Enajenar o enajenada estoy / Ángeles Trujillo *

La Real Academia de la Lengua mantiene actualmente una campaña para elegir la palabra que parece más original o graciosa, a los que nos servimos de la lengua de Cervantes para expresarnos y comunicarnos. Muchas son las propuestas y las votadas, pero a mí últimamente la que tengo así metida entre ceja y ceja es la de ENAJENAR.

Esta palabreja tiene varias acepciones de las cuales destacaría dos: la que se refiere a desposeerse, privarse de algo, o sea vender, y la segunda elegida la de sacar a uno fuera de sí. Ambas definiciones tienen poco en común, pero miren por donde, he conseguido establecer alguna relación entre ellas.

¿Y cómo he llegado a tal enlace? Muy sencillo. El Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) ha venido a ser el artífice de ese aparente análisis que mis neuronas han hecho, en esa red maravillosa y misteriosa que ocurre en el cerebro de los seres humanos.

Siempre fui una persona muy curiosa. Siempre me interesó cuanto ocurría en mi entorno próximo y lejano. Con Internet y un poco más de tiempo que en otras épocas, me he permitido la lectura de ese rollo que puede suponer un Boletín Oficial. Por otra parte también hace mucho tiempo aprendí, que la cosa de los números, del dinero, de la economía en fin, es algo fundamental para explicarme ,por qué las cosas suceden así, y qué hay debajo de gran cantidad de hechos históricos de mayor o menor trascendencia.

Así que, veía con estupor que en varias ocasiones aparecían informaciones sobre enajenación de bienes en algún ayuntamiento. Hice un seguimiento del mío y estaba un poco mosca. Observé también que ello servía para engordar presupuestos, porque en dichos presupuestos, en los ingresos, aparecía un capítulo denominado ENAJENACIONES, y nunca se supo para qué se utilizó el dinero obtenido. Me imagino que entró en la caja grande para resolver situaciones de pagos varios.

Como nunca se dijo si lo obtenido de esas ventas tenía finalidades concretas he acabado pensando que parte de esos dineros han debido ir a parar a gasto corriente y a inversiones, no sé cuales.

Dado que una de mis especialidades es la economía doméstica, he decidido extrapolar esta situación para comprenderla, porque nadie me lo explica. Me digo yo: si a través de herencias o de gestiones urbanísticas he conseguido unas parcelas, pero ando flojilla de dinero, ¿qué puedo hacer? Bueno, una solución es adaptarme con los ingresos ordinarios, apretarme un poco el cinturón e intentar superar el bache.

Porque pueden venir tiempos duros, para mi o para los que me sucedan. También puede ocurrir alguna catástrofe familiar y ahí tengo unos bienes para responder. Quizás tenga que hacer una adaptación de vivienda poniendo algún nuevo servicio, porque la sociedad cambia. Será el momento de echar mano de aquello para utilizar el espacio o canjearlo (permutarlo) por otra cosa que necesito.

Todas estas reflexiones vienen a cuento de que, después de ver como se iban volando parcelas de Los Riñales, parcelas de la urbanización de Textiles, parcelas de los terrenos del Trasvase, esta semana aparece para información pública 5 parcelas nuevas del Trasvase, y otra en Villavieja y 7 en Cañada Verde. ¿Cuánto dinero? En total salen los lotes con un importe global de 1.105.931 euros.

Puede estar justificada la actuación, pero el personal, o al menos una parte que tiene ojos abiertos, y que también tiene claro que la transparencia es un elemento clave en democracia, necesita saber por qué y para qué estamos llevando a cabo estas políticas. Nos preocupa quedarnos sin herencia que dejar, sin nada de que disponer para futuros equipamientos, sin que los que sigan con la responsabilidad tengan un recurso con el cual lucirse un poco, sin un fondo de reserva para posibles emergencias.

Y aquí he encontrado la relación entre los dos significados de ENAJENAR. Porque estoy ENAJENADA ante esta forma de llevar a cabo las ENAJENACIONES.

(*) Ángeles Trujillo es profesora y miembro del Foro Ciudadano de la Región de Murcia