domingo, 21 de marzo de 2010

La hegemonía conservadora / Josep Ramoneda

Será casualidad, pero no deja de ser sospechoso que haya sido en el momento en que el juez Garzón ha incomodado a la derecha cuando la justicia se ha lanzado contra él. Tan jaleado cuando puso a Felipe González contra las cuerdas por el GAL, se ha convertido en un indeseable que hay que apartar como sea de la carrera judicial cuando ha tocado, siquiera levemente, los crímenes del franquismo y cuando ha metido el dedo en las cañerías por las que circulaba el dinero de las amistades peligrosas del Partido Popular.

Como informaba El País recientemente, la última palabra, tanto sobre Garzón como sobre Gürtel, la tiene una mayoría de jueces emanada de la derecha. Una vez más, se confirma que, en este país, la izquierda tiene el gobierno de vez en cuando, pero los poderes reales los tiene casi siempre la derecha.

La larga travesía del desierto que tuvo que pasar la derecha posfranquista consolidó la idea de que el electorado español está escorado a la izquierda. De lo cual algunos deducen apresuradamente una cierta hegemonía ideológica de ésta. La apreciación se basa en la autoubicación de los ciudadanos en el eje derecha-izquierda, en las encuestas de opinión, que da la máxima concentración en el área del centro-izquierda. Y en la aparente pervivencia en el lenguaje político de los tópicos de la corrección política de izquierdas.

Ambas cosas se explican por la propia historia de la Transición: el discurso que venía de la izquierda antifranquista (así como el de los nacionalismos periféricos) tuvo, ante las dudas de una derecha que necesitaba reinventarse, una capacidad de contaminación superior a lo que realmente representaba. La aplastante victoria del PSOE en 1982 dio a la izquierda una apariencia hegemónica que tardó en desdibujarse por el estado de confusión de una derecha acostumbrada a mandar.

Sin embargo, la izquierda no ha sido capaz de construir una hegemonía social real. Más bien al contrario: en la oleada de los años de la liberalización económica general, los socialistas cedieron gran parte del poder económico público al sector privado. El poder del Estado se centra en los sectores regulados, un territorio siempre opaco del poder económico, donde abundan los lobbies y los cambalaches. En la justicia no ha habido reformas estructurales de fondo que pudieran modificar las dinámicas sociales y las inercias gremiales que le dan una base indefectiblemente conservadora.

En la crisis de los medios, el Gobierno Zapatero ha conseguido algo insólito: que en el espectro televisivo quede una mínima presencia de la izquierda. No hay hegemonía que no pase por el dinero, la justicia y los medios de comunicación. En realidad, la izquierda española, versión Felipe González, desdeñó pronto cualquier intento de hegemonía ideológica. Simplemente, se adaptó y se centró en mantener la hegemonía política. El gobierno más ideológico que ha habido en la democracia española ha sido el de José María Aznar. Él sí trabajó para hacer triunfar un proyecto con voluntad de ser socialmente hegemónico: la revolución conservadora.

Felipe González tuvo que asumir la construcción de un marco de orden y de bienestar que asentara y ampliara a las clases medias españoles. Éstas, una vez consolidadas, fueron un excelente terreno abonado para la hegemonía conservadora. Y así el PP fue conquistando el electorado urbano que, inicialmente, parecía que le era ajeno.

Zapatero llegó con ruido. Con banderas ideológicas de acentos republicanos, que se han deshinchado definitivamente con la crisis. Jugó un antiamericanismo primario que le dio dividendos inmediatos, pero que tenía fecha de caducidad. Con su política de ampliación de los derechos de las personas, sintonizó bien con los sectores más avanzados de la sociedad y consiguió que se extendiera una imagen retrógrada del PP.

Pero no tocó ninguno de los poderes reales. Y entró directamente en la lógica económica dominante: de la cultura de la redistribución a la cultura de la productividad, que rompe los esquemas derecha-izquierda y abre la vía a lo que Albena Azmanova llama "xenofobia económica", expresión de dos nuevas líneas de conflicto: entre autóctonos y extranjeros, entre empleados y desempleados.

España ha formalizado su modernización en materia de costumbres, la ciudadanía está irritada contra las élites, por el desconcierto del poder político y por la soberbia del poder financiero, pero es más conservadora porque el miedo a perder posición se ha extendido. Y en la batalla del miedo, la derecha siempre es más descarada y eficiente.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/hegemonia/conservadora/elpepusocdgm/20100307elpdmgpan_4/Tes

Aumenta el caos laboral en la Región de Murcia debido a su desfasado modelo de crecimiento

MURCIA.- El número de trabajadores afectados en la Región de Murcia por Expedientes de Regulación de Empleo, creció un 237% en 2009 con respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. En 2009, la Región autorizó 280 expedientes, 146 más que en 2008, y a enero de 2010, un total de 16 frente a los 17 registrados el mismo mes del año anterior.

En enero de 2010 se autorizaron un total de 112 expedientes, frente a los 545 del mes anterior y los 192 de enero de 2009. Aunque se cerró el año con un total de 1.912 trabajadores afectados por ERE con extinción de contrato frente a los 603 de 2008, lo que supone un incremento del 220%.

La cifra de trabajadores afectados por medidas de suspensión creció un 38% en enero de 2010 y un 168% entre 2008-2009. Pero los trabajadores murcianos afectados por reducción de jornada aumentaron un 191% en 2009 aunque decrecieron un 30% en enero de este año.

Sector servicios

La Región fue también una de las más afectadas por la caída del empleo en el sector Servicios durante el pasado mes de enero, con un descenso del 6,1%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El dato de enero, que se viene a sumar al descenso de un -3% en la facturación, rompe la aparente tendencia de mejora que se había registrado en los últimos meses de 2009.

En general, la media de caída del empleo dentro de este sector se situó en un 3.4% en el primer mes del año, mejorando ligeramente el registro de diciembre (-4%).

La caída del consumo derivada de la crisis económica llevó al sector a reducir su cifra de negocios un 4.1% en enero en relación a igual mes de 2009, ahondando así el retroceso que experimentó en diciembre, que fue del 1.9% en tasa interanual, la menor caída registrada por el sector desde que entró en negativo, en julio de 2008, pero que ahora ha vuelto a acelerar su retroceso.

Con enero, son ya 18 los meses consecutivos en los que el sector presenta tasas interanuales negativas en facturación, y 19 los meses que lleva destruyendo empleo.

En enero, la facturación del comercio se redujo un 3.7% y la de otros servicios, un 5.1%, donde experimentaron tasas negativas, entre otras áreas, las actividades profesionales, científicas y técnicas (-6.8%), las actividades administrativas y servicios auxiliares (-6%), la información y las telecomunicaciones (-5.6%), la hostelería (-4.5%), y el transporte (-3.5%).

En otros servicios, las actividades que más redujeron su cifra de negocios fueron los servicios técnicos de arquitectura (-13.8%) y la programación y emisión de radio y televisión (-13.6%).

En Construcción descienden los autónomos

Las altas de trabajadores autónomos en el sector construcción también descendieron tres puntos entre los años 2007 y 2009 en la Región como consecuencia de la crisis económica y aumentaron cuatro puntos en relación al sector servicios, según la Secretaría de Estado de la Seguridad Social.

Por sectores de actividad, a 31 de diciembre de 2009, 43.707 autónomos estaban dados de alta en servicios (69,3% del total frente al 65,2% de 2007), 7.973 autónomos en construcción (12,6% frente al 15,9% dos años antes), 7.557 en agricultura (12% en 2009 y 12,7 por ciento en diciembre de 2007) y 3.815 autónomos en industria, lo que representaba el 6,1% de este rango de trabajadores frente al 6,2% registrado en 2007.

Los afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos descendieron un 4,55% entre el mes de febrero de 2008 y el de 2010. La disminución fue del 15,9% en Industrias Extractivas, del 15,73% en Construcción, del 15,5% en suministro de agua y del 8,21% en actividades inmobiliarias.

En cuanto al número de afiliados por capitales de provincia y municipios de más de 40.000 habitantes a febrero de 2010, Murcia dispone de 194.052 autónomos frente a los 201.625 en la misma fecha de 2009, lo que representa un descenso del 3,75%.

Cartagena cuenta con 63.516 trabajadores dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, 2.055 menos que en febrero de 2009; Lorca, 34.573 (992 menos) y Molina de Segura 20.616 (980 menos que en febrero de 2009 y 3,121 menos que en la misma fecha de 2008).

Entre 2008 y 2010 decrecieron un 8,59% las altas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos mientras las bajas subieron un 22,4%, cifra que desciende también entre febrero de 2009 y 2010 (-12,25%).

Una vez más los datos confirman que la Región de Murcia sufre con más intensidad los efectos de la crisis, más dura que en el resto de España debido al modelo de crecimiento pese a que los autónomos son una pieza clave.

Wi-Fi para todos en las pedanías y 170 zonas urbanas del municipio de Murcia

MURCIA.- La concejalía de Calidad y Modernización de la Administración del Ayuntamiento de Murcia trabaja para ampliar el servicio Wi-Fi hasta un total de 170 puntos en el casco urbano de la ciudad y en la totalidad de las pedanías del municipio, según un comunicado.

Para llevar a cabo la puesta en marcha de estos nuevos puntos será preciso que temporalmente queden fuera de servicio los actuales puntos de la red Wi-Fi.

En Murcia funciona desde hace pocos años una instalación municipal piloto en la zona de la Glorieta de España-plaza del Cardenal Belluga, basada en Redes Malladas, una tecnología que consiste en crear sin cables áreas de cobertura en espacios abiertos mediante la instalación de nodos que se comunican entre sí.