viernes, 25 de junio de 2010

El Tribunal Supremo desautoriza a un magistrado del TSJ murciano tras una información de 'Interviú'

MURCIA.- La Sala Primera del Tribunal Supremo ha estimado un recurso de la revista Interviú y concluye que no ha habido intromisión ilegítima en el honor de tres familiares de un magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Mariano Espinosa de Rueda Jover, a quienes, en la información publicada en varios números del citado semanario sobre la llamada “trama del agua”, se implicaba en aprovechamientos ilegales y obtención fraudulenta de primas de fondos europeos y ayudas de la Consejería de Agricultura, dándose a entender que se estaban enriqueciendo ilegalmente gracias a la influencia del referido magistrado.

La sentencia, de la que es ponente el Magistrado Francisco Marín, parte de la base de que la información publicada es de relevancia pública y veraz en su conjunto, habiendo sido elaborada por su autor a partir de fuentes de toda solvencia, policiales y judiciales, y absuelve a la revista de la demanda que habían interpuesto tres familiares de Espinosa. En este caso, el Tribunal Supremo considera que la información «no rebasó los límites» de la libertad de expresión..

Desde esa óptica, examina el juicio de proporcionalidad entre la libertad de información y expresión y el derecho al honor, concluyendo que la actuación del medio no rebasó los límites constitucionales de los dos primeros derechos.

Así, en el contexto de los reportajes enjuiciados, las alusiones a la familia del magistrado fueron de muy escasa intensidad, no revelándose como ofensivas las expresiones “cazaprimas” y “aprovechateguis” en tanto que la primera es una definición sintética de las conductas denunciadas, que permite una más fácil y rápida comprensión por el lector, mientras la segunda no es más que un término especialmente expresivo de lo reprobable de aquellas mismas conductas.

La sentencia rechaza también que pueda tildarse de innecesaria la alusión que se hace en la información al magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, pues el hecho de que tanto él como sus familiares fueran dueños de la finca más sospechosa de irregularidades aumentaba, si cabe, el interés de la noticia, al dar mayor verosimilitud a las sospechas de que un magistrado, titular de un poder del Estado, se estaba aprovechando del cargo, tanto en su propio interés como en el de sus familiares más directos.

Finalmente, valora el escaso protagonismo que en la información se da a los familiares del magistrado, que fueron los únicos demandantes, pues la información no se refiere a ellos por su nombre y apellidos sino tan sólo como herederos o familia del magistrado sobre el que pivota la noticia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desconocía alguien en la Zona del Noroeste lo que éste Sr hacía. ¿ Y en el Tribunal Superior de Justicia de la Región?, pregunto.

Anónimo dijo...

Lleva muchos años "haciéndola". Lo que procede es que este señor se dedique a sus negocios privados y deje la función pública. Así de simple.