sábado, 6 de marzo de 2010

Un fabricante coreano de buques elige Nueva Escocia para su planta de producción norteamericana

HALIFAX.- Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering (DSME), con sede en Corea, ha elegido Nueva Escocia, Canadá, para su centro de producción norteamericano de torres y aspas de turbina eólica. La operación se localizará en Trenton, condado de Pictou, creando más de 500 empleos directos y se espera que entre en funcionamiento en el otoño de 2010.

La provincia de Nueva Escocia y DSME han firmado un acuerdo de accionistas y se han comprometido a inversiones de valor: DSME aportará 20,4 millones de dólares canadienses y mantendrá el 51% de las acciones comunes y la provincia aportará 19,6 millones de dólares canadienses y mantendrá el 49% de las acciones comunes.

La provincia de Nueva Escocia tendrá un representante en el comité directivo. También ofrecerá financiación inicial, un préstamo para nuevo equipamiento, capital laboral y otro préstamo para adquirir tierra y edificios.

"Éste es un día histórico para Nueva Escocia ya que agradecemos la llegada de otro fabricante internacional líder a nuestra comunidad empresarial", dijo el responsable de Nueva Escocia, Darrell Dexter.

"La asociación de Nueva Escocia con DSME refuerza la posición de la provincia como puerta de enlace a los lucrativos mercados de Norteamérica".

La asociación entre Nueva Escocia y DSME refleja igualmente el trabajo de la provincia para diversificar sus fuentes de inversión directa extranjera a la vez de invertir en mercados emergentes, específicamente en Asia.

"Nueva Escocia es la localización adecuada para DSME mientras ideamos nuestra estrategia para diversificar en el sector de la energía eólica", dijo Nam Sang-Tae, consejero delegado y director general de DSME.

"Nos atrajo la fuerza de trabajo cualificada de Nueva Escocia, los sistemas de transporte eficiente, costes competitivos y múltiples fuentes de energía, incluida la eólica, la mareomotriz y la offshore. El respaldo que recibimos del gobierno fue otro factor clave en nuestra decisión".

El gobierno de Canadá anunció que pretende invertir 10 millones de dólares canadienses en la planta. La inversión, realizada a través de la Atlantic Canada Opportunities Agency, será un préstamo pagadero de cinco millones de dólares canadienses y una contribución de otros cinco millones de dólares canadienses para mejoras de la tierra adyacente.

Esta sociedad es el resultado de más de un año de trabajo, que comenzó con la firma de un memorando de entendimiento para explorar oportunidades económicas. El memorando original se desarrolló por DSME, los departamentos del gobierno de Nueva Escocia en Desarrollo energético, económico y rural, y Nova Scotia Business Inc.

DSME es una compañía diversificada y uno de los mayores constructores de barcos del mundo. La compañía, con sede en Corea del Sur, se estableció en 1973 y hoy es un constructor de primera clase de barcos comerciales y navales y proyectos offshore.

En 2009, DSME adquirió DeWind Inc., una compañía de ingeniería de turbina eólica americana, y anunció planes para expandirse en el sector de la energía eólica y construir una planta de producción en Norteamérica.

DSME con sede en Corea del Sur cotiza públicamente en la bolsa de valores coreana.

Crisis, inmigración y crecimiento del racismo / Manuel Lario *

Diez años separan los incidentes racistas de El Ejido y los de Rosarno en Italia y muestran cómo el racismo europeo se mantiene y crece en estos tiempos de crisis económica, alimentado también por la retórica política xenófoba.

El racismo social crece, además, por el discurso institucional que destilan las políticas de inmigración de la Unión Europea, sometidas a un proceso de endurecimiento progresivo desde la cumbre de Tampere de 1999 hasta la aprobación de la “Directiva del retorno” o de la vergüenza, de 2008, que ha impulsado cambios regresivos en las legislaciones nacionales, un mayor blindaje de las fronteras comunitarias y un esfuerzo en aumentar las repatriaciones de indocumentados.

Estas personas han pasado a ser el máximo chivo expiatorio de los discursos de políticos que, en busca de réditos electorales, criminalizan la inmigración e impulsan el debate xenófobo. El presidente italiano Berlusconi es el máximo exponente de los delirios verbales contra los clandestini: a finales de febrero declaraba que “menos inmigrantes significa menos criminalidad y menos Mafia”.

Pero no es sólo Berlusconi, o Sarkozy. Otros gobiernos también han puesto más restricciones a los procesos de nacionalización, con exámenes de idiomas, contratos de integración, condiciones de trabajo y vivienda, restringen aún más el derecho de asilo y aumentan las expulsiones por medio de vuelos conjuntos, firma de convenios de repatriación con nuevos países o la extensión del Frontex por todo el Mediterráneo hasta Turquía.

También presenciamos al intento de restringir los pocos derechos que se contemplan para los indocumentados, y a la criminalización a los ciudadanos y los organismos civiles que les proporcionan asistencia humanitaria y social.

Pero también percibimos muestras de resistencia. El pasado 1 de marzo, en Francia se han realizado movilizaciones con la iniciativa "Un día sin inmigrantes, 24 horas sin nosotros". No es casual que este movimiento haya empezado allí, donde un importante movimiento huelguista de trabajadores indocumentados lleva meses exigiendo su regularización, y donde la inmigración extracomunitaria, especialmente la de origen musulmán, está puesta en el punto de mira, presionada entre otras cosas por el debate sobre la “identidad” francesa.

Una iniciativa de movilización que obtuvo también eco diverso en Italia, Grecia o varias ciudades españolas. Movimientos importantes en un momento en que el discurso xenófobo encuentra apoyo en un sector creciente de la ciudadanía europea, especialmente ahora que la competencia por unos recursos sociales y laborales cada vez más escasos aumenta la pulsión discriminadora.

También en España tenemos muestras de ello, con la enésima reforma de la Ley de Extranjería en diciembre de 2009, que elevó el periodo de detención en los CIE de 40 a 60 días o dificultó el reagrupamiento familiar.

A sólo dos meses de esta reforma, la polémica ha vuelto a propósito del empadronamiento en Vic y Torrejón y ha sacudido a diversas fuerzas políticas en una carrera por ver quién muestra más dureza contra los sin papeles, mirando las próximas citas electorales. Algunos no han dudado en seguir vinculando, una vez más, inmigración y delincuencia, como muestran los recientes incidentes en Salt.

La crisis ha elevado el rechazo hacia los inmigrantes, aumenta la demanda de políticas migratorias más restrictivas y consolida una imagen negativa de las migraciones, asociada al deterioro de las condiciones laborales y sociales. Pese a la evidente contención de los flujos migratorios, la intransigencia social con el extranjero aumenta, espoleada por la sensación de competencia y los problemas de convivencia o seguridad.

Todo ello sin olvidar que si antes fueron fundamentales en los tiempos de crecimiento, la población inmigrante es la que ha sufrido el ajuste más duro en la crisis: su tasa de paro se elevó desde el 17% en 2008 hasta superar el 30% al final de 2009; con el añadido de que, si no pasan directamente a la economía sumergida y logran mantener sus empleos, tienen condiciones laborales con salarios más bajos, reducción de beneficios y más trabajo.

Aunque la duración de la crisis definirá su verdadero impacto en la migración, el papel fundamental que en esta última década ha desempeñado su aporte laboral sugiere que será difícil que la economía se recupere sin mano de obra migrante.

Por ello no se debe sacar a la migración de la respuesta a la crisis financiera y no sucumbir a las medidas populistas de alto riesgo para la convivencia, de combatir la crisis con medidas migratorias severas.

Las políticas restrictivas y cortoplacistas son el germen de mayor exclusión y rechazo, y fomentan el conflicto entre las capas mas desfavorecidas. Y todas las administraciones públicas, central, autonómica y local, deben garantizar que los sistemas de protección social puedan atender las necesidades de la población residente necesitada, sea autóctona o extranjera.

Por ello hacemos un llamamiento a la responsabilidad de las fuerzas políticas y de los medios de comunicación, porque juegan un papel fundamental en la presentación y percepción de la inmigración ya que un determinado discurso puede reforzar los prejuicios xenófobos y contribuye a crear un grado de intolerancia social. Los inmigrantes piden reconocimiento, que es el punto de partida mínimo para poder hablar de convivencia.

La convivencia no mejorará fomentando el odio al migrante, al indocumentado, sino comprometiendo en la solución de los problemas a todos, porque a todos nos atañen como sociedad. De ello depende, en buena medida, que sociedades plurales, como la murciana hoy, puedan funcionar de forma cohesionada y justa.

(*) De Convivir sin Racismo www.laopiniondemurcia.es

Sarkozy dispuesto recortar el presupuesto agrícola común a cambio del control de las importaciones

PARÍS.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, manifestó este sábado su disposición a discutir un eventual recorte los fondos que destina la Unión Europea al sector agrícola, la partida más importante del presupuesto comunitario, en compensación por un endurecimiento de las condiciones de entrada de productos agrarios de países ajenos a la Unión que permitan proteger la producción propia.

Francia sería así "flexible" sobre el presupuesto agrícola, pero "rígida" en su demanda de que las importaciones de productos del sector tengan que cumplir los mismos estándares que la producción europea.

Este mismo año los Veintisiete deben negociar la Política Agraria Común (PAC) correspondiente al periodo que comienza en 2013, fecha hasta la que permanecerá vigente la actual PAC, con posturas tan distantes como las de Francia, favorable a las regulaciones, y Reino Unido, más favorable a un enfoque de libre mercado.

"Estoy dispuesto a aceptar una reducción de la proporción del gasto agrícola del presupuesto comunitario, siempre y cuando se aplique la preferencia comunitaria", afirmó Sarkozy durante su visita al Salón de la Agricultura de París en referencia a los requisitos sanitarios, sociales y medioambientales que son obligatorios para los agricultores europeos.

Este cambio de política no es contraria a las normas de libre comercio internacionales, sino que en realidad garantiza una "competencia justa", dijo.

Sarkozy reiteró además los argumentos de su ministro de Agricultura, Bruno Le Maire: la política agraria de la Unión Europea debería incluir instrumentos regulatorios para reducir la volatilidad y posibilitar que los agricultores negocien colectivamente con los compradores al por menor.

Escandaloso abandono educativo prematuro del 41% en la Región de Murcia

MURCIA.- Un informe del Ministerio de Educación revelado éste fin de semana por el diputado regional del PSRM y profesor de Secundaria en Caravaca de la Cruz, Jesús López, refleja un escandaloso abandono educativo prematuro del 41% en la Región de Murcia de los jóvenes entre 18 y 24 años, lo que complica a corto plazo una solución al desempleo galopante, y ya estructural, entre la juventud murciana, menos o nada cualificada, para su inserción en la hoy sin retorno Sociedad del Conocimiento.

Cada año entre 5.000 y 6.000 jóvenes de la Región de Murcia, que tienen 15 años al comenzar el curso escolar, no obtienen el titulo de la ESO. Los alumnos que no se gradúan (aunque algunos lo pueden obtener después) se acerca ahora, como mínimo, al 35%, situando a nuestra provincia la cuarta por la cola en el conjunto nacional, donde sí lo hacen el 69,3% de los alumnos.

Así, quienes no han terminado la segunda etapa de la Educación Secundaria Obligatoria (Bachillerato o Ciclos formativos de Formación Profesional) y no han seguido luego ningún tipo de estudios durante ese curso, refleja en Murcia un itinerario "divergente" con respecto a la media del resto de provincias españolas del 31,9% (la peor posición, después de Baleares), cuando la escolarización en el curso de entrada (1º de Primaria, 6 años) es prácticamente del 100%.

También experimentan caídas muy notables en la etapa de la ESO las tasas de idoneidad del alumnado que progresa de forma adecuada realizando el curso que corresponde a su edad. En la Región de Murcia esa tasa de idoneidad es del 53,4% y la de graduación del 65,7%.

La pérdida de idoneidad se mantiene aquí a un ritmo alto hasta el final de la etapa, ya que para entónces sólo algo más de la mitad de los alumnos (ese 53,4%) están en el curso que les corresponde por edad. Desde el segundo ciclo de Primaria habrán repetido curso, al menos una vez, entre el 30% y el 40% de los alumnos.

Las comunidades autónomas con esa divergencia negativa son también las que peor se sitúan en abandono educativo prematuro: Murcia y Baleares, con tasas superiores al 40%, seguidas de Andalucía (38,5%) y Castilla-la Mancha (38,1).

Paradójica, o no tan paradójicamente, la coyuntura económica actual ha despertado en la Región de Murcia el interés entre los adultos por una formación que ahora echan en falta para poder ganarse la vida dignamente y disparado la demanda de cursos de acceso a la Universidad para mayores de 25 años. Tras Madrid (24,2%) y Barcelona (14,59%), con más alumnos matriculados en este curso está Murcia con un 6,41%.