miércoles, 12 de mayo de 2010

San Esteban sabe ya oficiosamente que Bruselas no va a autorizar el aval para Corvera

MURCIA.- El Gobierno regional de Valcárcel ya sabe que Bruselas no va a autorizar el aval de 200 millones de euros a la concesionaria del aeropuerto de Corvera y, aunque para seguir maniobrando con propaganda política oculta esa información oficiosa que tiene, ya explora otras vías posibles en un último y desesperado intento de que no se venga abajo una de las pretensiones faraónicas del presidente, todavía fuera de la realidad.

Mientras se argumenta esta espera para no pagar tampoco las expropiaciones a los propietarios afectados, los escuderos políticos de Valcárcel, Ballesta y García, hacen su papel y siguen afirmando que no pasa nada, para consumo de bienpensantes e ingenuos en plena crisis de la aviación comercial.

Ambos han dicho, no obstante, públicamente, y aceptado, que, en caso de que la Unión Europea deniegue a la Comunidad Autónoma dicho aval, se trabajará en otra línea, al mismo tiempo de que "en esa contestación de Bruselas se nos dirá el camino a seguir".

Saben y ocultan a sabiendas que la tramitación se ha complicado al entrar en juego factores burocráticos imprevistos y una crisis generalizada en el seno de la eurozona, que hace aconsejable mirar con lupa las finanzas públicas y gastar sólamente en actividades productivas de claro valor añadido y necesidad incuestionable, lo que no es para nada el caso de un segundo o tercer aeropuerto internacional en un eje de menos de cien kilómetros, menos justificable aún tras las recientes inversiones en San Javier y las todavía mucho más fuertes para la remodelación de El Altet a punto de finalizar.

La iniciativa popular de dos grupos de la sociedad civil murciana para conjurar un dispendio más de la administración pródiga e irresponsable de Valcárcel, es lo que, en realidad, está evitando y va a evitar una práctica que atenta claramente contra la política de competencia en el seno de la Unión Europea y resulta una clara injerencia en el libre juego del mercado, amén de una discriminación respecto a las otras empresas que concursaron para construir y explotar las instalaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo mas fuerte de todo es que la Consejería de Obras Públicas lo sabía y se lo ocultó al Consejo de Gobierno y se la quisieron meter (lo del aval)a la Consejera de Hacienda pero alguno de sus funcionarios de alto nivel estaba informado de ello y se lo chivó poniendola entre la espalda y la pared. Hubiera preferido no saber nada, firmar y luego echarle la culpa al funcionario de turno.