viernes, 16 de julio de 2010

El Banco de España exige a Caja Mediterráneo que continue su proceso de fusión con Cajastur

MADRID.- El Banco de España ha demandado a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) que resuelva sus diferencias con Cajastur y selle la alianza que crearía la tercera caja española con 135.000 millones en activos y más de 2.000 oficinas, algo que sería, a juicio del organismo, un proyecto beneficioso para todas las partes.

Según fuentes financieras, el Banco de España ha trasladado este mensaje durante la reunión de emergencia convocada con la caja, en la cual no han estado presentes ni el gobernador del organismo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ni el subgobernador, Javier Aríztegui, de acuerdo con fuentes del supervisor bancario.

El Banco de España aboga por la continuidad del proyecto, aunque reconoce que la decisión depende en última instancia de las partes implicadas.

La CAM ha puesto en peligro la 'fusión fría' a través de un Sistema Institucional de Protección con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria al rechazar la parte del contrato que se refería al control del grupo resultante.

En concreto, se negó a aceptar la delegación del poder en el consejero delegado, que estaba previsto que fuera el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez. Éste tendría las facultades de nombrar a los dos directores generales y determinar las funciones que tienen que desarrollar.

El acuerdo inicial contemplaba que el grupo resultante estuviera controlado por la entidad asturiana y la alicantino-murciana, con el 40% del grupo resultante cada una, mientras que Caja Extremadura tendría el 11% y Caja Cantabria, el 9% restante.

El Banco de España había convocado esta reunión de urgencia para tratar de reconducir la fusión fría o Sistema Institucional de Protección (SIP).

El organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez tomó la iniciativa después de que la caja alicantina decidiera anoche no aceptar la delegación de funciones en el presidente de la entidad asturiana, Manuel Menéndez, que ocuparía el cargo de consejero delegado del SIP.

No obstante, el objetivo de la reunión convocada por el Banco de España distaba de tener carácter de ultimatum ni puede interpretarse como un 'tirón de orejas' a la CAM, sino que más bien perseguía acercar de nuevo las posiciones de los integrantes de la fusión fría.

La CAM ya afrontó dificultades en las negociaciones con la BBK al rechazar la posición de control de la entidad vasca, y tampoco llevó a buen término las conversaciones con Caja Murcia por los mismos motivos, según las fuentes consultadas.

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