La actitud de los jueces, en general, también ha variado en 180º y ahora es mucho más proactiva que hace tan sólo unos meses. La moral ha vuelto a los agentes investigadores, muy afanados de nuevo en su cometido, mientras se provoca hasta competencia entre fuerzas por presentar ante la autoridad competente el pez más y mejor engordado en los últimos años. Pero los pezqueñines también hacen cesto, ojo.
Los efectos dramáticos de la crisis están ayudando bastante a ese cambio de perspectiva de la magistratura y los fiscales, que ahora ven esta lucha menos política que antes y, por supuesto, muy necesaria ante el fuerte contraste social que se avecina y ya se barrunta en sus costes.
Nadie quisiera ser aquí el pagano por abdicar de sus funciones cuando ha sido el propio Sarkozy quien se ha puesto al frente de la exigencia de responsabilidades a los presuntamente culpables de la gran ruina colectiva en marcha.
Alcaldes y concejales, socialistas y del PP, muy determinados han visto ya, o van a ver muy pronto, cómo el Estado de derecho les pide cuentas de actuaciones supuestamente delictivas desde sus cargos de representación pública.
Porque la orden en cascada de la Fiscalía Anticorrupción a sus fiscales destacados en los TSJ o las Audiencias Provinciales respectivas es comenzar por los "reyezuelos" de cada lugar salidos de madre, entrando "a saco". Los ajustes de cuentas entre mafias políticas han hecho su aparición y un caso puede ser el timidamente acaecido en Lorca. Aunque se esperan en otros famosos municipios de la Región.
El recién llegado a Murcia tiene sobrepasado al propio fiscal superior, Manuel López Bernal, lo que debiera preocupar a más de uno tras su actuación-debut en el "caso Biblioteca".
Tiene instrucciones muy precisas, al parecer de Conde-Pumpido, de que la vida pública de la Región quede poco menos que como una patena para que la crisis económica no resulte psicológicamente tan lacerante. No tiene aquí raíces y, tras realizar su cometido, volverá a un destino acorde con sus logros netos y pulcritud jurídica.
Con las anteriores premisas, los Cuerpos de Seguridad del Estado, convenientemente adiestrados contra estas prácticas deleznables, se han puesto manos a la obra antes de que el descontento social derive hacia situaciones que tendrían, en el fondo, una justificación intrínseca.
Nadie es hoy impune ante sus ojos y la entrada en el Palacio de San Esteban, amparados en una orden judicial solicitada por el fiscal, es un claro síntoma de que algo muy importante ha empezado a cambiar en Murcia. Seguro que no será la última vez. Anticorrupción tiene un largo memorándum redactado por un bufete de Murcia, que no se lo salta un galgo.
En cualquier momento puede haber sorprendentes noticias y saltar a la palestra nombres barajados, o no tanto, por su presunta conexión con graves casos de corrupción política a partir de toda una trama organizada y jerarquizada, actuante con alevosía dentro de la Region de Murcia y, ocasionalmente con premeditación, en comarcas colindantes de la provincia de Alicante.
La colaboración jurídico-policial entre ambas jurisdicciones consta que existe y es excelente, como no podría ser de otra forma para combatir esta nueva suerte de crimen organizado. Aunque parece que en Murcia cuesta un poco más en ambos niveles, no se sabe muy bien por qué.
Mientras, la Región se desangra enmedio de las falsas promesas de unos políticos incompetentes, más que superados por la circunstancias.
Unos presuntos delincuentes de cuello blanco aparecen como "reyes midas" prometiendo crédito accesible a familias y empresas, dentro de un irresponsable "vamos a contar mentiras", que tuvo su antecedente en aquello de "lo de América no va con Murcia" hasta llegar con descaro a expresar ahora que "de la crisis se ha pasado a la recesión". De estos hay que hablar con Sarkozy.
Y otros, no menos presuntos, vuelven con las mismas mentiras de siempre a base de aeropuertos ya imposibles, ciudades creadoras de fantasía por necesarios 80 millones de euros para cada nuevo puesto de trabajo cualificado e imprescindible, y en las que nadie está interesado en firme, o llamados sin pudor parques científicos, sin demanda por parte de una sociedad citrícola con sesgos del siglo XIX aún latentes.
No cabe olvidar esos macroproyectos, hoy inviables, en nuestra costa sur, para los que no existe ni financiación internacional del capital-riesgo de la banca de inversión, ni emprendedores con visión global, ni siquiera judíos, ahora que ningún murciano, o almeriense bien pagado, ocupa puesto diplomático alguno con destino en Nueva York. Tanto viaje sufragado por todos los murcianos a tanta gente a la Gran Manzana, absolutamente para nada.
Todas las fantasmadas de palacio están amparadas ahora en la excusa de la crisis para justificar una paralización que, digan lo que digan, es definitiva si es que alguna vez tuvieron un comienzo porque de primeras piedras virtuales está esta maldita tierra más que llena. Parecemos una región de Facebook, mucho más nombrando a un pobre hombre lego en leyes, como en tantas otras muchas cosas ordinarias, Defensor del Pueblo murciano... ¡con los votos de IU!.
Urge volver a la realidad y pisar el suelo de una región netamente agrícola, que es lo que somos, reconocido ahora a la fuerza hasta por el gran converso al fallarle el ladrillo, desplomarse la industria y dispararse el desempleo. Del recurso estratégico-electoral del "Agua para todos", utilizado como una pura coartada, al "Necesitamos agua" de una tierra que no tiene más salida postcrisis que volver a los bancales y a las fábricas de conserva vegetal. Estamos hablando de un montante total de 5.000 millones de euros al año.
Una cuarta parte de los murcianos ocupados nunca abandonó esa opción, casi segura, que ahora se vuelve a revelar como motor principal casi único de nuestro tejido económico pese a los intentos anteriores de su destrucción desde el poder y la especulación urbanística a cambio de un turismo residencial que se ha tornado inviable (ya se marchan de aquí las administradoras hoteleras Hyatt y Continental, para certificarlo) como eje de un nuevo y fácil modelo económico, intrascendente para la mayoría social.
P.D.) La UGT de la Región busca discretamente un recambio al actual secretario general, Antonio López Baños, que no se presenta a la reelección por problemas de salud -lleva varias semanas internado en la Arrixaca-, justo en un momento en que también se va a producir el relevo en CC OO del cartagenero José Luis Romero de Jódar para dejar paso a otro lider regional sindicalista ya designado. Y todo con la crisis económica en pleno apogeo para 2009 y azotando a una región de un muy incierto futuro en el mundo que salga indemne de la que se nos avecina.