miércoles, 3 de marzo de 2010

La Plataforma Ciudadana denuncia la situación del yacimiento de San Esteban

MURCIA.- La Plataforma Ciudadana en Defensa del yacimiento medieval de San Esteban, en Murcia, se reunió con el delegado del Gobierno, Rafael Martínez Tovar, para informarle de la situación de total abandono en la que se encuentran los restos árabes por parte de las administraciones local y autonómica y para solicitarle su ayuda en la protección urgente del yacimiento, según se recoge en un comunicado remitido a los medios.

Miembros de la Plataforma le expusieron y entregaron un informe técnico en el que se detalla cuál es la importancia histórica y cultural del yacimiento, y un dossier fotográfico que demuestra el estado actual de deterioro del complejo (muros derrumbados, bombas de achique inundadas y verdín en extensas zonas del yacimiento)

Interrumpida la excavación el pasado 9 de diciembre, la situación del yacimiento arqueológico es "de absoluta e improrrogable emergencia, ya que a las continuas lluvias que han caído sobre el yacimiento se debe sumar las precipitaciones que se esperan los próximos días y que con la llegada de la primavera, los restos se verán afectados de forma irreversible si no se realiza con carácter de emergencia una protección adecuada de los restos", explicó la plataforma en comunicado de prensa.

Con la humedad acumulada en el terreno tras las continuas lluvias de estos tres meses, la llegada del buen tiempo tendrá como consecuencia el resquebrajamiento del suelo y de los restos. A día de hoy más de un 25% del yacimiento se ha visto gravemente afectado y aproximadamente un 15% de las estructuras ha sufrido daños irrecuperables (graves daños en zócalos pintados, desmoronamiento de tapiales, degradación de suelos y pavimentos cubiertos de moho y verdín).

Rafael Martínez Tovar se mostró interesado por el futuro del BIC-San Esteban y manifestó estar en contacto con la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y su Director General Enrique Ujaldón en relación a él.

Martínez Tovar informó a la Plataforma que la Delegación del Gobierno colaborará, si así se lo solicita la Comunidad Autónoma, administración competente en la gestión del yacimiento, con la continuación de las excavaciones arqueológicas y puesta en valor del yacimiento con cargo a la partida del 1%.

La Plataforma solicitó al delegado que, desde su cargo, sea un agente más de la puesta en valor público del yacimiento, haciéndose eco de la oportunidad histórica, económica, turística, urbana y cultural que supone la aparición de estos restos arqueológicos que el propio Jose Mª Luzón, catedrático de Arqueología y ex director del Museo del Prado y del Museo Arqueológico Nacional, calificó como "mina de oro" de valor único en Europa.

La política regional y la esfera mediática. La historia de una perversión de la democracia / Patricio Hernández *

"Ud. lo que tiene que hacer es viajar menos y leer más los periódicos". Recordaréis muchos de vosotros el viejo chiste que le hacía decir esto al dictador Franco cuando un periodista en una sesión de prensa le negaba las supuestas realizaciones proclamadas por el régimen. Pues amigos, hemos llegado nuevamente a ese punto.

La crisis que agobia a muchos medios de comunicación les hace mostrarse crecientemente dependientes del presupuesto público. La opacidad con la que se gestionan los recursos públicos hace que, como en tantos otros casos, nunca lleguemos a saber cuanto denero llega finalmente al presupuesto de tal o cual periódico, de esta o aquella televisión o radio, pero las cantidades son enormes.

Una semana tras otra aparecen los suplementos publicitarios, los "especiales", que se añaden a la marea de anuncios institucionales, las campañas incesantes cuyos destinatario son siempre los ciudadanos de la región. Nos quedaríamos pasmados si llegásemos a saber cuanto dinero público acaba por subvención o publicidad en los medios de comunicación. Nunca tuvieron tanta importancia los gabinetes de comunicación de las instituciones. Nunca los políticos estuvieron tan obsesionados con el espejo de los medios que suminitra el oxígeno del que se alimenta el imaginario social.

Se configura así una esfera mediática -en nuestro caso regional- donde los medios públicos al servicio del gobierno se suman a los privados "receptivos" a las incesante propaganda pagada e inducida desde ámbitos institucionales para crear una realidad virtual, mediática, que se impone a la propia realidad y termina por anularla, dejando a la sociedad desarmada e indefensa.

Si un político es hábil y suficientemente desvergonzado y con acceso recursos económicos puede crear la imagen de si que quiera. El caso de Pedro Alberto Cruz, el Consejero de Turismo y Cultura es el ejemplo más logrado de cuanto decimos. Produce constantemente sus propias noticias, que son digeridas y reproducidas por los medios no ya sin resistencia crítica, sino con entusiasmo.

Así, un artículo en el New York Times, a todas luces dictado a alguien que no conoce la región, es celebrado como la prueba incontrovertible del nivel de excelencia a que ha llegado la cultura en la región. Da lo mismo que los ciudadanos no lo perciban así en su entorno, que aquellos ámbitos en que circula la cultura que disfrutan los ciudadanos no haya cambiado e incluso haya retrocedido. Es igual, lo verdaderamente importante es lo que diga la prensa.

Trabajo personalmente en la gestión cultural pública y puedo deciros que hace muchos años que la situación no era tan mala. Hemos visto reducirse los recursos públicos dedicados a la cultura como nunca antes había ocurrido en democracia. Los servicios que se ofrecen a los ciudadanos están deteriorándose a un ritmo acelerado.

Este año los museos carecen de presupuestos mínimos para programar dignamente, lo mismo que los teatros públicos, las olvidadas bibliotecas, los ignorados archivos, de igual forma que el presupuesto para preservar nuestro patrimonio histórico ha sido sacrificado sin medida, lo mismo que ocurre con los recursos transferidos a los municipios y a las asociaciones y entidades culturales, con muy pocas excepciones.

Pero nadie va a hablar porque hay miedo. Ni los funcionarios ni los programadores, ni las asociaciones, ni los medios de comunicación con las salvedades que conocemos bien. Uno de los efectos preversos del sistema autonómico es que acerca peligrosamente el control de las instituciones sobre la sociedad, máxime en una región pequeña como la nuestra y en un campo como la cultura que depende casi por completo de los recursos públicos. Está funcionando más que nunca la compraventa de voluntades, el silencio complice, la autocensura y el cálculo de expectativas futuras, con muy pocas y dignas excepciones.

Veamos un ejemplo clarísimo: el caso de la Conservera de Ceutí. El nuevo espacio dedicado a artistas jóvenes emergentes sustituyó a Ceutí Imagina, sumido en una crisis de recursos seria por tratarse de un centro sostenido exclusivamente con recursos del municipio modesto que es Ceutí, que no obstante recibía miles de visitantes y mantenía un nivel muy aceptable de exposiciones.

Ahora la nueva Conservera es el centro de arte menos visitado del país: las cifras maquilladas no pueden acultar que el número de trabajadores del centro es todos los días superior al de los visitantes, que muy raramente alcanzan la decena. Son exposiciones que nadie visita, un esfuerzo del presupuesto público completamente inútil...salvo que la propaganda y la publicidad digan lo contrario.

Casi todos los suplementos y revistas culturales -publicidad pagada mediante- se hacen eco de las exposiciones trimestrales, las mismas que nadie visita. ¿Cuanto cuesta al presupuesto público cada persona que entra en La Conservera? Ceutí Imagina era 20 veces más económico desde este punto de vista y más rentable culturalmente para la sociedad.

Pero un trabajo incesante de propaganda se empeña en hacernos creer que estamos ante uno de los hitos más importantes entre los centros de arte contemporáneo de nuestro país. Sin rubor, día a día, son dedicados esfuerzos y recursos a decirnos lo importante y reconocido que es La Conservera, y muchos medios y periodistas entran en el juego. El Consejero en persona es el encargado de proclamarlo sin que nadie le enfrente a una realidad que cualquiera puede conocer.

El último ejemplo de que la política se hace y resuelve al margen de los ciudadanos, en las páginas pagadas directa o indirectamente lo tenemos en la nota que acaba de hacer pública la consejería respecto al reconocimiento que le ha brindado una revista de arte norteamericana que considera a la Conservera nada menos que el segundo mejor museo de arte contemporáneo del país. Flipante.

Es todo de una gran perversión pero no podemos hacer mucho, salvo tenerlo claro y explicarlo a la gente por los medios que podamos.

(*) Presidente del Foro Ciudadano

Socialdemocracia, fin de ciclo / Ignacio Ramonet

Las ideas también mueren. El cementerio de los partidos políticos rebosa de tumbas en donde yacen los restos de organizaciones que otrora desataron pasiones, movieron a multitudes y hoy son pasto del olvido. ¿Quién se acuerda en Europa, por ejemplo, del Radicalismo? Una de las fuerzas políticas (de centro-izquierda) más importantes de la segunda mitad del siglo XIX, que los vientos de la historia se llevaron... ¿Qué fue del Anarquismo? ¿O del Comunismo estaliniano? ¿Qué se hicieron aquellos formidables movimientos populares capaces de movilizar a millones de campesinos y obreros? ¿Qué fueron sino devaneos? (1)

Por sus propios abandonos, abjuraciones y renuncias, a la socialdemocracia europea le toca hoy verse arrastrada hacia el sepulcro... Su ciclo de vida parece acabarse. Y lo más incomprensible es que semejante perspectiva se produce en el momento en que el capitalismo ultraliberal atraviesa uno de sus peores momentos.

¿Por qué la socialdemocracia se muere, cuando el ultraliberalismo se halla en plena crisis? Sin duda porque, frente a tantas urgencias sociales, no ha sabido generar entusiasmo popular. Navega a tientas, sin brújula y sin teoría; da la impresión de estar averiada, con un aparato dirigente enclenque, sin organización ni ideario, sin doctrina ni orientación... Y sobre todo sin identidad: era una organización que debía hacer la revolución, y ha renegado de ese empeño; era un partido obrero, y hoy lo es de las clases medias urbanas acomodadas.

Las recientes elecciones han demostrado que la socialdemocracia europea ya no sabe dirigirse a los millones de electores víctimas de las brutalidades del mundo postindustrial engendrado por la globalización. Esas multitudes de obreros desechables, de neo-pobres de los suburbios, de mileuristas , de excluidos, de jubilados en plena edad activa, de jóvenes precarizados , de familias de clase media amenazadas por la miseria. Capas populares damnificadas por el shock neoliberal... Y para las cuales, la socialdemocracia no parece disponer de discurso ni de remedios.

Los resultados de las elecciones europeas de junio de 2009 demostraron su descalabro actual. La mayoría de los partidos de esa familia en el poder retrocedieron. Y los partidos en la oposición también recularon, particularmente en Francia y en Finlandia.

No supieron convencer de su capacidad para responder a los desafíos económicos y sociales planteados por el desastre del capitalismo financiero. Si faltaba un indicio para demostrar que los socialistas europeos son incapaces de proponer una política diferente de la que domina en el seno de la Unión Europea, esa prueba la dieron Gordon Brown y José Luis Rodríguez Zapatero cuando apoyaron la bochornosa elección a la Presidencia de la Comisión Europea del ultraliberal José Manuel Duraõ Barroso, el cuarto hombre de la Cumbre de las Azores...

En 2002, los socialdemócratas gobernaban en quince países de la Unión Europea. Hoy, a pesar de que la crisis financiera ha demostrado el impasse moral, social y ecológico del ultraliberalismo, ya sólo gobiernan en cinco Estados (España, Grecia, Hungría, Portugal y Reino Unido). No han sabido sacar provecho del descalabro neoliberal. Y los Gobiernos de tres de esos países -España, Grecia y Portugal, atacados por los mercados financieros y afectados por la "crisis de la deuda"- se hundirán en un descrédito e impopularidad aún mayores cuando empiecen a aplicar, con mano de hierro, los programas de austeridad y las políticas antipopulares exigidas por la lógica de la Unión Europea y sus principales cancerberos.

Repudiar sus propios fundamentos se ha vuelto habitual. Hace tiempo que la socialdemocracia europea decidió alentar las privatizaciones, estimular la reducción de los presupuestos del Estado a costa de los ciudadanos, tolerar las desigualdades, promover la prolongación de la edad de jubilación, practicar el desmantelamiento del sector público, a la vez que espoleaba las concentraciones y las fusiones de mega-empresas y que mimaba a los bancos. Lleva años aceptando, sin gran remordimiento, convertirse al social-liberalismo. Ha dejado de considerar como prioritarios algunos de los objetivos que formaban parte de su ADN ideológico. Por ejemplo: el pleno empleo, la defensa de las ventajas sociales adquiridas, el desarrollo de los servicios públicos o la erradicación de la miseria.

A finales del siglo XIX y hasta los años 1930, cada vez que el capitalismo dio un salto transformador, los socialdemócratas, casi siempre apoyados por las izquierdas y los sindicatos, aportaron respuestas originales y progresistas: sufragio universal, enseñanza gratuita para todos, derecho a un empleo, seguridad social, nacionalizaciones, Estado social, Estado de Bienestar... Esa imaginación política parece hoy agotada.

La socialdemocracia europea carece de nueva utopía social. En la mente de muchos de sus electores, hasta en los más modestos, el consumismo triunfa, así como el deseo de enriquecerse, de divertirse, de zambullirse en las abundancias, de ser feliz sin mala conciencia... Frente a ese hedonismo dominante, machacado en permanencia por la publicidad y los medios masivos de manipulación, los dirigentes socialdemócratas ya no se atreven a ir a contracorriente. Llegan incluso a convencerse de que no son los capitalistas los que se enriquecen con el esfuerzo de los proletarios, sino los pobres quienes se aprovechan de los impuestos pagados por los ricos... Piensan, como lo afirma el filósofo italiano Raffaele Simone, que "el socialismo sólo es posible cuando la desgracia sobrepasa en exceso a la dicha, cuando el sufrimiento rebasa con mucho el placer, y cuando el caos triunfa sobre las estructuras" (2).

Por eso quizá, y en contraste, está renaciendo hoy con tanta pujanza y tanta creatividad, un nuevo socialismo del siglo XXI en algunos países de América del Sur (Bolivia, Ecuador, Venezuela). Mientras en Europa, a la socialdemocracia le llega su fin de ciclo.



Notas:
(1) Jorge Manrique, "Coplas a la muerte de su padre" (1477).
(2) Raffaele Simone, "Les socialistes proposent toujours le sacrifice", en Philosophie Magazine , n° 36, febrero de 2010, París.