sábado, 22 de mayo de 2010

El control de la CAM podría pasar ahora de Alicante a Bilbao si Caja Murcia mantiene su postura

BILBAO.- La BBK ha vuelto a la carga. Meses después del rechazo por parte del Banco de España de su oferta para hacerse con Caja Castilla-La Mancha, la entidad vizcaína mantiene negociaciones avanzadas para establecer un Sistema Institucional de Protección (SIP) -también conocido como fusión virtual- con Caja Mediterráneo (CAM), según el periódico 'El Correo'.

La operación permitiría a la caja vasca cumplir con su objetivo de aumentar sustancialmente su balance y alcanzar una mayor dimensión antes de encarar la fusión con las otras dos cajas vascas -Vital y Kutxa-, no esperada hasta bien entrado 2011 o, incluso, 2012.

Las conversaciones entre ambas entidades arrancaron hace varias semanas. Por parte de la BBK, que ayer evitó realizar cualquier comentario al respecto, el proceso negociador está siendo liderado por su propio presidente, Mario Fernández.

Aunque apenas se conocen detalles, los medios consultados por El Correo han explicado que sería la entidad vizcaína la que lideraría la denominada fusión fría, pese a que la alicantina, con un activo de 75.532 millones de euros, es mucho mayor que la vasca, que tiene 29.806 millones. Es decir, el centro de decisión se mantendría en Euskadi.

Se cumpliría, de esa forma, una de las condiciones fijadas por Fernández, quien en varias ocasiones ha afirmado que «jamás pondré en riesgo el control de la BBK por parte de la sociedad vizcaína».

A finales de 2009, y tras el varapalo que sufrió con la caja castellano-manchega, el presidente de la BBK ya anunció que estaba decidido a jugar un papel activo en el proceso de reordenación de las cajas de ahorro.

Durante los últimos meses, la entidad se ha puesto en contacto con otras entidades para ofrecerles la opción de estudiar posibles operaciones y, ahora, es la CAM la que podría convertirse en 'pareja de baile' de la institución vizcaína.

Desde que se puso en marcha el plan de reorganización, Caja Mediterráneo ha formado parte de numerosas quinielas para protagonizar alguna fusión. La última la sitúa, por segunda vez, en el punto de mira de Caja Madrid. La entidad levantina también mantuvo negociaciones con Caja Murcia, pero finalmente no llegaron a buen puerto ante las exigencias murcianas.

En este contexto, en determinados ámbitos financieros se asegura que el Banco de España ha tomado cartas en el asunto y habría propuesto a la BBK que estudiase la posibilidad de liderar una fusión fría con la caja alicantina.

La entidad presidida por Fernández es la más solvente de toda España, lo que la convierte en el socio perfecto para impulsar esta operación y garantizar su éxito. Ese habría sido el inicio del proceso negociador que se mantiene actualmente a contrarreloj.

Si finalmente la unión llega a buen puerto, tendría que ser presentada ante el Banco de España antes del 15 de junio para poder acogerse a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que concluye el día 30 de ese mes.

Esa condición obligaría a acelerar los plazos, sobre todo teniendo en cuenta que cualquier acuerdo debe ser previamente refrendado por las asambleas generales de ambas entidades, y que las mismas deben ser convocadas 15 días antes de su celebración.

En caso de que lo consiga, la BBK lograría su objetivo de aumentar muy sustancialmente su balance antes de afrontar la tan esperada fusión de las cajas de ahorro vascas. Una de las incógnitas que habría que despejar es si esta fusión fría afectaría de algún modo o condicionaría el alumbramiento de la gran entidad vasca.

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