinar si se cumplen los criterios o no.
Por otra parte, la Eurocámara aboga por potenciar la presencia de los medios de comunicación públicos en internet, no sólo con contenidos más "atractivos y de calidad" que permitan llegar a nuevas generaciones, sino también impulsando nuevas leyes que favorezcan esta posibilidad.
Además, sugiere que se combata la "brecha digital", por ejemplo, entre el campo y la ciudad, promoviendo la digitalización para lograr la igualdad de acceso a todos los contenidos de la radiodifusión.
Por otra parte, apuesta por adaptar a la nueva era digital los derechos de autor para permitir a los organismos de radiodifusión tener una amplia gama de contenidos europeos de calidad. Junto con esta recomendación, el texto insta a Bruselas a velar "por que quienes agregan los contenidos respeten el marco jurídico existente y los proveedores de servicios en línea contribuyan a financiar la creación de contenidos".

Jesús Banegas opina que España 'está en crisis de credibilidad'

VALENCIA.- El presidente de Ametic y candidato a la presidencia de la CEOE, el murciano Jesús Banegas,  ha indicado que la intención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de reunirse con los 30 grandes grupos empresariales en España es un "gesto político que sinceramente, no veo que tenga mucho contenido".

   A su juicio, lo que debería hacer el Gobierno es adoptar "con valentía" medidas que generen credibilidad y confianza en los mercados internacionales, y que son, a su juicio, la reforma de pensiones, --para hacerlas viables a largo plazo--- la "verdadera" del mercado laboral, y no la "insustancial" acometida, y otras reformas sucesivas, entre las que ha citado el control del gasto sanitario y la liberalización de mercados. Lo demás, ha dicho, es "perder el tiempo".
   También se ha preguntado por qué Zapatero invita a estas empresas "por un tamaño que puede ser discutible", en función de si se pone el acento en la facturación, la cotización en bolsa o el número de empleados, por ejemplo, y también ha puesto en duda si están todos los sectores representados.
    En cuanto a si se puede establecer un paralelismo entre la situación de Irlanda y la de España, ha afirmado que España está en "crisis de credibilidad", pero no cree que "vaya a caer", porque tiene, ha dicho, "una economía ciertamente sólida" y un sistema bancario "muy bueno". En cualquier caso, sí ha advertido que se están recibiendo "avisos muy serios".
   Preguntado sobre si considera que la oposición que realiza el Partido Popular contribuye a generar confianza, ha considerado que en el Estado español, los partidos que se sitúan fuera del gobierno tienen un "papel muy limitado", aunque ha advertido que a los empresarios les gustaría que en temas "muy importantes" se actuara con consenso.
   Sobre si prevé que se presenten más candidatos a presidir la CEOE, ha desvelado que le gustaría que así fuera, aunque ha admitido que "a estas alturas es difícil" y ha recordado que puede ocurrir que se aglutinen todas las candidaturas, aunque en su opinión, se llegará a celebrar elecciones en lugar de la "ratificación simbólica" que se ha registrado hasta ahora en la patronal.
   En relación a los apoyos con los que cuenta, ha manifestado que tiene su propio su voto, el del "99,99% del de mis allegados", y el de "mucha más gente" a quien ha expuesto su proyecto. Ha advertido que no pide el voto para no poner en "situación incómoda" a los demás.
   Ha manifestado que se siente "cómodo" en su "pellejo" y que su perfil es adecuado al caso, y ha descartado hacer otras proyecciones, porque "cualquier otro análisis carece de fundamento empírico".
   Banegas, que ha expuesto en la sede de Cierval, en Valencia, sus principales líneas programáticas para el futuro de la CEOE, ha indicado que "sin empresa no hay salida posible de la crisis" y ha reclamado que se reconozca la "dignidad" y "prestigio" de los empresarios.
   El dirigente empresarial considera que la CEOE puede liderar la salida de la crisis con "independencia" de intereses particulares de cualquier signo; firmeza en la defensa de la empresa como agente generador de riqueza; diálogo, participación de todos los empresarios --grandes, medianos, pequeños y autónomo--; liderazgo de la sociedad civil; renovación de las estructuras de la CEOE; el impulso a la internacionalización y el servicio a sus asociados.
   Ha defendido también la unidad de mercado; la libertad de negociación de cada empresa con sus trabajadores y que se aproveche la salida de la crisis para modernizar la estructura económica a través de la innovación.

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Los jóvenes españoles pesimistas ante su futuro

MADRID.- Casi la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 24 años, el 46,3%, ve su futuro con pesimismo, al margen de que se supere o no la crisis económica, mayoritariamente pasan de la política y en el 71,4% de los casos tienen una imagen deplorable de los políticos. 

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio sociológico sobre la juventud española realizado por encargo de la Fundación SM y presentado en Madrid, del que se desprende, según sus autores, que estamos ante una generación, quizá la primera, que piensa que va a vivir peor que sus padres.
Tecnológicos, menos preocupados por el medio ambiente que sus progenitores, ideológicamente más de centro-izquierda (52,8%) que de derecha o centro-derecha (23,1%), bastante escépticos con respecto a la integración social, apenas confían en las instituciones -las ONG son las más valoradas- y más de la mitad confiesa que lo de ayudar en casa no va con ellos.
En una lista de dieciséis instituciones, encabezada precisamente por las ONG, la Corona ocupa el decimotercer puesto -el 39,7% tiene mucha o bastante confianza en ella-, por detrás de la policía, la justicia, la prensa o, incluso, las Fuerzas Armadas, pero por delante de sindicatos, empresas e Iglesia.
El 64% opina que la Iglesia católica se mete demasiado en política y sobre la postura de la jerarquía eclesiástica en lo que respecta a la vida sexual de las personas, no tienen dudas: el 75% asegura que es anticuada.
Valoran, por este orden, la familia, la salud, a los amigos, ganar dinero, el tiempo libre y el trabajo, y en el último puesto de la lista, por detrás de la política, la religión, un asunto privado que debe vivirse privadamente, piensa el 50% de chicos y chicas.
Esta generación "planificada, deseada y creíamos que satisfecha", en palabras de los sociólogos que la han estudiado, se lleva "considerablemente mejor" con sus padres que otras anteriores. Y es así porque el modelo democrático de familia está más extendido, el autoritario se ha estancado y el permisivo ha retrocedido "levemente".
Pero cuando discuten, lo hacen, sobre todo, por no arrimar el hombro en los trabajos de la casa, por dinero, por querer levantarse "cuando apetece", por los estudios y por la hora de llegada cuando salen de noche.
El paro es para el 45% la principal amenaza de futuro, seguido por la droga (33%), la vivienda (28,7%), la inseguridad ciudadana (23,6%) y el terrorismo (20%).
Desde el informe anterior, de 2005, ha disminuido su conciencia ecológica, si bien ahora son más -el 52% frente al 38%- los que consideran que la ciencia y la tecnología evitarán que la tierra se convierta en un planeta inhabitable.
El 81,9% tiene claro que "en ningún caso" está justificada la violencia de género, el 60,4% rechaza tajantemente la pena de muerte y el 29,3% se muestra absolutamente en contra del aborto.
Quieren emanciparse, pero no tienen prisa a la hora de abandonar el "nido", y creen que "en torno" a los 27 años es el momento adecuado. Eso sí, si previamente han encontrado un trabajo.
Aunque uno de cada cinco no tiene decidido el tipo de unión con su pareja por el que optará, un 55,4% elige el matrimonio, civil o religioso. El estudio pone de manifiesto, además, que la decisión de tener hijos es cada vez más planificada. Al 38,9% le gustaría tener dos, pero el 32,7% o no sabe o no contesta.
Los jóvenes valoran la fidelidad en la pareja, son cada vez más tolerantes con los homosexuales y creen mayoritariamente que "todas las formas familiares son válidas si con ello se consigue la felicidad".
Católicos confesos en el 53,5% de los casos, el estudio concluye que la religión no tiene "una gran influencia" en sus vidas. El 62% no entra nunca o prácticamente nunca en una iglesia y sólo el 7% cumple con el precepto dominical de ir a misa.
En cuestiones de ocio y tiempo libre, escuchan música, ven televisión y salen con los amigos, no menos que antes de que estallara la crisis económica, y son un 66,6% los que practican deporte.
El 35,8% no lee nunca, el 34,6% lo hace entre una o dos horas a la semana y sólo un 25% tres o más. El porcentaje de los que salen todos o casi todos los fines de semana es ahora menor que en 2005, un 41,4% frente a un 50,1%. El 98% usa teléfono móvil y entre los menores de 20 años está más extendido el uso de redes sociales que entre los más mayores.

El 37% de los jóvenes inmigrantes se siente tratado con desprecio

MADRID.- Aunque el 81% de los jóvenes inmigrantes se sienten integrados en España, un 37% se considera tratado con desprecio, desconfianza y agresividad, según se desprende de un estudio de la Fundación SM.

En el estudio dedicado a los jóvenes inmigrantes, que la Fundación SM realizaba por vez primera, se ha recurrido a una muestra de 503 y de las mismas edades que los españoles.
El 91% de los inmigrantes jóvenes reconoce que le quitan el trabajo a los españoles, el 87% confiesa que tiene intención de quedarse en España y el 77% piensa que deben esforzarse para adaptarse a la cultura y las costumbres españolas, y no al revés.
Los amigos, la salud y la familia son fundamentales en su vida, la política no les preocupa lo más mínimo y, entre los problemas que podrían amenazar su futuro, citan el paro, el racismo y la xenofobia, en el 76% de los casos, y en porcentajes similares, en torno al 70%, la violencia juvenil o la calidad en el empleo.
Aceptan, en general, todas las formas de familia, excepto aquellas formadas por personas del mismo sexo, que no consideran familias como tal. El 81% afirma que cree en Dios y el 57% confía mucho o bastante en la Iglesia católica.
Aunque se creen integrados, no se sienten todavía españoles -sólo uno de cada cuatro confiesa sentirse tan español como de su nacionalidad de origen-, y sobre el trato que reciben el 45% opina que es de interés, amabilidad y normalidad.