miércoles, 30 de junio de 2010

El CES justifica el crecimiento inmobiliario en la Región entre 2000 y 2008

MURCIA.- El Consejo Económico y Social (CES), órgano consultivo del Gobierno de la Comunidad Autónoma, presentó hoy su Memoria Socioeconómica y Laboral correspondiente al año 2009, que justifica el crecimiento del mercado inmobiliario entre los años 2000 y 2008, aunque apuesta por no "denostar" el sector e impulsar un equilibrio entre la oferta y la demanda como elemento "clave" para lograr la reactivación económica.

La Memoria, que recoge los datos del año con "mayor efecto de la crisis hasta ahora", fue aprobada hoy por el Pleno del CES, que estuvo presidido por el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, e integrado por una representación sindical compuesta por miembros designados por UGT y CCOO, así como por una representación patronal designada por la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (CROEM).

Además, el Pleno estuvo integrado por un tercer grupo compuesto por miembros del Congreso de Cámaras de Comercio, de las organizaciones profesionales agrarias, de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Economía Social, la Federación de Consumidores y Usuarios, la Federación de Municipios de la Región, y expertos designados por el Consejo de Gobierno regional.

Precisamente, esta Memoria justifica "la fortaleza que tuvo la demanda de viviendas" en el periodo anterior a la crisis porque la Región estaba inmersa en un "fuerte crecimiento demográfico", especialmente por el grupo de edad que adquiere su primera vivienda y los extranjeros en busca de vacaciones o de su retiro", según destacó el vicepresidente segundo del Pleno, José García, elegido entre la representación propuesta por la CROEM.

Además, el CES justificó este aumento por las "extraordinarias condiciones financieras que favorecieron esa fuerte demanda", a la que la oferta "respondió lógicamente", lo que llevó a la economía regional "a un periodo de una actividad de edificación residencial tremenda que, sólo en el periodo 2000-2008 supuso el comienzo de la construcción de cerca de 254.000 viviendas, que es casi el doble de lo que se producía diez años antes".

García reconoció que se trata de una expansión "extraordinaria", y que resulta "difícil" que una Región que representa el 2,6 por ciento aproximadamente del conjunto nacional, pueda poner en marcha el seis por ciento del total español en construcción de viviendas. No obstante, apostó por favorecer el sector de la construcción que, "alejado de los excesos anteriores, sigue siendo necesario para favorecer la reactivación".

"De lo que se trata es que la construcción seas un sector que causa un mal, sino que es y será un sector motor y hay que propiciar que consiga un equilibrio, que pasa por adecuar la oferta a la demanda y que no ocurra lo que ha ocurrido en el periodo de expansión extraordinario que hemos tenido", matizó.

García destacó que la parte de actividad productiva y más económica del 2009 reflejada en la Memoria refleja un año "inmerso en el mayor efecto de la crisis conocido desde su aparición a finales de 2007", lo que ejemplificó porque "el PIB de la Región disminuye un 3,4 por ciento, mientras que la media nacional lo hace dos décimas más, y ocho más disminuye en la Unión Europea".

Este descenso, indicó, "contrasta con lo que hasta 2007 venía siendo habitual, con un crecimiento continuado diez años", y recordó que esta caída en 2009 "fue generalizada en todos los sectores, que disminuyeron su contribución al PIB de la Región de Murcia". En especial, destacó el fuerte descenso de la industria, que bajó algo más de un 13 por ciento, y el sector de la construcción, que cayó un diez por ciento.

Por su parte, la actividad exportadora bajó un 5,8 por ciento en la Región de Murcia, lo que supone "bastante menos que en la media nacional que bajó a un 16,4 por ciento". El CES atribuyó este resultado a la "acusada concentración de los bienes agroalimentarios en los capítulos de exportación, que están menos sometidos a oscilaciones cíclicas".

El CES atribuyó el menor nivel del PIB por habitante en la Región a la productividad, que es "baja" aunque en 2009 aumentó 5,4 puntos porcentuales. García, no obstante, puso este aumento "en cuarentena" porque "se debe a la destrucción de empleo que generalmente de reducida eficiencia y aportación de valor añadido, superior al descenso del PIB".

En definitiva, la productividad se situó en el 93,5 por ciento del promedio nacional, lo que implica una alzada de 2,3 puntos en un año. Así, García recomendó que el objetivo de esta Región "debe ser la mejora de la productividad en base a la innovación, la cualificación de los recursos humanos, el fortalecimiento del capital tecnológico, más eficiencia productiva y la diversificación".

En este sentido, reclamó un esfuerzo para favorecer la recuperación a todos los agentes sociales, e instó a la Administración regional al "necesario esfuerzo del saneamiento de las arcas públicas, respetando las políticas de gasto más comprometidas como la educación, el crecimiento de la protección social e intensificando las acciones de lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, que toma cuerpo en épocas de crisis".

En lo que respecta a los datos del mercado laboral en el año 2009, el vicepresidente primero del Pleno del CES, Julio Mamblona, elegido entre la representación sindical, destacó que el 2009 fue el "peor año" de la Región desde el año 1979 del que por primera vez hay datos de la Encuesta de Población ACtiva (EPA).

Así, manifestó que se produjo una "enorme destrucción de empleo situada en torno al 9 por ciento de todos los empleos". El 75 por ciento de los empleos destruidos correspondieron a hombres", y cinco de cada seis fueron de menores de 35 años, mientras que el colectivo inmigrante sufrió en 2009 la pérdida de un 30 por ciento de la ocupación que tenía, y concentró casi el 72 por ciento de todos los empleos desaparecidos.

A juicio de la Memoria, otro de los factores negativos de la Región en 2009 fueron las "altas tasas" de temporalidad puesto que, a la par que se destruía empleo, el que se generaba "era prácticamente todo temporal". De hecho, indicó que la tasa del 12 por ciento de contratos fijos conseguidas hasta 2008 "bajaron hasta algo más del ocho por ciento".

En materia de salarios, sin embargo, Mamblona dijo que refleja un incremento de 7,5 por ciento del promedio salarial en 2009, lo que representa "una aceleración del 1,5 puntos respecto a 2008, y rebasa con holgura en el 3,2 por ciento de aumento medio nacional, lo que supone converger y acercarse al 91 por ciento de la media nacional".

En siniestralidad laboral, Mamblona resaltó que el dato "también es positivo" por la disminución de un 23,7 por ciento de los accidentes con bajas declaradas, cuyo retroceso era esperable, entre otras cosas, por la pérdida del empleo", aunque la ratio también bajo "incluso en la tasa de accidentes por cada 1.000 trabajadores".

En el ámbito laboral, el CES propuso "revisar la normativa en el ámbito de la salud laboral para hacerlo más adecuada a las pymes". Asimismo, la Memoria también aconseja "un nuevo plan de integración social que finalice la vigencia del actual y adaptando el mismo a la nueva situación socioeconómica.

Al ser preguntados por la situación en que se encontraría la Región de Murcia si fuera una empresa, Mamblona sostuvo que "estaría cuanto menos en suspensión de pagos", mientras que García discrepó y dijo que la Comunidad "se rige por un presupuesto en el que puede haber un déficit que se cubra con deuda, pero no se puede hablar de quiebra ni de suspensión de pagos".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya vergüenza...