A estas alturas, no tengo claro si superaré al juez Garzón en cuanto a soportar querellas. O anuncios de ellas, que tanto da. Esta semana, sin ir más lejos, me anuncian dos: Madama Naus, propone en el Consejo de Administración de 'Proinvitosa', tras aprobar las ruinosas cuentas de 2008, la adopción de medidas judiciales contra Juan José Cánovas.
Con su exquisita expresión “patuá”, quiere utilizar los servicios jurídicos de la sociedad municipal, a la que están arruinando con el cobro de dietas y mayor incompetencia, para querellarse contra el que les dejó un amplio patrimonio (que han dilapidado, miserablemente) y unas cuentas muy saneadas que, actualmente, huelen a ruina inmediata.
El martes, Valverde Reina, anuncia otro estudio de los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento, para presentar querella contra mí, por el mero hecho de defender a una empresa de Totana, a la que le han “birlado” la contrata de Jardines (más de 700.000 euros en 12 años), para dársela a "La Generala", por ante de biri birloque.
Dice, Reina, que estoy “politizando la vida pública en Totana”. Y se queda el hombre tan pancho, admirando su redonda y magistral frase, que merece ponerle un lazo para estar completa.
Estás querellas, las uniré a la extensa colección que tengo anunciadas: Martínez de Salas, señor Notario, Ramón Luís Valcárcel, Morales, los testigos que Martínez Andreo va a llevar a declarar contra mi… En fin, mucha tela para un humilde concejal. A este paso, voy a tener que acudir a algún bufete de esos tan exclusivos que utilizan algunos y a los que invitan en el exclusivo restaurante de la Masía.
Si aplicamos la doctrina del Héroe del Perejil, Valverde no tendría credibilidad alguna, por estar imputado en el Juzgado de Totana. Dice el inefable Trillo, que las declaraciones de José Tomás (Ojo, no confundir con el torero, que cuando acude a la plaza de Almería, asisten varios políticos de la zona, invitados por un empresario al que le adjudican muchas obras en Totana).
Me refiero al sastre de Camp, cuyos trajes pagaba -en billetes de 500- un tal Pablo, al que Garzón tiene a la sombra desde hace días. Pero la credibilidad no parece que sea por imputación. Más bien será por pertenecer o no al PP.
Pero él tranquilo. Mientras quede dinero en las arcas municipales para pagar (comprar, mejor dicho) a los medios de comunicación local o servicios jurídicos, Valverde sabe que saldrá en muchas fotos y le acercarán micros para que pueda desahogarse el hombre. Con lo que está haciendo por el pueblo… Es un incomprendido. Sobre todo, cuando defiende a las empresas de Totana. Es que se desvive.
(*) Coordinador de IU en la comarca del Guadalentín