En rueda de prensa en el Ministerio de Economía, Campa señaló, no obstante, que hay "un calendario marcado" con fecha tope en el 30 de junio para un proceso de "reestructuración claramente deseable" por las propias entidades y que ahora se está "materializando", y señaló que la "racionalidad" de las operaciones dependerá de su viabilidad a largo plazo y su solvencia. "Es lo más importante", apostilló.
"Por eso el FROB exige a las entidades un plan de viabilidad y reestructuración en la línea de racionalizar el tamaño del sector, a cambio de concederles apoyo financiero para garantizar su solvencia", explicó el secretario de Estado.
"Más allá de eso no es labor del Gobierno juzgar qué empresas deben fusionarse", recalcó.
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