miércoles, 13 de octubre de 2010

Nuestro histrión político se queda en casa un año más / Apunte de Argárico

No sé cuantas veces ya el presidente de la Región de Murcia no acude a los actos de la Fiesta Nacional el 12 de octubre en el Paseo de la Castellana, de Madrid, y luego a la recepción oficial en el Palacio Real. A veces se ha inventado excusas pueriles, otras ha programado un viaje en la misma fecha y, en ocasiones, como esta vez, sencillamente ha desairado al Rey y a la Familia Real porque aparentemente nuestro particular histrión político se cree por encima de todo y de todos. Pienso que no es así y me inclino por un creciente pánico escénico cuando rebasa la Venta del Olivo, donde es más un don nadie que de fronteras para dentro.

Esta reiterada conducta censurable de la parejita Valacárcel-Cruz es una tremenda incoherencia con la ideología del PP sobre nuestro modelo de Estado y su configuración constitucional, que refleja un consenso sobre la unión y el sentido histórico de un territorio tan diverso. Pero, sobre todo, me parece una profunda falta de consideración y respeto  no  participar en el homenaje a la memoria de todos aquellos que han dado su vida por España y, especialmente, a las familias de quienes la han dado en el último año para que los hijos de nuestro presidente puedan circular con más seguridad por las calles y por el Mundo.

La Región de Murcia, con una imagen pésima en el resto de España básicamente por su incompetencia, no está dignamente representada, como vemos, y quizá por una especie de complejo de inferioridad de su presidente -personaje mediocre y sin perfil aunque a estas alturas trate en vano de construirse una personalidad intelectual imposible e increíble- no encuentra quien la repare aprovechando las contadas ocasiones que se presentan, como ésta de la Fiesta Nacional. Y es que Valacárcel ha perdido toda su credibilidad por inepto percibido.

Cabe preguntarse, tal vez, si nuestro hombre es antimonárquico, ácrata o simplemente sospechoso y le repele estrechar la mano a don Juan Carlos, o no desea contribuir a la perpetuación/ legitimación del actual régimen político, o lisa y llanamente no desea verse cara a cara con los ministros de Justicia e Interior ante lo que presumiblemente se le avecina a corto plazo. Todo puede ser y la suma de las tres razones, también. Tiene un problemón claro.

Pero no debe engañarse nuestro histrión. El tiempo de presidente le ha servido de poco en lo personal excepto para envilecerse. Cuando se sepa el balance de su no-gestión, sus votantes más despiertos se sentirán profundamente engañados aunque ya se detecta una corriente de militantes del PP murciano dispuesto a evitar que se presente a las elecciones de 2011, con independencia de lo que depare inmediatamente el devenir policial y de la Justicia, y al margen de las necesidades e intereses de su amigo del alma Antonio Sánchez Carrillo, socio ocasional de su hermano mayor.

¿Sabe algo más concreto ya el líder del PP, Mariano Rajoy, y, al igual que a Camps, le ha recomendado a nuestro histrión que no se deje ver en público en un acto tan relevante como el de ayer? Después del ridículo hecho días atrás en Bruselas con el tomate, creyéndose ya un presidente 'in pectore' del Comité de las Regiones, cargo que todavía no tengo claro que llegue a asumir ante la previsible evolución de los acontecimientos por la 'Umbra', hace bien en ir escondiéndose porque está a un paso de tener que vivir como Francisco Camps: con miedo y cautela al desarrollar su agenda diaria por los pueblos o en sus audiencias en San Esteban.

Cree el iluso que su vecino, el magistrado Pacheco, o el presidente del TSJ, Martínez Moya, una vez transferidas las competencias de Justicia a la Comunidad Autónoma, y ambos en expectativa de destino mayor si reúnen el consenso de PP y PSOE, son una garantía para él frente a los embates de la Fiscalía Anticorrupción. No creo que, llegado el momento de la verdad, ninguno de los dos se mojase tanto, espada justiciera aparte del letrado Mazón. Para muestra ahí está el botón de Pérez Templado, pendiente de un pronunciamiento de las alturas y con la carrera judicial muy cuestionada en su recta final, más por omisión que por acción.

Fuera de Murcia, nuestro presidente no hace pié, ni en Zarzuela, ni en Moncloa, ni siquiera en Génova 13 sabiendo lo que se sabe de él y su entorno en la Fiscalía General del Estado. Quizá ese sea otro de los motivos de tanta ausencia los 12 de octubre: no cruzarse con Conde Pumpido no vaya a ser que le dé una mala noticia. Como típico huertano, evita las circunstancias que le pueden ser adversas y aquellas donde otros más poderosos puedan tomarle la medida al instante, algo bastante fácil en su caso porque canta más que el gallo de Morón.

En síntesis, que la Región de Murcia viene años no existiendo el día de la Fiesta Nacional porque su presidente prefiere retirarse a Aledo con su Charo -otra que tal- y de mutuo acuerdo deciden no pegarse la paliza de tener que representar a los murcianos en este acto, que también es de relaciones públicas, pero donde, y lo comprendo, se ven disminuidos y comparados con altos cargos del Estado frente a los que no resisten la diferencia abismal que se puede percibir a simple vista ni el más mínimo análisis aunque sea a través de una conversación banal. Porque tablas, lo que se dice tablas, ninguna después de tantos años.

Entiendo, pues, que complejo de inferioridad y miedo a un deslíz recomiendan evitar la ocasión para alejar el riesgo de que se fijen en ellos, perciban su nivel y alguien se pregunte cómo puede circular una pareja así por las amplias alamedas del Estado y mucho menos con lo que va trascendiendo sobre fechorías cometidas en su territorio y por gente de su partido y confianza.

Lleva años el histrión poniéndose la venda antes de la herida porque lleva mucho tiempo esperando el sobresalto que muchos sabemos que no podrá evitar finalmente. No va a la Fiesta Nacional porque también espera que, cuando le llegue su hora nadie, absolutamente nadie de los que a presenciar el Desfile acuden, moverá un dedo por él sino al contrario. Su única esperanza, como el reyezuelo de turno que es -que para nada monarca, sino más bien sátrapa-, es que los funcionarios manumitidos formen un cinturón protector y el Cristo de la Sangre se apiade de él y los suyos. Otra quimera porque su vista ya está muy nublada.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Imagino que al mirarse al espejo este par de catetos no se ven con fuerza ni saben alternar. En los congresos del PP comen solos y apenas hablan con nadie los pobreticos. Al menos saben sus carencias y falta de habilidades sociales. Él es un falangista vergonzante que no acepta la monarquia ni puesta por Franco, un bravucón luego cobarde y trasnochado, un tipo sencillamente ridiculo por grotesco

Anónimo dijo...

En el desfile faltó Venezuela y Murcia.

Anónimo dijo...

Algunos ilusos llevan seis años o más pronosticando el "inminente" entrullamiento de nuestro presi, y mucho me temo que seguirán así al menos otros cuatro años más.

Anónimo dijo...

Así me gusta.

Gracias Argárico

Anónimo dijo...

Paco queremos un argarico por semana aunque sabemos que andas muy ocupado con tus nuevas actividades y lejos de Murcia

Anónimo dijo...

La verdad que es bochornoso la imagen que damos los murcianos a nivel nacional, gracias a la que proyecta el gobierno de esta región con su presidente a la cabeza.

Anónimo dijo...

Pobre Charo.

Anónimo dijo...

Coño, para algo bueno que hace, que es ausentarse de la fiesta rancia del 12 de octubre... Antes le daba una valoración de 0'0 en mi valoración de líderes regionales. Gracias a ésto prometo subirlo la próxima vez que me pregunten a una nota de 0'1. ¡Viva la República Independiente de Aledo!

Anónimo dijo...

Fuera de Murcia estaremos dando una pésima imagen, pero aqui dentro ningún murciano es consciente de ello. Es mas, nos creemos que somos lo mas de lo mas y si no, es por culpa de Zp.

Anónimo dijo...

Todo arreglado con suprimir una fiesta que no considero sea necesaria y que está completamente desfasada. Lo dejamos para regímenes de otro tipo y que tengan que despilfarrar más que nosotros. Así que lo único que se le puede reprochar es su cinismo, fariseismo e incoherencia. Nada nuevo en un mentiroso compulsivo.

Anónimo dijo...

Estaría escribiendo poesía o escuchando a Bach; o lo que es más posible, haciendo un concurso familiar de cata de buenos caldos de la tierra y adyacentes por si se echaran a faltar marcas que probar.

Anónimo dijo...

Esperaba más Argárico.

babieca dijo...

no se cuanto tiempo llevo oyendo estas noticias de que si se va, de que si lo hechan, vamos lo de siempre, pero como dijo d. juan al capitan centellas, los muertos que vos matais gozan de buena salud, y claro como esto es una democracia, o eso parece, lo que mandan son los votos, y este señor seguro que arrasa proximamente, y si a alguien hay que hecharle la culpa es a la oposicion , que ni esta (s. saura), ni se espera (sra. herguedas), por no saber hacer frente a las actuales circustancias, a si es que si dios no lo remedia ( y tal como esta el patio tiene otras cosas que hacer) me parec que el capitan centellas seguira matando igual de mal que hasta ahora, y que nadie quiera ver una similitud entre dicho capitan y nuestro actual y amado lider monclovita.pero haberka hayla.