Como primera medida, el Papa aceptó la renuncia por haber alcanzado la edad para jubilarse (75 años) del prefecto para la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el cardenal Giovanni Battista Re, quien ocupó ese importante cargo por diez años.
El Papa designó como nuevo prefecto al cardenal canadiense Marc Ouellet, de 66 años, actualmente primado de la Iglesia de su país.
Se trata de una designación importante ya que no sólo el purpurado es el encargado de seleccionar y proponer al Papa los candidatos a obispos de las numerosas diócesis del mundo, sino que tendrá que hacer frente a las renuncias presentadas en varios países tras los recientes escándalos por haber encubierto a varios sacerdotes pedófilos.
El cardenal Ouellet estará a cargo también de la presidencia de la Comisión Pontificia para América Latina.
El nuevo prefecto de la Congregación para los Obispos, una suerte de ministro del Interior, quien inició su carrera acádemica en la década del 70 en América Latina, como profesor de filosofía en el seminario de Bogotá (Colombia), reconoció hace unas tres semanas "la gravedad" de los escándalos de pedofilia dentro de la Iglesia.
El purpurado afirmó que se "deben corregir las consecuencias con sinceridad" y estima que "las purificaciones son necesarias", aunque considera que los ataques contra la Iglesia provienen tanto "del interior y del exterior" con el objetivo de dividirla.
Con ese nombramiento, Benedicto XVI, elegido Papa en el 2005, ha renovado siete de las nuevas congregaciones o ministerios de la Curia Romana.
El Papa designó además como primer presidente de la recién creada Pontificia Comisión de la Nueva Evangelización a monseñor Rino Fisichella, italiano, de 58 años, quien ocupaba el cargo de presidente de la Pontificia Academia para la Vida y rector de la Pontificia Universidad Lateranense.
La renuncia de Fisichella había sido solicitada en febrero pasado por algunos miembros de la Academia por haber criticado la decisión del arzobispo de Recife (Brasil) de excomulgar a la madre y el equipo médico que efectuó el aborto a una niña de nueve años encinta de dos gemelos tras una violación.
La designación de monseñor Fisichella para el prestigioso encargo suscitó la satisfacción en cambio de varios políticos italianos.
Para dirigir la Academia para la Vida, el Papa nombró al monseñor español Ignacio Carrasco de Paula, de 73 años, miembro del Opus Dei, hasta ahora canciller (número tres de la misma Academia).
El padre salesiano italiano Enrico dal Covolo, 60 años, profesor de literatura cristiana, dirigirá por su parte la Pontificia Universidad Lateranense, donde se forman buena parte de los prelados.
Benedicto XVI designó como nuncio apostólico (embajador) en Polonia a monseñor Celestino Migliore, de 58 años, quien ejercía como observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas, cargo que queda vacante.
El jueves, deberá ser designado el nuevo responsable del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, quien remplazará al cardenal alemán Walter Kasper, quien se jubila ya que cumplió 75 años el 2 marzo del 2008.
Según fuentes cercanas al Vaticano, será designado el suizo Kurt Koch, de 60 años.
Ningún clérigo latinoamericano figura en la lista, pese a que muchos esperaban la designación de un purpurado de esa región, ya que su presencia en la Curia es limitada.
Se desconoce de momento la repercusión de estos cambios sobre la UCAM pero algunas fuentes de la Curia vaticana no descartan a medio plazo algún efecto positivo hacia una evolución del actual statu quo y un mayor control por parte de la Nunciatura Apostólica en Madrid, donde José Luis Mendoza ha dejado de hacer pié después del relevo del portugués Montero de Castro.
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