lunes, 13 de septiembre de 2010

Director de Sa Nostra: 'El ajuste de plantilla sólo será con prejubilaciones voluntarias'

IBIZA.- Pau Dols (Mallorca, 1957) lleva 32 años trabajando en Sa Nostra. Antes de ocupar el cargo de director general de la entidad este economista ha trabajado en las oficinas, ha sido jefe del departamento de organización y métodos, director ecónomico-financiero, subdirector, subdirector general de las áreas comercial y financiera y director general adjunto. Lo ha entrevistado 'Diario de Ibiza'.

—Esta semana se cierra la fusión con Caja Granada, Caja Murcia y Caixa Penedés. ¿Las fusiones son la única opción de las cajas para seguir con vida?
—El Banco de España y el Ministerio de Economía han propiciado una concentración de las entidades financieras porque España, debido al crecimiento económico de los últimos años, ha necesitado salir a los mercados internacionales, pero estos están muy cerrados y estamos viviendo una crisis de confianza. Una manera de ganarla es viendo que las entidades son más solventes, más grandes. Hay varias alternativas. Una son las fusiones y otra son los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), que es por lo que hemos optado. Permite que las entidades se contraavalen mutuamente. Son más solventes y mantienen la personalidad jurídica. Para Sa Nostra es muy importante mantener su vinculación con el territorio. Sa Nostra sigue siendo Sa Nostra. Está ubicada en Balears, tiene sus órganos de gobierno, sus políticas de gestión, sus clientes y su obra social.

—¿No habrá que pedir permiso a las demás cajas para las grandes operaciones?
—En el negocio minorista cada caja tiene autonomía absoluta. Pero las cajas queremos conocer lo que hacen las otras tres, así que grandes operaciones, participaciones industriales o créditos de importe elevado se llevarán a una comisión ejecutiva en la que participaremos los cuatro directores de las cuatro cajas. Sa Nostra tendrá que llevar una operación grande a ese comité, pero también decidirá sobre las operaciones grandes que hagan las otras tres cajas. Hay una mínima cesión de autonomía a cambio de un poder sobre un territorio y unas cajas sobre las que antes no teníamos nada.

—¿Habrá despidos?
—No. Hemos valorado mucho la repercusión que podría tener en la plantilla. Las personas de una cierta edad y que lo quieran podrán prejubilarse. Pero insisto, las personas que quieran. El ajuste de plantilla se hará exclusivamente con prejubilaciones voluntarias. A diferencia de antes, ahora no sustituiremos a la persona que se jubile.

—¿Cuál es el futuro de las cajas en un momento en que cada vez más los bancos intentan atraer a pequeños clientes?
—Se ha hecho un decreto ley para dar estabilidad al futuro de las cajas, que han generado envidias porque han incrementado su cuota de mercado, tanto de depósitos como de créditos. La situación se ha complicado con una guerra de pasivo inducida por la gran banca en la que las cajas no han querido entrar. No teníamos necesidad. Además de la voluntad de captar cuota de mercado, según qué entidades tenían la obligación de devolver algunas emisiones de mercados mayoristas y eso obligaba a pagar más de lo que es coherente. Como negocio bancario lo que no tiene sentido es pagar los depósitos más caros que los créditos.

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